/ lunes 18 de marzo de 2024

La apatía: Vergüenza ciudadana


Los módulos de atención ciudadana del Instituto Nacional Electoral en Jalisco, informaron que permanecieron sin ser recogidas, 14,925 credenciales para votar, cuyos titulares irresponsablemente se abstuvieron de ir por ellas, por lo cual no podrán ejercer un derecho ciudadano libre y vital para la buena marcha del país, como lo es el voto en la jornada electoral del próximo 2 de junio.

Casi 15,000 votos se perderán, 15,000 oportunidades de apoyar al actual régimen de gobierno o expresar su rechazo y ejercer la opción por el cambio. Se fueron a la basura las voluntades.

Quien pierde es la democracia y peor aún, ésta es la ocasión en que más credenciales para votar se han quedado en resguardo del INE, superando cifras de los anteriores procesos electorales del 2015, 2018 y 2021, lo que significa que la apatía y el abstencionismo, van ganando la partida al ejercicio elemental del derecho a elegir y a ser elegido. Vamos para atrás.

Hay dos bandos: los que se quejan del Gobierno y los que lo apoyan. Entre los olvidadizos de las credenciales estarán de uno y otro bando. Decidieron permanecer en silencio. Allá ellos.

El votar es derecho político y deber ciudadano, y está establecido como una obligación en términos de lo dispuesto por el artículo 31 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

En pocas palabras: si estás conforme con este Gobierno, apóyalo y vota; si no estás de acuerdo, también estás en todo tu derecho de disentir, y de que todos te respeten, pero necesitas acudir a las urnas a votar.

El caso es votar, ejercer el derecho y no dejar que otros hablen por nosotros en las urnas; por ningún motivo debemos permitir que otros asuman nuestro papel tan importante en la historia de nuestra patria.

Somos buenos para criticar, para protestar, pero no somos buenos para acudir a la sede del órgano garante de la democracia como es el Instituto Nacional Electoral para recoger una credencial que además de servirnos para votar, también nos sirve como medio de identificación, pero ni eso, ni poder contar con una indispensable identificación, movió a casi 15,000 ciudadanos a ir a los módulos del INE para recogerla. Semejante indolencia no tiene justificación alguna, salvo claro, la muerte del elector.

Dejar abandonadas las credenciales de elector no es otra cosa que ceder el derecho inalienable de elegir, de manifestar su soberana voluntad para votar por quien se le antoje en las urnas. Los que no recogieron sus credenciales de elector y no participarán en la jornada electoral perdieron una gran oportunidad para demostrar su valor ciudadano.

Pudo más la molicie, la holgazanería. A esos indiferentes y apáticos, les queda solamente permanecer calladitos y obedientes. No quisieron ejercer su derecho ciudadano, tendrán que aguantar la vara.


Los módulos de atención ciudadana del Instituto Nacional Electoral en Jalisco, informaron que permanecieron sin ser recogidas, 14,925 credenciales para votar, cuyos titulares irresponsablemente se abstuvieron de ir por ellas, por lo cual no podrán ejercer un derecho ciudadano libre y vital para la buena marcha del país, como lo es el voto en la jornada electoral del próximo 2 de junio.

Casi 15,000 votos se perderán, 15,000 oportunidades de apoyar al actual régimen de gobierno o expresar su rechazo y ejercer la opción por el cambio. Se fueron a la basura las voluntades.

Quien pierde es la democracia y peor aún, ésta es la ocasión en que más credenciales para votar se han quedado en resguardo del INE, superando cifras de los anteriores procesos electorales del 2015, 2018 y 2021, lo que significa que la apatía y el abstencionismo, van ganando la partida al ejercicio elemental del derecho a elegir y a ser elegido. Vamos para atrás.

Hay dos bandos: los que se quejan del Gobierno y los que lo apoyan. Entre los olvidadizos de las credenciales estarán de uno y otro bando. Decidieron permanecer en silencio. Allá ellos.

El votar es derecho político y deber ciudadano, y está establecido como una obligación en términos de lo dispuesto por el artículo 31 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

En pocas palabras: si estás conforme con este Gobierno, apóyalo y vota; si no estás de acuerdo, también estás en todo tu derecho de disentir, y de que todos te respeten, pero necesitas acudir a las urnas a votar.

El caso es votar, ejercer el derecho y no dejar que otros hablen por nosotros en las urnas; por ningún motivo debemos permitir que otros asuman nuestro papel tan importante en la historia de nuestra patria.

Somos buenos para criticar, para protestar, pero no somos buenos para acudir a la sede del órgano garante de la democracia como es el Instituto Nacional Electoral para recoger una credencial que además de servirnos para votar, también nos sirve como medio de identificación, pero ni eso, ni poder contar con una indispensable identificación, movió a casi 15,000 ciudadanos a ir a los módulos del INE para recogerla. Semejante indolencia no tiene justificación alguna, salvo claro, la muerte del elector.

Dejar abandonadas las credenciales de elector no es otra cosa que ceder el derecho inalienable de elegir, de manifestar su soberana voluntad para votar por quien se le antoje en las urnas. Los que no recogieron sus credenciales de elector y no participarán en la jornada electoral perdieron una gran oportunidad para demostrar su valor ciudadano.

Pudo más la molicie, la holgazanería. A esos indiferentes y apáticos, les queda solamente permanecer calladitos y obedientes. No quisieron ejercer su derecho ciudadano, tendrán que aguantar la vara.