Seguridad y justicia son de los principales retos de los recién electos para encabezar gobiernos federales, estatales y municipales. Ellos (as) ya deben estar planeando acciones en la materia para cuando arranquen sus gobiernos. Este será un gran desafío que además servirá para medir su capacidad y constatar si el cambio ofrecido es verdadero o sólo fue un cambio de colores y personas.
En el ámbito de la justicia el panorama es muy complicado y merece tema aparte pues se trata de un poder (el Judicial) Constitucionalmente autónomo, también corroído por la corrupción.
En la seguridad, los gobiernos salientes han fallado principalmente por la corrupción, la impunidad y la ineficiencia. La inadecuada aplicación del nuevo sistema de justicia penal tiene en la calle a innumerables infractores de la Ley Penal reincidentes. Esto ha generado impotencia y psicosis que en algunos casos han desatado actos de justicia por propia mano, lo que significa un grave retroceso.
Los gobiernos por estrenarse, deben considerar alternativas para mejorar la seguridad y la tecnología ofrece grandes ventajas que no han sido debidamente aprovechadas, como el caso de la videovigilancia. Las videocámaras inteligentes tienen mucho tiempo utilizándose en ciudades del mundo, donde los delitos han disminuido en más de un 50%. Por ejemplo: China tiene instaladas 170 millones de cámaras para vigilar a sus más de1,400 millones habitantes y en Londres cada año se detienen miles de infractores gracias a su sistema de videovigilancia por circuito cerrado. Cada que se captura a un infractor, se le toma una foto digital del rostro y se almacena en una base de datos en la cual reposan todos los rostros digitalizados de quienes tienen antecedentes delictivos, hayan ido o no al juez. Las cámaras instaladas en puntos estratégicos registran a las personas que circulan por la calle, les graban el rostro y lo conforman contra aquellos almacenados en la base de datos, donde de coincidir, ponen a esa persona en estado de alerta y la monitorean desde el centro de control en coordinación con la policía, por si comete un delito. También se generan alertas cuando las cámaras detectan amontonamiento de personas o automóviles en lugares donde no es frecuente, para que se tomen medidas.
En la Zona Metropolitana de Guadalajara se concentra la mayoría de delitos cometidos en la entidad, incluido los homicidios dolosos y a pesar de que se han invertido cuantiosas sumas de dinero en proyectos de videovigilancia, estos (El Escudo Urbano, el C5 y el C4) funcionan a medias. Tampoco se ha legislado en la entidad sobre el tema especialmente en lo que tiene que ver con la protección de datos personales y evitar el uso de ese sistema para estigmatizar o estereotipar a personas por su apariencia.
La videovigilancia debe ser para los nuevos gobiernos una herramienta imprescindible en el combate a la inseguridad. Su eficacia está plenamente demostrada. Instrumentar un sistema sólido de vigilancia, bajaría notablemente la incidencia delictiva y disminuiría los altos costos operativos que generan los patrullajes policiacos.
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