/ martes 12 de octubre de 2021

Defensa de la vida y protección de las mujeres

En pleno siglo XXI, nuestro país es un territorio preocupantemente hostil contra la vida y las mujeres, una situación que -desde las instituciones públicas- debemos atender como el más grave de los dolores públicos a los que se enfrenta nuestra sociedad.

Según cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, hasta agosto del 2021, México registraba prácticamente 172 mil delitos contra la vida y la integridad corporal de las personas, de los cuales alrededor de 30 mil son homicidios. Entre éstas lamentables cifras encontramos además, cuando menos, 672 feminicidios, lo que representa una cifra agraviante e inaceptablemente dolorosa.

Resulta lamentable advertir que la hostilidad contra la vida prolonga sus efectos en dos de los grupos de mayor vulnerabilidad en México: las mujeres y los niños, éstos últimos incluso desde el momento de su concepción.

Según los últimos datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad, México registra en el presente año cuando menos 18 mil abusos sexuales, más de 10 mil violaciones simples y casi 200 mil delitos contra la familia, en todos estos casos, es de dominio público que las principales víctimas son mujeres y niños.

Ante este escenario, resulta urgente garantizar un debate nacional que nos permita comprender, atender y solucionar esa hostilidad contra la vida de los niños y la seguridad e integridad de las mujeres que hoy caracteriza a México, y que se traduce en hasta 750 mil abortos, según diversas fuentes y agencias en la materia, o en más de 46 mil delitos contra la libertad y la seguridad sexual según cifras oficiales.

En México resulta urgente comprender que el debate debe centrarse en cómo decir SÍ A LA VIDA, construyendo juntos alternativas que nos permitan fortalecer a la mujer mejorando su calidad de vida y cómo buscar alternativas de vida para nuestras niñas y niños; hoy sabemos por ejemplo que 9 de cada 10 mujeres gestante que recibieron apoyo y acompañamiento en el proceso de concepción, decidieron no abortar.

Esa debe ser la apuesta: el cuidado de la mujer gestante y el fortalecimiento de una cultura a favor de la vida en todas sus manifestaciones, una postura sostenida el pasado 03 de junio por más de 1 millón de mujeres y hombres quienes, de manera libre y pacífica, se manifestaron a favor de la mujer y de la vida, en más de 80 ciudades de México.

Como Diputado de un partido que defiende la vida desde su concepción, como es el PAN, pero sobre todo como padre y esposo, estoy convencido que el trabajo institucional desde cada trinchera del sector público debe buscar la protección y cuidado de la vida y de las mujeres en este país, siendo nuestra consigna garantizar la vida de todas las personas en condiciones de dignidad, así como la protección y el cuidado de las mujeres en todo México.


* Diputado federal PAN

En pleno siglo XXI, nuestro país es un territorio preocupantemente hostil contra la vida y las mujeres, una situación que -desde las instituciones públicas- debemos atender como el más grave de los dolores públicos a los que se enfrenta nuestra sociedad.

Según cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, hasta agosto del 2021, México registraba prácticamente 172 mil delitos contra la vida y la integridad corporal de las personas, de los cuales alrededor de 30 mil son homicidios. Entre éstas lamentables cifras encontramos además, cuando menos, 672 feminicidios, lo que representa una cifra agraviante e inaceptablemente dolorosa.

Resulta lamentable advertir que la hostilidad contra la vida prolonga sus efectos en dos de los grupos de mayor vulnerabilidad en México: las mujeres y los niños, éstos últimos incluso desde el momento de su concepción.

Según los últimos datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad, México registra en el presente año cuando menos 18 mil abusos sexuales, más de 10 mil violaciones simples y casi 200 mil delitos contra la familia, en todos estos casos, es de dominio público que las principales víctimas son mujeres y niños.

Ante este escenario, resulta urgente garantizar un debate nacional que nos permita comprender, atender y solucionar esa hostilidad contra la vida de los niños y la seguridad e integridad de las mujeres que hoy caracteriza a México, y que se traduce en hasta 750 mil abortos, según diversas fuentes y agencias en la materia, o en más de 46 mil delitos contra la libertad y la seguridad sexual según cifras oficiales.

En México resulta urgente comprender que el debate debe centrarse en cómo decir SÍ A LA VIDA, construyendo juntos alternativas que nos permitan fortalecer a la mujer mejorando su calidad de vida y cómo buscar alternativas de vida para nuestras niñas y niños; hoy sabemos por ejemplo que 9 de cada 10 mujeres gestante que recibieron apoyo y acompañamiento en el proceso de concepción, decidieron no abortar.

Esa debe ser la apuesta: el cuidado de la mujer gestante y el fortalecimiento de una cultura a favor de la vida en todas sus manifestaciones, una postura sostenida el pasado 03 de junio por más de 1 millón de mujeres y hombres quienes, de manera libre y pacífica, se manifestaron a favor de la mujer y de la vida, en más de 80 ciudades de México.

Como Diputado de un partido que defiende la vida desde su concepción, como es el PAN, pero sobre todo como padre y esposo, estoy convencido que el trabajo institucional desde cada trinchera del sector público debe buscar la protección y cuidado de la vida y de las mujeres en este país, siendo nuestra consigna garantizar la vida de todas las personas en condiciones de dignidad, así como la protección y el cuidado de las mujeres en todo México.


* Diputado federal PAN