/ lunes 30 de agosto de 2021

Agravios innecesarios

Gran parte de las controversias constitucionales relacionadas a la reforma “Sin voto no hay dinero” giraban en torno a la interferencia (o no) de competencias correspondientes al nivel federal. Se demandaba que el Congreso estatal no estaba facultado para determinar el mecanismo de repartición de recursos públicos a partidos políticos y que en las leyes federales se encontraba definido un mecanismo para este fin particular. Así, cuando finalmente la Suprema Corte la declaró constitucional, quedó estipulado que los partidos con registro nacional serían sometidos a la fórmula que la reforma establecía, mientras que para los partidos locales no ocurriría de la misma forma. En resumen, que para los partidos locales no aplicaría la fórmula de “Sin voto no hay dinero”, esto sin saber claro, que habría dos partidos locales en Jalisco.

Ahora, habiendo antecedentes que demuestran que esto es irreversible desde instancias judiciales y, con la finalidad de dar marcha atrás a esta disposición, ante un contexto en el cual tras la aprobación de dicha reforma, es la primera vez que dos partidos locales alcanzan el umbral de votos para conservar su registro, Movimiento Ciudadano determinó exigir una injustificada regresión a la reforma, extinguiendo la famosa fórmula “Sin voto no hay dinero”.

Por ahora ni siquiera ahondaremos en el ahorro que ha significado la reforma, pues nos interesa hacer hincapié en el debate público tan pobre que el partido gobernante ha generado alrededor de ello y a la propuesta que presentó la diputada emecista Priscilla Franco. Entendamos que resultaría impopular anunciar la reversión de una reforma que se posicionó positivamente ante la ciudadanía, por lo que MC decidió emprender una estrategia con la que enardeciendo los ánimos, buscan orientar la opinión pública para poder llevar a cabo las modificaciones sin quedar como el partido que al eliminar la fórmula “Sin voto no hay dinero”, hace una clara regresión y además se ve beneficiado.

Decimos que el nivel de discurso es muy bajo porque promueven argumentos forzados y llenos de disparates, una consecuencia de esto es que al orientar así el tema se originó una cacería injusta contra partidos políticos locales en proceso de consolidación. Entre sus argumentos, sostienen que se trata de un acto de justicia tildando a estos nuevos partidos como partidos ineficientes por haber obtenido menos votos. Es importante precisar que esto es erróneo e irresponsable, porque hay una diferencia muy grande entre ser un partido ineficiente y ser un partido en crecimiento. Incluso el propio MC es un testimonio vigente de un partido que ha logrado crecer cobijado por un sistema partidista que gracias a sus reglas permite que haya nuevos partidos nacientes y otros que permanezcan vivos.

Y justo porque Movimiento Ciudadano es uno de los partidos que más ha crecido a últimas fechas y que tardó más de una década para consolidarse, decimos que su apreciación es incorrecta, pues olvidan que en algún momento fueron partido nuevo y que en su primera elección en el año 2000, siendo un partido de reciente creación, tuvieron resultados que no se acercan ni poco a lo que han logrado este año los nuevos partidos que alcanzaron registro en nuestro estado. Por eso insistimos en el bajo nivel de debate y discurso de su parte respecto al tema.

Lo peor de toda esta situación es que los partidos nuevos han declarado desde el inicio su determinación por no aceptar cifras estratosféricas, entendiendo que no pueden ser ajenas a la situación y que esto se trata de una laguna legal que debe ser resuelta, pero sin necesidad de eliminar de tajo todo lo relacionado con la reforma.

Ojalá Movimiento Ciudadano y su bancada hubiesen considerado analizar y discutir el tema de forma más responsable antes de haber puesto en marcha su maquinaria mediática y generar estos agravios innecesarios; ojalá que se tome en consideración todo lo dicho ahora que anunció que convocará a las dirigencias de los partidos y todas las partes del poder público a mesas de trabajo.

* Vicepresidenta de Hagamos

Gran parte de las controversias constitucionales relacionadas a la reforma “Sin voto no hay dinero” giraban en torno a la interferencia (o no) de competencias correspondientes al nivel federal. Se demandaba que el Congreso estatal no estaba facultado para determinar el mecanismo de repartición de recursos públicos a partidos políticos y que en las leyes federales se encontraba definido un mecanismo para este fin particular. Así, cuando finalmente la Suprema Corte la declaró constitucional, quedó estipulado que los partidos con registro nacional serían sometidos a la fórmula que la reforma establecía, mientras que para los partidos locales no ocurriría de la misma forma. En resumen, que para los partidos locales no aplicaría la fórmula de “Sin voto no hay dinero”, esto sin saber claro, que habría dos partidos locales en Jalisco.

Ahora, habiendo antecedentes que demuestran que esto es irreversible desde instancias judiciales y, con la finalidad de dar marcha atrás a esta disposición, ante un contexto en el cual tras la aprobación de dicha reforma, es la primera vez que dos partidos locales alcanzan el umbral de votos para conservar su registro, Movimiento Ciudadano determinó exigir una injustificada regresión a la reforma, extinguiendo la famosa fórmula “Sin voto no hay dinero”.

Por ahora ni siquiera ahondaremos en el ahorro que ha significado la reforma, pues nos interesa hacer hincapié en el debate público tan pobre que el partido gobernante ha generado alrededor de ello y a la propuesta que presentó la diputada emecista Priscilla Franco. Entendamos que resultaría impopular anunciar la reversión de una reforma que se posicionó positivamente ante la ciudadanía, por lo que MC decidió emprender una estrategia con la que enardeciendo los ánimos, buscan orientar la opinión pública para poder llevar a cabo las modificaciones sin quedar como el partido que al eliminar la fórmula “Sin voto no hay dinero”, hace una clara regresión y además se ve beneficiado.

Decimos que el nivel de discurso es muy bajo porque promueven argumentos forzados y llenos de disparates, una consecuencia de esto es que al orientar así el tema se originó una cacería injusta contra partidos políticos locales en proceso de consolidación. Entre sus argumentos, sostienen que se trata de un acto de justicia tildando a estos nuevos partidos como partidos ineficientes por haber obtenido menos votos. Es importante precisar que esto es erróneo e irresponsable, porque hay una diferencia muy grande entre ser un partido ineficiente y ser un partido en crecimiento. Incluso el propio MC es un testimonio vigente de un partido que ha logrado crecer cobijado por un sistema partidista que gracias a sus reglas permite que haya nuevos partidos nacientes y otros que permanezcan vivos.

Y justo porque Movimiento Ciudadano es uno de los partidos que más ha crecido a últimas fechas y que tardó más de una década para consolidarse, decimos que su apreciación es incorrecta, pues olvidan que en algún momento fueron partido nuevo y que en su primera elección en el año 2000, siendo un partido de reciente creación, tuvieron resultados que no se acercan ni poco a lo que han logrado este año los nuevos partidos que alcanzaron registro en nuestro estado. Por eso insistimos en el bajo nivel de debate y discurso de su parte respecto al tema.

Lo peor de toda esta situación es que los partidos nuevos han declarado desde el inicio su determinación por no aceptar cifras estratosféricas, entendiendo que no pueden ser ajenas a la situación y que esto se trata de una laguna legal que debe ser resuelta, pero sin necesidad de eliminar de tajo todo lo relacionado con la reforma.

Ojalá Movimiento Ciudadano y su bancada hubiesen considerado analizar y discutir el tema de forma más responsable antes de haber puesto en marcha su maquinaria mediática y generar estos agravios innecesarios; ojalá que se tome en consideración todo lo dicho ahora que anunció que convocará a las dirigencias de los partidos y todas las partes del poder público a mesas de trabajo.

* Vicepresidenta de Hagamos