/ lunes 15 de agosto de 2022

Justicia para todas

El pasado 16 de julio, hace casi un mes, Luz Raquel Padilla fue víctima de un feminicidio, cinco personas le rociaron un líquido inflamable y le prendieron fuego, este acto inhumano, marcó la historia de la violencia machista que se vive en Jalisco y el horror de enfrentarse a la búsqueda de la justicia en instituciones que no ejercen la procuración de justicia con perspectiva de derechos humanos ni perspectiva de género, que a cada paso buscan responsabilizarnos a las mujeres, de la violencia estructural que vivimos cada día que luchamos por habitar y coexistir en los espacios que por derecho nos pertenecen.

Lo anterior lo escribo con indignación y rabia, después de haber atestiguado las declaraciones del fiscal General de Jalisco. Que fueron terribles y revictimizantes, a las que le precedieron decenas de vecinas y vecinos, que dieron testimonio de lo ocurrido ante los medios de comunicación, donde narraban los terribles hechos y dejaban constancia de los ataques que sufrió Luz ese fatídico día, además de los antecedentes de denuncias en redes sociales e instituciones, que dejaban asentada la violencia sistemática de la que fue víctima Luz.

Este caso puede ser solo el reflejo de cientos de denuncias que se encuentran apiladas en los escritorios de los rebasados ministerios públicos del Centro de Justicia Para las Mujeres, y que, a cada página, pueden narrar “Crónicas de una muerte anunciada” para cada mujer que ha denunciado violencia machista, que no ha encontrado ninguna respuesta al llamado de auxilio para salvaguardar su seguridad y su vida, ante él incumpliendo de la justicia en Jalisco y los vacíos en la tipificación de delitos, tal como el vacío que existe en las agresiones con agentes corrosivos. Y que ante la impunidad, aseguran la repetición de este tipo de ataques, como sucedió el domingo siete de agosto, cuando una mujer sufrió abuso sexual y fue rociada con solventes para después prenderle fuego, esto en el municipio de Guadalajara. Tipificar, hace que estos delitos puedan tener agravantes, al ser una violencia más que se suma a la lista de formas en que las mujeres somos violentadas.

Amnistía Internacional, CLADEM, colectivas diversas y voces de miles de mujeres en Jalisco, lamentamos la falta de sensibilidad de las autoridades en Jalisco, y les recordamos que las causas de las mujeres, deben ser también las causas del Estado, que deliberadamente ha omitido la procuración de justicia de forma transversal. La historia de Luz Raquel la contaremos nosotras, no la justicia patriarcal.

El pasado 16 de julio, hace casi un mes, Luz Raquel Padilla fue víctima de un feminicidio, cinco personas le rociaron un líquido inflamable y le prendieron fuego, este acto inhumano, marcó la historia de la violencia machista que se vive en Jalisco y el horror de enfrentarse a la búsqueda de la justicia en instituciones que no ejercen la procuración de justicia con perspectiva de derechos humanos ni perspectiva de género, que a cada paso buscan responsabilizarnos a las mujeres, de la violencia estructural que vivimos cada día que luchamos por habitar y coexistir en los espacios que por derecho nos pertenecen.

Lo anterior lo escribo con indignación y rabia, después de haber atestiguado las declaraciones del fiscal General de Jalisco. Que fueron terribles y revictimizantes, a las que le precedieron decenas de vecinas y vecinos, que dieron testimonio de lo ocurrido ante los medios de comunicación, donde narraban los terribles hechos y dejaban constancia de los ataques que sufrió Luz ese fatídico día, además de los antecedentes de denuncias en redes sociales e instituciones, que dejaban asentada la violencia sistemática de la que fue víctima Luz.

Este caso puede ser solo el reflejo de cientos de denuncias que se encuentran apiladas en los escritorios de los rebasados ministerios públicos del Centro de Justicia Para las Mujeres, y que, a cada página, pueden narrar “Crónicas de una muerte anunciada” para cada mujer que ha denunciado violencia machista, que no ha encontrado ninguna respuesta al llamado de auxilio para salvaguardar su seguridad y su vida, ante él incumpliendo de la justicia en Jalisco y los vacíos en la tipificación de delitos, tal como el vacío que existe en las agresiones con agentes corrosivos. Y que ante la impunidad, aseguran la repetición de este tipo de ataques, como sucedió el domingo siete de agosto, cuando una mujer sufrió abuso sexual y fue rociada con solventes para después prenderle fuego, esto en el municipio de Guadalajara. Tipificar, hace que estos delitos puedan tener agravantes, al ser una violencia más que se suma a la lista de formas en que las mujeres somos violentadas.

Amnistía Internacional, CLADEM, colectivas diversas y voces de miles de mujeres en Jalisco, lamentamos la falta de sensibilidad de las autoridades en Jalisco, y les recordamos que las causas de las mujeres, deben ser también las causas del Estado, que deliberadamente ha omitido la procuración de justicia de forma transversal. La historia de Luz Raquel la contaremos nosotras, no la justicia patriarcal.