/ jueves 18 de junio de 2020

El candidato que actúa como Presidente

La semana pasada en este espacio editorial hacia la pregunta: ¿Por quien Votar?,y hasta ahora nadie ha podido contestar la pregunta, pues existe una idea de que las protestas, caravanas y movimientos que han surgido harán la suficiente presión para que el presidente se vaya, renuncie, deje el cargo; pero no será así, al menos de facto.

La elección que viene para el 2021 es clave y hay que entenderlo así para que México se vuelva una verdadera democracia, es decir, que la cámara de diputados tenga equilibrios, contrapesos, entender lo que nos enseñaban en aquellas clases de Civismo harán entender que la única manera de amarrar las manos del presidente es a través de una oposición ( mas no opositodo ) serán quienes enderecen el barco del país con o sin Andrés Manuel López Obrador.

Revisemos entrevistas, discursos, frases del actual presidente como candidato, desde la primera vez que quiso estar en la boleta presidencial… hoy en día esos momentos no han cambiado, de hecho es la misma retórica, pero ahora acompañada de ese populismo que tanto criticó a sus oponentes, adversarios y ahora antecesores.

La realidad ha rebasado al presidente quien regresó a sus giras en el pensamiento que tenía en las cuatro paredes de palacio nacional, pero el encontronazo fue más fuerte de lo que ´´el mismo imaginaba, dejar a un lado el discurso de la austeridad y trasladarse de un punto a otro de una ciudad en autos BMW blindados en medio de protestas y reclamos: Desaparecidos, falta de empleos, inseguridad; el pueblo bueno reclamando a quien le confiaron el cambio que prometió entraría en vigor el 1 de Diciembre de 2018 y no ha cumplido; un pueblo bueno que despierta al tigre.

El presidente en cada mañanera usa el estrado para exponer sus datos y no debatir en serio sobre sus fuentes o resultados; el hombre que elevó a máximo delito el Huachicoleo y dejó sin combustibles a varias ciudades que aún hoy no se recuperan de las pérdidas ocasionadas en ese entonces, pero sin “delincuentes” en la cárcel, y por cierto, sin disminuir la ordeña en los ductos de un Pemex que ha sido hoy un despilfarro de recursos sin que se demuestre que ha sido una inversión exitosa.

El presidente presume como logro tener una silla en el consejo de seguridad de la ONU, pero no debate sobre las cifras de inseguridad que hay en el país; justifica la situación de pobreza con un oasis de felicidad que está en un par de camisas un par de zapatos y un auto modesto, pero no critica o señala a sus secretarios con relojes caros y autos de lujo.

Ya dejamos de ser tomados en serio por los inversionistas ante la incertidumbre de un gobierno que parece mandar en sus mensajes que todo está bien, en 2 meses el aumento de 4 pesos en los combustibles y un montaje del cual ya dejó de hablarse: BOA y tras el cual la posiblemente más reciente cortina de humo: Morena demanda a Yeidckol por desvio de fondos y lavado de dinero.

Pero ante todo eso, hay quienes aún esperan del candidato con banda presidencial, el cumplimiento de cada una de sus promesas mañaneras que sólo se han traducido en programas de asistencialismo que advierten becas con sentido electoral, pero que de ninguna manera construyen patrimonio y si un proyecto de poder.

La pregunta sigue ahí, quienes, porque se necesitan varios, serán los candidatos de Oposición que tendrán que exponer los “cómos” , para que en las intermedias realmente sean la voz de los que no tienen voz… el tiempo se acaba y no los veo detrás de tanta convocatoria que puede traer adeptos, miles, millones tal vez, pero que pueden difuminarse al no ver realmente un proyecto de cambio a corto plazo.

Así pues, el candidato Andrés Manuel López Obrador ya estaría criticando al Andrés Manuel Presidente. Para 30 millones fue un buen candidato pero para más de 66 millones ( y contando ) resultó ser un mal presidente.

La semana pasada en este espacio editorial hacia la pregunta: ¿Por quien Votar?,y hasta ahora nadie ha podido contestar la pregunta, pues existe una idea de que las protestas, caravanas y movimientos que han surgido harán la suficiente presión para que el presidente se vaya, renuncie, deje el cargo; pero no será así, al menos de facto.

La elección que viene para el 2021 es clave y hay que entenderlo así para que México se vuelva una verdadera democracia, es decir, que la cámara de diputados tenga equilibrios, contrapesos, entender lo que nos enseñaban en aquellas clases de Civismo harán entender que la única manera de amarrar las manos del presidente es a través de una oposición ( mas no opositodo ) serán quienes enderecen el barco del país con o sin Andrés Manuel López Obrador.

Revisemos entrevistas, discursos, frases del actual presidente como candidato, desde la primera vez que quiso estar en la boleta presidencial… hoy en día esos momentos no han cambiado, de hecho es la misma retórica, pero ahora acompañada de ese populismo que tanto criticó a sus oponentes, adversarios y ahora antecesores.

La realidad ha rebasado al presidente quien regresó a sus giras en el pensamiento que tenía en las cuatro paredes de palacio nacional, pero el encontronazo fue más fuerte de lo que ´´el mismo imaginaba, dejar a un lado el discurso de la austeridad y trasladarse de un punto a otro de una ciudad en autos BMW blindados en medio de protestas y reclamos: Desaparecidos, falta de empleos, inseguridad; el pueblo bueno reclamando a quien le confiaron el cambio que prometió entraría en vigor el 1 de Diciembre de 2018 y no ha cumplido; un pueblo bueno que despierta al tigre.

El presidente en cada mañanera usa el estrado para exponer sus datos y no debatir en serio sobre sus fuentes o resultados; el hombre que elevó a máximo delito el Huachicoleo y dejó sin combustibles a varias ciudades que aún hoy no se recuperan de las pérdidas ocasionadas en ese entonces, pero sin “delincuentes” en la cárcel, y por cierto, sin disminuir la ordeña en los ductos de un Pemex que ha sido hoy un despilfarro de recursos sin que se demuestre que ha sido una inversión exitosa.

El presidente presume como logro tener una silla en el consejo de seguridad de la ONU, pero no debate sobre las cifras de inseguridad que hay en el país; justifica la situación de pobreza con un oasis de felicidad que está en un par de camisas un par de zapatos y un auto modesto, pero no critica o señala a sus secretarios con relojes caros y autos de lujo.

Ya dejamos de ser tomados en serio por los inversionistas ante la incertidumbre de un gobierno que parece mandar en sus mensajes que todo está bien, en 2 meses el aumento de 4 pesos en los combustibles y un montaje del cual ya dejó de hablarse: BOA y tras el cual la posiblemente más reciente cortina de humo: Morena demanda a Yeidckol por desvio de fondos y lavado de dinero.

Pero ante todo eso, hay quienes aún esperan del candidato con banda presidencial, el cumplimiento de cada una de sus promesas mañaneras que sólo se han traducido en programas de asistencialismo que advierten becas con sentido electoral, pero que de ninguna manera construyen patrimonio y si un proyecto de poder.

La pregunta sigue ahí, quienes, porque se necesitan varios, serán los candidatos de Oposición que tendrán que exponer los “cómos” , para que en las intermedias realmente sean la voz de los que no tienen voz… el tiempo se acaba y no los veo detrás de tanta convocatoria que puede traer adeptos, miles, millones tal vez, pero que pueden difuminarse al no ver realmente un proyecto de cambio a corto plazo.

Así pues, el candidato Andrés Manuel López Obrador ya estaría criticando al Andrés Manuel Presidente. Para 30 millones fue un buen candidato pero para más de 66 millones ( y contando ) resultó ser un mal presidente.