Como bien lo dijera el entonces presidente Donald Trump, “agaché a el presidente López Obrador”, cuando lo hizo que bloqueara la frontera sur del país con el ejercito mexicano, así nos tiene igualmente el presidente López Obrador, a toda la sociedad mexicana, que cuando mucho se queja de la sangre que cotidianamente se derrama por todo el país que en esta administración ya suman mas de ciento ochenta mil homicidios violentos y otra cantidad de desaparecidos, donde en especial en Jalisco, mas desaparecen y ya no en lo individual, sino hasta en grupos, pero lo mas lamentable, que es la perdida de la capacidad de asombro, si bien es cierto, que la sociedad se lamenta de cada evento criminal y ahora que el linchamiento se ha actualizado en distintos rumbos de la república, donde el ejército, la guardia nacional, las policías estatales y municipales, solamente son testigos de todo eso que acontece, a grado tal que hasta el gobernador de Sinaloa, cuando es cuestionado por la desaparición de personas en esa entidad, tiene la desvergüenza, la deshonestidad, la cobardía, lo inútil e incapacidad para gobernar, a grado tal de solamente declarar “que son cosas que pasan”.
Pareciera que se ha perdido la conciencia en toda la sociedad, ya que ni los partidos políticos, ni las sociedades civiles de profesionistas, de técnicos, de industriales, de padres de familia, religiosas, partidos políticos, de adultos mayores, jóvenes, de todos los estratos sociales, si bien es cierto que hay manifestaciones, en pequeños espacios, de indignación, de coraje, de impotencia, también es cierto que nos ha faltado la capacidad de decisión para enfrentar a un gobierno que en ninguno de los rubros de su responsabilidad nos ha cumplido, ya que si el valor mayor que se tiene que es el de la vida, no se nos garantiza, todo lo demás es irrelevante, creo que es urgente el que cada uno en nuestro espacio hagamos un análisis de la realidad que se vive en este país y si alguien aun no sufre la comisión de un delito, en su persona o en su familia, no espere a que esto le suceda, que nadie en este país esta ajeno a que algo le suceda, frente a la indiferencia, la incapacidad, la irresponsabilidad, el cinismo y el más mínimo interés en enfrentar esta problemática tan trágica y dramática que se vive por todos los rincones de la patria, no puede ser consuelo de nadie el que en otros países la situación no sea mejor, porque será consuelo de una sociedad mediocre, inútil, irresponsable, incapaz, deshonesta, cobarde y entreguista a un régimen carente de la mas elemental capacidad para gobernar y sobre todo, carente de honestidad, de congruencia, de lealtad, de orgullo, de talento y de honor, para garantizar y reestablecer la soberanía en toda la extensión de la palabra, ya que frente a esta realidad no se puede hablar de un pueblo libre y soberano, sino todo lo contrario.
Es por demás urgente y necesario el enfrentar a un gobierno en funciones que, como ya lo manifesté, nos tiene por demás, en el mas absoluto abandono y desprecio ante la situación desastrosa, evidente e innegable.
MTRO. LUIS OCTAVIO COTERO BERNAL.
