/ martes 5 de diciembre de 2023

La preocupación presupuestal para 2024

Una vez más, Morena y sus partidos satélites en la Cámara de Diputados han aprobado un paquete presupuestal que se aleja de las necesidades del país y se ciñe exclusivamente en cumplir los caprichos del Presidente.

Ni siquiera la tragedia en Guerrero motivó a estos grupos parlamentarios para asegurar en el presupuesto 2024 recursos suficientes para la reconstrucción de Acapulco. Nuevamente hubo oídos sordos para solicitudes presupuestales fundamentales para el desarrollo tales como el fortalecimiento de la infraestructura carretera, hídrica, educativa, y de salud.

Una vez más, cerrazón absoluta a las propuestas para apoyar a sectores golpeados por la pandemia, como el restaurantero o el de los negocios familiares; para fortalecer a las instituciones públicas de educación superior, la seguridad en estados y municipios o la adquisición de medicamentos para niños con cáncer.

Pero lo más grave es que se aprobó un presupuesto que pone en riesgo a la economía del país y limita la acción de la próxima presidencia. El Fondo Monetario Internacional, ha alertado que el presupuesto federal de México para 2024 enfrentará presiones ante menores ingresos y más gastos, incluidos los destinados a las grandes obras insignia de la actual administración, por lo que el siguiente gobierno enfrentará dificultades fiscales.

Por ello, resulta particularmente delicado que casi el 11% del presupuesto se dirija únicamente a 22 programas y a las obras de infraestructura capricho del Presidente; ligando así el futuro mexicano a obras faraónicas que se encarecen día con día como el Tren Maya, Dos Bocas o el Aeropuerto Felipe Ángeles, así como a programas opacos, sin resultados y únicamente de corte electorero como Sembrando Vida, Jóvenes Construyendo el Futuro o Producción para el Bienestar.

Con esta política fiscal basada en el capricho, el derroche y el dispendio, no es de extrañar que se tenga que acudir a la deuda. Como ya lo hemos establecido, sin aprender de errores del pasado el Presidente sigue endeudando al país a un ritmo vertiginoso, en 2019 la deuda per cápita -en promedio por cada persona- fue de 109 mil 818 pesos; para el 2024 será de 126 mil 818 pesos.

Ante este negro panorama, es necesario que la sociedad despierte y entienda que lo que está en riesgo es el patrimonio de los mexicanos. Por ello, durante 2024, el Grupo Parlamentario del PAN en la Cámara de Diputados buscará evitar que se sigan afectando los ingresos y la economía de la sociedad mexicana.

Esta situación nos motiva a seguir impulsando la construcción de un presupuesto más justo en alianza con la sociedad, a continuar insistiendo en entender -y sobre todo emplear- al gasto público como una herramienta estratégica de desarrollo y no como un instrumento electoral al servicio del gobierno.

Una vez más, Morena y sus partidos satélites en la Cámara de Diputados han aprobado un paquete presupuestal que se aleja de las necesidades del país y se ciñe exclusivamente en cumplir los caprichos del Presidente.

Ni siquiera la tragedia en Guerrero motivó a estos grupos parlamentarios para asegurar en el presupuesto 2024 recursos suficientes para la reconstrucción de Acapulco. Nuevamente hubo oídos sordos para solicitudes presupuestales fundamentales para el desarrollo tales como el fortalecimiento de la infraestructura carretera, hídrica, educativa, y de salud.

Una vez más, cerrazón absoluta a las propuestas para apoyar a sectores golpeados por la pandemia, como el restaurantero o el de los negocios familiares; para fortalecer a las instituciones públicas de educación superior, la seguridad en estados y municipios o la adquisición de medicamentos para niños con cáncer.

Pero lo más grave es que se aprobó un presupuesto que pone en riesgo a la economía del país y limita la acción de la próxima presidencia. El Fondo Monetario Internacional, ha alertado que el presupuesto federal de México para 2024 enfrentará presiones ante menores ingresos y más gastos, incluidos los destinados a las grandes obras insignia de la actual administración, por lo que el siguiente gobierno enfrentará dificultades fiscales.

Por ello, resulta particularmente delicado que casi el 11% del presupuesto se dirija únicamente a 22 programas y a las obras de infraestructura capricho del Presidente; ligando así el futuro mexicano a obras faraónicas que se encarecen día con día como el Tren Maya, Dos Bocas o el Aeropuerto Felipe Ángeles, así como a programas opacos, sin resultados y únicamente de corte electorero como Sembrando Vida, Jóvenes Construyendo el Futuro o Producción para el Bienestar.

Con esta política fiscal basada en el capricho, el derroche y el dispendio, no es de extrañar que se tenga que acudir a la deuda. Como ya lo hemos establecido, sin aprender de errores del pasado el Presidente sigue endeudando al país a un ritmo vertiginoso, en 2019 la deuda per cápita -en promedio por cada persona- fue de 109 mil 818 pesos; para el 2024 será de 126 mil 818 pesos.

Ante este negro panorama, es necesario que la sociedad despierte y entienda que lo que está en riesgo es el patrimonio de los mexicanos. Por ello, durante 2024, el Grupo Parlamentario del PAN en la Cámara de Diputados buscará evitar que se sigan afectando los ingresos y la economía de la sociedad mexicana.

Esta situación nos motiva a seguir impulsando la construcción de un presupuesto más justo en alianza con la sociedad, a continuar insistiendo en entender -y sobre todo emplear- al gasto público como una herramienta estratégica de desarrollo y no como un instrumento electoral al servicio del gobierno.