/ viernes 26 de enero de 2024

Pagalajara


La ciudad en la que usted y yo vivimos cada vez está más descuidada y seguimos pagando ahora hasta de más considerando que no recibimos como ciudadanos lo que por ese concepto corresponde. Comienzo con los parquímetros, pagar por estacionarse es un verdadero suplicio para quienes buscamos un espacio para el automóvil a expensas de encontrarnos con tótems cuyos QR se encuentran maltratados o difíciles de escanear para la compra del tiempo correspondiente, o más aún, el pago no garantiza en ningún momento estar cubiertos ante un robo de autopartes o ante un evento natural como la caída de un árbol por ejemplo, se paga o se multa así de sencillo y no hay manera de litigarlas, cada día que pasa se acumula la deuda y adicionalmente las fantasmas que también suelen estar para recaudar siempre algo más en este sentido.

Otro rubro por el que desde hace años se paga sí o sí, es el Agua, el Siapa exige el recaudo por el servicio que ofrece no importando la calidad de lo que entrega, y ahora que sabemos que las deficiencias en en el abasto por ejemplo se debe a falta de mantenimiento, nos es difícil creer que lo recaudado no haya servido al menos para mejorar la calidad del agua que se envía a la tubería, agua que nos ayuda a bañar, a lavar la ropa, a hacer de comer, Agua que al tiempo seguramente tendrá efectos a la salud a decir de algunos académicos e investigadores que han seguido a detalle mediante pruebas este servicio caro y malo, pero necesario.

La Basura es el otro rubro, sin entender qué hace falta para rescindir el contrato con Caabsa, ahora los ayuntamientos hacen lo propio para resolver el problema que seguimos viendo en las calles, donde los llamados “puntos limpios2 se desbordan, o las papeleras sobre la avenida Hidalgo advierten el depósito de residuos de vecinos que, al no tener la recolección en tiempo y forma la sacan para esperar que “alguien” se lleven las bolsas, sin embargo el que servicio se de en algunos puntos también cuesta; cuentan que si no les das propina a los servidores, simplemente no cumplen con darte el servicio y los desechos se quedan ahí como parte de lo que lamentablemente es parte de la panorámica de algunas colonias.

Derivado de las foto infracciones por ejemplo y de otros impuestos, tendrían que aplicarse la mantenimiento de las calles, pero esto no ha sido así, los baches y socavones están apareciendo cada vez más y sin atención siquiera con señalamientos o atención, las rejillas o tapas de bocas de tormentas en total abandono y cada vez más vehículos averiados y sin el pago de la autoridad que es sujeto obligado en este tema. Ya lo escribía en otra columna, el gobernado la tiene de perder en este tema donde solo cobran y luego averiguan.

No hay transparencia de a dónde van los recursos, tan sólo en ejemplo de la infracción por caer al CURVA se advierte 8 mil pesos por persona, en la reciente época decembrina, un total de más de 500 personas estuvieron retenidas bajo este concepto, y la cantidad al respecto podría superar los 4 millones de pesos, así como las multas por la no verificación que siguen acumulando montos millonarios y que decir de los cambios que no entrega el transporte público a los usuarios que siguen pagando en efectivo. El largo etcétera en este tipo de temas nos hace pensar en que, para todo, el gobierno resuelve cobrando multas, pero no atiende el centro medular: el mantenimiento. Las administraciones ahora y por comodidad, concesionan los servicios, ellos gastan y nosotros seguimos pagando ahora por temas que no están directamente bajo la tutela de una autoridad directa y en el trámite burocrático los sistemas de auditoria y calidad en el servicio se pierden.

Viene el periodo electoral, campañas, candidato, los que buscan la reelección, será en algunos puntos, oportunidad para darle manita de gato, momento también de que la sociedad entienda que el mantenimiento de la ciudad también conlleva al respeto y cuidado de la comuna, porque si, aun que sigamos pagando, no hay presupuesto que alcance para tener una ciudad modelo.




La ciudad en la que usted y yo vivimos cada vez está más descuidada y seguimos pagando ahora hasta de más considerando que no recibimos como ciudadanos lo que por ese concepto corresponde. Comienzo con los parquímetros, pagar por estacionarse es un verdadero suplicio para quienes buscamos un espacio para el automóvil a expensas de encontrarnos con tótems cuyos QR se encuentran maltratados o difíciles de escanear para la compra del tiempo correspondiente, o más aún, el pago no garantiza en ningún momento estar cubiertos ante un robo de autopartes o ante un evento natural como la caída de un árbol por ejemplo, se paga o se multa así de sencillo y no hay manera de litigarlas, cada día que pasa se acumula la deuda y adicionalmente las fantasmas que también suelen estar para recaudar siempre algo más en este sentido.

Otro rubro por el que desde hace años se paga sí o sí, es el Agua, el Siapa exige el recaudo por el servicio que ofrece no importando la calidad de lo que entrega, y ahora que sabemos que las deficiencias en en el abasto por ejemplo se debe a falta de mantenimiento, nos es difícil creer que lo recaudado no haya servido al menos para mejorar la calidad del agua que se envía a la tubería, agua que nos ayuda a bañar, a lavar la ropa, a hacer de comer, Agua que al tiempo seguramente tendrá efectos a la salud a decir de algunos académicos e investigadores que han seguido a detalle mediante pruebas este servicio caro y malo, pero necesario.

La Basura es el otro rubro, sin entender qué hace falta para rescindir el contrato con Caabsa, ahora los ayuntamientos hacen lo propio para resolver el problema que seguimos viendo en las calles, donde los llamados “puntos limpios2 se desbordan, o las papeleras sobre la avenida Hidalgo advierten el depósito de residuos de vecinos que, al no tener la recolección en tiempo y forma la sacan para esperar que “alguien” se lleven las bolsas, sin embargo el que servicio se de en algunos puntos también cuesta; cuentan que si no les das propina a los servidores, simplemente no cumplen con darte el servicio y los desechos se quedan ahí como parte de lo que lamentablemente es parte de la panorámica de algunas colonias.

Derivado de las foto infracciones por ejemplo y de otros impuestos, tendrían que aplicarse la mantenimiento de las calles, pero esto no ha sido así, los baches y socavones están apareciendo cada vez más y sin atención siquiera con señalamientos o atención, las rejillas o tapas de bocas de tormentas en total abandono y cada vez más vehículos averiados y sin el pago de la autoridad que es sujeto obligado en este tema. Ya lo escribía en otra columna, el gobernado la tiene de perder en este tema donde solo cobran y luego averiguan.

No hay transparencia de a dónde van los recursos, tan sólo en ejemplo de la infracción por caer al CURVA se advierte 8 mil pesos por persona, en la reciente época decembrina, un total de más de 500 personas estuvieron retenidas bajo este concepto, y la cantidad al respecto podría superar los 4 millones de pesos, así como las multas por la no verificación que siguen acumulando montos millonarios y que decir de los cambios que no entrega el transporte público a los usuarios que siguen pagando en efectivo. El largo etcétera en este tipo de temas nos hace pensar en que, para todo, el gobierno resuelve cobrando multas, pero no atiende el centro medular: el mantenimiento. Las administraciones ahora y por comodidad, concesionan los servicios, ellos gastan y nosotros seguimos pagando ahora por temas que no están directamente bajo la tutela de una autoridad directa y en el trámite burocrático los sistemas de auditoria y calidad en el servicio se pierden.

Viene el periodo electoral, campañas, candidato, los que buscan la reelección, será en algunos puntos, oportunidad para darle manita de gato, momento también de que la sociedad entienda que el mantenimiento de la ciudad también conlleva al respeto y cuidado de la comuna, porque si, aun que sigamos pagando, no hay presupuesto que alcance para tener una ciudad modelo.