Cuanta miseria de progenitora la de los integrantes de la actual legislatura. El día de mañana seremos testigos, pero principalmente lo serán, todos los aspirantes, quienes formaron parte del primer acto de la comedia, buscando, la gran mayoría con toda legitimidad, pero lamentablemente con toda ingenuidad, ser magistrados del tristemente célebre Poder Judicial del Estado, el mismo que transita por la peor época de su historia, pues al día de hoy carece de honestidad, de calidad, de talento y por el contrario, se encuentra revestido de la peor imagen en todos los sentidos, sin el más elemental indicio de un cambio positivo.
Todo parece indicar que, el Poder Judicial del Estado seguirá de picada, atendiendo a la manipulación en la designación de los ya elegidos, quienes se avizoran que, el día de mañana se integren a dicho poder, de quienes se dice que, serán designados, de acuerdo a las calificaciones supuestamente obtenidas, pero la realidad es que, tienen desde antes, la bendición del ejecutivo estatal, a través de la vendimia de algunas plaza, esas que según díceres, son más caras que lo que costaron las anteriores, según lo denunció públicamente Herbert Taylor Arthur, quien precisó que, el vendedor de magistraturas y plazas de jueces sería, José María Martínez.
No obstante el anterior señalamiento, la Fiscalía Anticorrupción guarda silencio, pues a su titular le preocupa más, el supuesto trato indigno hacia algunos cadáveres, delito que tratan de imputarme y que, dicho sea de paso, actualmente sí se da un trato indigno a los cadáveres; sin embargo, cabe destacar que, desde aquellas fechas y hasta el día de hoy, la responsabilidad de los cadáveres es única y exclusivamente de la Fiscalía General del Estado.
Es evidente que, las supuestas mejores calificaciones, mismas que encabezan la lista de los aspirantes, tanto en el caso de las femeninas, donde estoy cierto, porque las conozco que, sí hay algunas mejores que, las que encabezan la lista, aseverando tal expresión, dado que las conozco y si bien no son de mala fama, hay otras juezas y otras de la profesión libre con mejor perfil, preparación y experiencia.
En esa repartición que, dizque ya no sucedería en la presente administración, esas cuotas que se asignan al PAN, al PRI y a MORENA, mejor sería se abstuvieran de vender dichas plazas y se dieran a la tarea de seleccionar las mejores opciones de entre los aspirantes, a quienes les corresponderá ocupar esos cargos, lo anterior en aras de que no se encarezca más, de lo que ya de por sí está, la vendimia de la justicia.
En el caso de los varones, ya estaba más que anunciada la presencia de Talamantes Lovato, quien está encarrilado para ser presidente del Tribunal de Justicia al final de la administración para poder cuidar las espaldas, mismo caso del Juez García Valencia, quien es un buen operador en los juicios que conllevan intereses políticos del gobierno.
Sin lugar a dudas, quienes encabezan la lista de aspirantes, tanto en el caso de las damas, como en el de los varones de quienes no apuesto sean caballeros, evidentemente es la parcela que, el gobernador y uno que otro político, se adjudican en el Poder Judicial del Estado y el resto, es el resultado de las cuotas a grupos y partidos que reinan en el estado.
Con todo lo anterior, el día de mañana, no obstante que quisiera estar totalmente equivocado en ello, sabremos desde la cesión del pleno del Tribunal de Justicia del Estado, cómo concluirá la tragicomedia convocada por el Poder Legislativo, pero que no se castigue un día la mentira, castigo que amerite cárcel sin derecho a fianza, esa mentira deriva de los políticos, así como la rendida ante las autoridades en el ejercicio de sus funciones, porque para el día en que eso suceda, habrá que circular al estado con cuatro paredes y sendas rejas, dada la facilidad con la que mienten el ejecutivo estatal, los municipales y de los representantes de los poderes legislativo y judicial mejor ni hablamos, al fin y al cabo la sociedad jalisciense aguanta eso y más, afectada ésta en todos sus sectores: la iniciativa privada, la clase obrera, los profesionistas, los académicos.
Director del Observatorio Académico de Justicia y Seguridad Pública de la División de Estudios Jurídicos de la Universidad de Guadalajara.
