/ jueves 2 de diciembre de 2021

Cartas abiertas

El sistema que actualmente enfrentamos no es otra cosa que sorprendernos la manera en la que los ejes del poder ejercen su voluntad, pero ahora desde la permisibilidad que les da una declaración o filtración, y en todo caso la manera en que se blindan ante críticas e incluso acciones legales, explico: en el caso del recién aprobado presupuesto para 2022, el propio Gobernador tiempo atrás explicaba que era necesario ese ajuste para lograr un año lleno de retos, el cauce que siguió fue la voz de algunos diputados que, en tribuna pidieron que el mandatario jalisciense sacara las manos de ese tema, mientras que los diputados de su propio partido solo esperaron el tiempo para operar y hacer que el discurso se convirtiera en realidad.

Otro caso es el del SIAPA, uno de los organismos más deficientes que opera en la zona metropolitana de Guadalajara, que busca incrementar más del doble sus tarifas al menos en Guadalajara y Zapopan para el próximo año, entrando desde los cabildos y basando su argumento en infraestructura, mantenimiento y mejor calidad, cuando sabemos que en lugares se cobra, y no hay agua o la que hay está contaminada y tiene colores oscuros; ya ni que decir en los lugares donde existen socavones e incluso sus obras han estado inconclusas y con accidentes sin que la dependencia reaccione para pagar daños a terceros. Las cartas ahí juegan desde los alcaldes, quienes en el discurso prometen revisar el caso de los aumentos para desecharlos, pero sabemos que difícilmente se hará pues es algo ya “planchado” y cuyos recursos son necesarios y que, del erario es difícil pagar.

Y de la Policía vial que tanto espacio le hemos dado en esta columna, quienes sólo aparecen en materia recaudatoria, operativos zonificados y con objetivos muy específicos, dejando atrás la verdadera función y alejados de cualquier oportunidad de hacer más por mejorar la ya tan conflictiva ciudad en sus calles. Sus reacciones son efímeras, como cuando comenzó el buen fín, que, al ser duramente cuestionados mediáticamente por su ausencia, sólo se presentaron una sola vez sobre la Av. López Mateos con elementos pie a tierra que agilizaron el tráfico de manera sorprendente, pero que al convertirse en flor de un día volvieron a ser abducidos a una dimensión desconocida.

En cada sector podemos advertir que difícilmente el ciudadano es tomado en cuenta, el fin es tenerlo cautivo para la recaudación de impuestos y mantener en ellos la atención en tiempo electoral, vendiendo en el discurso la gobernanza conjunta y la simplificación de trámites, y lo único que hemos logrado es tener diputados federales que se aumentan, para ellos las partidas presupuestales a cambio de un trabajo simplista y mediocre, obedeciendo más a una línea que a lo que realmente representan.

También hay que decirlo, como ciudadanos dejamos mucho que desear, al mostrar apatía, crítica sin aporte y falta de compromiso y participación, también si usted quiere, producto de la misma cinemática del encontronazo entre el sistema y sociedad, aceptemos que somos rebeldes y en algunas ocasiones opositodo.

Ya viene la variante Ómicron, no tardará mucho en encender las declaraciones desde el atril mañanero ofreciendo control y reacción, con la crítica del gobernado por el endurecimiento de algunas medidas y un sector que sacará partida para sí y no para una sociedad que no ha entendido que el juego con cartas abiertas es una oportunidad para ganar una partida y sacar lo mejor de esto, pero o somos necios o de plano ya nos acostumbramos a la toxicidad de este sistema.

* Periodista

@Ramiro_Escoto

El sistema que actualmente enfrentamos no es otra cosa que sorprendernos la manera en la que los ejes del poder ejercen su voluntad, pero ahora desde la permisibilidad que les da una declaración o filtración, y en todo caso la manera en que se blindan ante críticas e incluso acciones legales, explico: en el caso del recién aprobado presupuesto para 2022, el propio Gobernador tiempo atrás explicaba que era necesario ese ajuste para lograr un año lleno de retos, el cauce que siguió fue la voz de algunos diputados que, en tribuna pidieron que el mandatario jalisciense sacara las manos de ese tema, mientras que los diputados de su propio partido solo esperaron el tiempo para operar y hacer que el discurso se convirtiera en realidad.

Otro caso es el del SIAPA, uno de los organismos más deficientes que opera en la zona metropolitana de Guadalajara, que busca incrementar más del doble sus tarifas al menos en Guadalajara y Zapopan para el próximo año, entrando desde los cabildos y basando su argumento en infraestructura, mantenimiento y mejor calidad, cuando sabemos que en lugares se cobra, y no hay agua o la que hay está contaminada y tiene colores oscuros; ya ni que decir en los lugares donde existen socavones e incluso sus obras han estado inconclusas y con accidentes sin que la dependencia reaccione para pagar daños a terceros. Las cartas ahí juegan desde los alcaldes, quienes en el discurso prometen revisar el caso de los aumentos para desecharlos, pero sabemos que difícilmente se hará pues es algo ya “planchado” y cuyos recursos son necesarios y que, del erario es difícil pagar.

Y de la Policía vial que tanto espacio le hemos dado en esta columna, quienes sólo aparecen en materia recaudatoria, operativos zonificados y con objetivos muy específicos, dejando atrás la verdadera función y alejados de cualquier oportunidad de hacer más por mejorar la ya tan conflictiva ciudad en sus calles. Sus reacciones son efímeras, como cuando comenzó el buen fín, que, al ser duramente cuestionados mediáticamente por su ausencia, sólo se presentaron una sola vez sobre la Av. López Mateos con elementos pie a tierra que agilizaron el tráfico de manera sorprendente, pero que al convertirse en flor de un día volvieron a ser abducidos a una dimensión desconocida.

En cada sector podemos advertir que difícilmente el ciudadano es tomado en cuenta, el fin es tenerlo cautivo para la recaudación de impuestos y mantener en ellos la atención en tiempo electoral, vendiendo en el discurso la gobernanza conjunta y la simplificación de trámites, y lo único que hemos logrado es tener diputados federales que se aumentan, para ellos las partidas presupuestales a cambio de un trabajo simplista y mediocre, obedeciendo más a una línea que a lo que realmente representan.

También hay que decirlo, como ciudadanos dejamos mucho que desear, al mostrar apatía, crítica sin aporte y falta de compromiso y participación, también si usted quiere, producto de la misma cinemática del encontronazo entre el sistema y sociedad, aceptemos que somos rebeldes y en algunas ocasiones opositodo.

Ya viene la variante Ómicron, no tardará mucho en encender las declaraciones desde el atril mañanero ofreciendo control y reacción, con la crítica del gobernado por el endurecimiento de algunas medidas y un sector que sacará partida para sí y no para una sociedad que no ha entendido que el juego con cartas abiertas es una oportunidad para ganar una partida y sacar lo mejor de esto, pero o somos necios o de plano ya nos acostumbramos a la toxicidad de este sistema.

* Periodista

@Ramiro_Escoto