La sentencias de amparo en revisión emitidas por la Suprema Corte de Justicia de la Nación en el caso en el que se han visto inmiscuidos familiares políticos del Fiscal General Gertz Manero es preocupante.
500 días de reclusión injusta llegaron a su fin gracias a la unanimidad de criterios de los Ministros de la Corte vaciados en las revisiones 540/2021 y 541/2021 y con ello concluye un procedimiento que traspasó los confines de los pasillos judiciales, siendo tema obligado en la prensa nacional, tanto escrita como la audiovisual.
Claro que da gusto que una persona que no debió ser enjuiciada recobre su libertad, al percatarse el aparato judicial en pleno, que los procedimientos llevados a cabo para su privación no fueron procedentes y que la Fiscalía, en uso de las atribuciones del artículo 21 de la Constitución Federal incurrió en fallas tanto en la integración de las carpetas de investigación como en la fundamentación y procedencia para la consignación y correspondiente aprehensión por parte de la autoridad jurisdiccional en atención al pedimento de la Fiscalía.
Pero también es muy preocupante, porque este caso en particular contó con el escaparate de los medios de comunicación volviéndose el caso mediático y gracias a la presión indudable que ejerce la difusión de casos como éste y más cuando trascendieron los audios atribuidos a una conversación del Fiscal Gertz Manero con uno de sus colaboradores en la que aseguraba tener un proyecto de resolución filtrado al parecer por uno de los Ministros de la Corte, el asunto dio un giro de ciento ochenta grados y lo que era una decisión dividida, se convirtió en una decisión unánime en la que los once Ministros votaron por el otorgamiento liso y llano para que la señora Alejandra Cuevas pudiera recobrar su libertad, amparo que se hizo extensivo a Laura Morán.
Cabe mencionar que la resolución vino a decidir los recursos de revisión y revisión adhesiva hechos valer respectivamente por la Agencia del Ministerio Público federal y el C. Alejandro Gertz Manero así como por las señores Cuevas y Morán, en contra de los amparos fallados en los que se decidió en principio otorgar la protección constitucional a éstas últimas para que se corrigieran vicios formales, pero el pleno de la Corte dio un vuelco de criterio y decidió el otorgamiento del amparo liso y llano y decretó inconstitucionales tanto la orden de aprehensión como el auto de formal prisión dictado en contra de las señoras por su participación en el homicidio doloso del señor Federico Gertz Manero.
Y aun es más que preocupante ver que en solo ocho días, la Corte decidió un caso eminentemente mediático y a favor de quienes tienen al menos la apariencia del buen derecho y decidió otorgar su libertad aunque solo una de ellas estaba recluida.
Porqué preocupa. Porque muchísimos casos hay en nuestro país, en que personas inocentes han sido enjuiciadas; también les han sido prefabricados delitos, no les han sido admitidas sus pruebas, los jueces no les han hecho caso y a diario recorren los pasillos de los juzgados en demanda de justicia y solo encuentran oídos sordos y tienen la desventaja de no poseer recursos para pagar los honorarios de abogados influyentes o que los medios se ocupen de ellos y seguramente muchos seguirán en los sórdidos rincones de las cárceles y otros más morirán en el abandono y la tristeza porque la pobreza no puede obtener la justicia.
Contrastes de la vida. Ojalá y los reflectores también voltearan hacia los más pobres y necesitados, a los que tienen hambre y sed de justicia y que no tienen a su disposición los recursos para llamar la atención de los medios. La justicia para todos, es solo retórica mentirosa. Hay ciudadanos de primera y ciudadanos de segunda.
