/ domingo 16 de septiembre de 2018

Sólo conmemoración

El sábado último por todos los rincones de país y allende las fronteras se conmemoró la gesta histórica de la independencia de nuestra patria de la colonia española.

Los españoles nos tuvieron por más de doscientos años sometidos y que desafortunadamente no le faltaron traidores a nuestra gente que le permitieran la conquista y el sometimiento que permitieron la explotación del trabajo de nuestros nacionales, de nuestros recursos naturales tanto minerales como agrícolas, ya sea silvestres o de cultivo, de la mar y de nuestros grandes territorios fértiles que permitían la cosecha de inmensas cantidades de productos alimenticios de exportación ya que desafortunadamente a nuestros campesinos sólo les tocaba las migajas de aquello.

Se invocaron los nombres en la conmemoración de aquellos héroes que nos dieron patria, constituyeron una república con un sistema de gobierno propio que nos permitiera crecer y desarrollarnos como un gran país y que esos héroes si hoy renacieran seguro estoy de que se volverían a morir al ver como los gobiernos fueron rebasados y sometidos por los criminales a quienes se les ha reconocido estultamente su organización a grado tal que así se asienta en los códigos penales de este país, donde el Congreso de la Unión integrado por 628 legisladores entre diputados y senadores; antes de haber cometido semejante barbaridad jurídica debieron haber obligado a los responsables del orden y la paz social de este país ya sea destituyéndolos o encarcelándolos en su caso, mediante las instituciones jurídicas como el juicio político instituido en la constitución y los delitos tipificados en las distintas leyes que sanciona la acción o la omisión ilícita de aquel servidor público que no cumple cabalmente con su encomienda; instituciones que son letra muerta pues a nadie convence la simulación de los escasos o aislados juicios y responsabilidades fincados a algunos gobernadores que por las pifias jurídicas intencionalmente elaboradas en las causas criminales, vendrán a culminar con resoluciones que lejos de la justicia sólo generaran un vez más la impunidad que es el peor lastre en nuestra sociedad.

No cree usted amigo lector, que para reestablecer el orden de gobierno y social sólo lo lograremos, restableciendo en nosotros mismos el honor, la honestidad, la dignidad y la acción de toda la sociedad, haciendo cada quien lo propio y exigiendo a quien quiso ser servidor público y se le dio la oportunidad, así lo haga y que de no hacerlo, guardando la proporción, entre el gobernante y el gobernado ya que en el pedir está el dar y si no respetamos al gobernante no le podemos exigir el que nos respete, que cuando no lo haga sin ningún recalco denunciémoslo y ya no permitamos la impunidad por cobardía, esperando que otro de nosotros venga a hacer lo que nosotros debimos de haber cumplido y que desafortunadamente eso nos ha llevado a esta anarquía que hoy padece nuestra sociedad.

No es necesario ser héroes del tamaño del ciervo de la nación o de cualquier otro independista o un hombre ilustre como el benemérito de las américas que nos sobran ejemplos a seguir si hacemos acopio de todo el valor civil que cada mexicano poseemos; la vergüenza y dignidad que debemos mantener para hacer que los que se quedan tengan el ejemplo y la responsabilidad de ser unos buenos ciudadanos que hagan una patria más digna de vivirse, de disfrutarse, de engrandecer y de presumir, que no permita la exhibición mundial de asesinos, bandoleros, pillos y traidores que poco o nada nos beneficia en todo el contexto mundial y peor aún en nuestro propio seno al no encontrar un derecho seguro y cierto, mucho menos un espacio seguro en el que podamos disfrutar de nuestro trabajo, de nuestro esparcimiento y lo más importante de la familia.

Como siempre mis compañeros abogados, vámonos juntado dos tan siquiera para hacer causa común en pos de una patria mejor que un día sea digna de celebrar y no tan sólo de conmemorar.

locb15@hotmail.com

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El sábado último por todos los rincones de país y allende las fronteras se conmemoró la gesta histórica de la independencia de nuestra patria de la colonia española.

Los españoles nos tuvieron por más de doscientos años sometidos y que desafortunadamente no le faltaron traidores a nuestra gente que le permitieran la conquista y el sometimiento que permitieron la explotación del trabajo de nuestros nacionales, de nuestros recursos naturales tanto minerales como agrícolas, ya sea silvestres o de cultivo, de la mar y de nuestros grandes territorios fértiles que permitían la cosecha de inmensas cantidades de productos alimenticios de exportación ya que desafortunadamente a nuestros campesinos sólo les tocaba las migajas de aquello.

Se invocaron los nombres en la conmemoración de aquellos héroes que nos dieron patria, constituyeron una república con un sistema de gobierno propio que nos permitiera crecer y desarrollarnos como un gran país y que esos héroes si hoy renacieran seguro estoy de que se volverían a morir al ver como los gobiernos fueron rebasados y sometidos por los criminales a quienes se les ha reconocido estultamente su organización a grado tal que así se asienta en los códigos penales de este país, donde el Congreso de la Unión integrado por 628 legisladores entre diputados y senadores; antes de haber cometido semejante barbaridad jurídica debieron haber obligado a los responsables del orden y la paz social de este país ya sea destituyéndolos o encarcelándolos en su caso, mediante las instituciones jurídicas como el juicio político instituido en la constitución y los delitos tipificados en las distintas leyes que sanciona la acción o la omisión ilícita de aquel servidor público que no cumple cabalmente con su encomienda; instituciones que son letra muerta pues a nadie convence la simulación de los escasos o aislados juicios y responsabilidades fincados a algunos gobernadores que por las pifias jurídicas intencionalmente elaboradas en las causas criminales, vendrán a culminar con resoluciones que lejos de la justicia sólo generaran un vez más la impunidad que es el peor lastre en nuestra sociedad.

No cree usted amigo lector, que para reestablecer el orden de gobierno y social sólo lo lograremos, restableciendo en nosotros mismos el honor, la honestidad, la dignidad y la acción de toda la sociedad, haciendo cada quien lo propio y exigiendo a quien quiso ser servidor público y se le dio la oportunidad, así lo haga y que de no hacerlo, guardando la proporción, entre el gobernante y el gobernado ya que en el pedir está el dar y si no respetamos al gobernante no le podemos exigir el que nos respete, que cuando no lo haga sin ningún recalco denunciémoslo y ya no permitamos la impunidad por cobardía, esperando que otro de nosotros venga a hacer lo que nosotros debimos de haber cumplido y que desafortunadamente eso nos ha llevado a esta anarquía que hoy padece nuestra sociedad.

No es necesario ser héroes del tamaño del ciervo de la nación o de cualquier otro independista o un hombre ilustre como el benemérito de las américas que nos sobran ejemplos a seguir si hacemos acopio de todo el valor civil que cada mexicano poseemos; la vergüenza y dignidad que debemos mantener para hacer que los que se quedan tengan el ejemplo y la responsabilidad de ser unos buenos ciudadanos que hagan una patria más digna de vivirse, de disfrutarse, de engrandecer y de presumir, que no permita la exhibición mundial de asesinos, bandoleros, pillos y traidores que poco o nada nos beneficia en todo el contexto mundial y peor aún en nuestro propio seno al no encontrar un derecho seguro y cierto, mucho menos un espacio seguro en el que podamos disfrutar de nuestro trabajo, de nuestro esparcimiento y lo más importante de la familia.

Como siempre mis compañeros abogados, vámonos juntado dos tan siquiera para hacer causa común en pos de una patria mejor que un día sea digna de celebrar y no tan sólo de conmemorar.

locb15@hotmail.com

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