/ jueves 4 de junio de 2020

Una decisión difícil de tomar

No está “Domada” la pandemia como aseguró en varias ocasiones el presidente Andrés Manuel López Obrador, y la desmentida fue por parte del vocero y científico de su gabinete Hugo López-Gatell el 2 de Junio en una entrevista mientras su jefe cumplía con su gira en el Sureste Mexicano; así, en un país en semáforo en rojo y sin guardar sana distancia, sin cumplir el protocolo del uso de gel anti bacterial y cubre bocas.

En Jalisco, el Gobierno del estado permitió junto con los municipios la reactivación económica mediante un protocolo de requisitos y un distintivo, pero muchos se adelantaron a ese primero de Junio, muchos advirtieron que en el mensaje de la implementación de la Fase Cero y el regreso a la nueva Normalidad estaba implícito un mensaje erróneo de salir como si nada a las calles. Pero el tema se complicó, justo el 2 de Junio un día después considerado el más grave en este tema: 223 nuevos casos y 16 decesos en 24 horas; la sala situacional por Covid19 en Jalisco reveló ese mismo día datos de una movilidad que crecía de manera constante dando algunas nuevas perspectivas del avance de la pandemia:

Si se lograra una movilidad del 40% como en un principio Jalisco podría llegar para el primero de Julio con 11 mil 500 casos acumulados, sin embargo el pronóstico cambia, al calcular que esta semana no llegamos ni al 30% lo que se transforma en un pronóstico de 140 mil casos para la misma fecha, números que advierten el costo que tendría el estado para controlar y atender ese número de contagio, o asumir el costo de parar, que ya ha traído consecuencias trágicas.

La situación hoy se torna más difícil pues las decisiones tomadas han hecho ilusiones a pequeños empresarios para regresar a la labor, a la venta, a la productividad; sin embargo desde antes del 1 de Junio, cientos de personas ya paseaban por calles y avenidas sin la mínima protección, se conglomeraba en establecimientos como cervecerías y centros de consumo generando riesgo.

El gobierno del estado en ese momento giraba instrucciones a los municipios para “castigar” a esos establecimientos que no acataron las reglas, situación que solo escuchamos y leimos pero no atestiguamos con la acción que merecía como parte de una tolerancia cero como se dijo el Miércoles por parte del ejecutivo al entender que no se trata de algo político sino de salud. La decisión en ese entorno se vuelve más difícil porque en un gobernante la balanza tiene en cada plato: la salud y la economía; en Jalisco al tiempo se contrajo una deuda de 6 mil 200 millones de pesos, pero no alcanzaría a sufragar el costo de un confinamiento nuevamente, pues las cuentas están para el daño de esa primera etapa donde más de 7 mil 200 negocios estarían cerrando en el estado según pronóstico de la Cámara de Comercio de Guadalajara.

Esta semana, por cierto, también se notó un cierto cambio conductual en quienes no creían en el Covid 19 al enterarse que cercanos, con nombre y apellido estaban con prueba en trámite o ya hospitalizados, pero en el entendido que las acciones que no tomaron los ponen en mayor riesgo, y se abrió el nuevo debate: ¿de quién es la culpa?

El estado está recibiendo los casos, los está atendiendo, pero estoy seguro que sobre el escritorio del ejecutivo están datos, cifras, pronósticos y proyecciones que pudieran darle un giro a esta Fase Cero, respetar el semáforo en Rojo y buscar en la medida una nueva estrategia para que un nuevo posible confinamiento obligue a priorizar la salud de los gobernados, una medida antipopular cierto, y más cuando se piensa en política en tiempos de pandemia.

No está “Domada” la pandemia como aseguró en varias ocasiones el presidente Andrés Manuel López Obrador, y la desmentida fue por parte del vocero y científico de su gabinete Hugo López-Gatell el 2 de Junio en una entrevista mientras su jefe cumplía con su gira en el Sureste Mexicano; así, en un país en semáforo en rojo y sin guardar sana distancia, sin cumplir el protocolo del uso de gel anti bacterial y cubre bocas.

En Jalisco, el Gobierno del estado permitió junto con los municipios la reactivación económica mediante un protocolo de requisitos y un distintivo, pero muchos se adelantaron a ese primero de Junio, muchos advirtieron que en el mensaje de la implementación de la Fase Cero y el regreso a la nueva Normalidad estaba implícito un mensaje erróneo de salir como si nada a las calles. Pero el tema se complicó, justo el 2 de Junio un día después considerado el más grave en este tema: 223 nuevos casos y 16 decesos en 24 horas; la sala situacional por Covid19 en Jalisco reveló ese mismo día datos de una movilidad que crecía de manera constante dando algunas nuevas perspectivas del avance de la pandemia:

Si se lograra una movilidad del 40% como en un principio Jalisco podría llegar para el primero de Julio con 11 mil 500 casos acumulados, sin embargo el pronóstico cambia, al calcular que esta semana no llegamos ni al 30% lo que se transforma en un pronóstico de 140 mil casos para la misma fecha, números que advierten el costo que tendría el estado para controlar y atender ese número de contagio, o asumir el costo de parar, que ya ha traído consecuencias trágicas.

La situación hoy se torna más difícil pues las decisiones tomadas han hecho ilusiones a pequeños empresarios para regresar a la labor, a la venta, a la productividad; sin embargo desde antes del 1 de Junio, cientos de personas ya paseaban por calles y avenidas sin la mínima protección, se conglomeraba en establecimientos como cervecerías y centros de consumo generando riesgo.

El gobierno del estado en ese momento giraba instrucciones a los municipios para “castigar” a esos establecimientos que no acataron las reglas, situación que solo escuchamos y leimos pero no atestiguamos con la acción que merecía como parte de una tolerancia cero como se dijo el Miércoles por parte del ejecutivo al entender que no se trata de algo político sino de salud. La decisión en ese entorno se vuelve más difícil porque en un gobernante la balanza tiene en cada plato: la salud y la economía; en Jalisco al tiempo se contrajo una deuda de 6 mil 200 millones de pesos, pero no alcanzaría a sufragar el costo de un confinamiento nuevamente, pues las cuentas están para el daño de esa primera etapa donde más de 7 mil 200 negocios estarían cerrando en el estado según pronóstico de la Cámara de Comercio de Guadalajara.

Esta semana, por cierto, también se notó un cierto cambio conductual en quienes no creían en el Covid 19 al enterarse que cercanos, con nombre y apellido estaban con prueba en trámite o ya hospitalizados, pero en el entendido que las acciones que no tomaron los ponen en mayor riesgo, y se abrió el nuevo debate: ¿de quién es la culpa?

El estado está recibiendo los casos, los está atendiendo, pero estoy seguro que sobre el escritorio del ejecutivo están datos, cifras, pronósticos y proyecciones que pudieran darle un giro a esta Fase Cero, respetar el semáforo en Rojo y buscar en la medida una nueva estrategia para que un nuevo posible confinamiento obligue a priorizar la salud de los gobernados, una medida antipopular cierto, y más cuando se piensa en política en tiempos de pandemia.