/ miércoles 28 de abril de 2021

Bien protegidos contra el Covid-19


Muy importante es que tanto los responsables del plan contra el coronavirus, como la población en general, nos pongamos las pilas en lo que trata a protección de la salud, ahora que se avecinan festividades como el Día del Niño y el Día de la Madre.

La necesidad de que se aumenten los niveles de defensa de la comunidad es evidente, por lo que debemos tener mucho cuidado de no caer en pecados de omisión, ni en actitudes de tibieza en esta situación de emergencia que tenemos enfrente. ¡Hay que echarle ganas en todo lo referente a la protección de todos nosotros, en toda la medida de nuestro alcance!

Cierto que la campaña de vacunación está en marcha y está casi a la vista el momento en que se cumpla la meta de aplicar el biológico a la mayoría de los connacionales, de todas las edades. Pero también es cierto que entre tanto, lo mismo las autoridades que la ciudadanía, tenemos la fuerte obligación de protegernos por nuestra cuenta.

¿Cómo hacerlo?

Pues bueno, hasta donde es posible saberlo y conforme no sólo a experiencias personales, sino además tomando en cuenta opiniones de expertos, las recomendaciones principales son: Ingerir vitaminas C o D, ya sea de patente o en productos naturales, como el limón, la naranja, frutas y vegetales; hacer ejercicio de manera cotidiana; no escatimar las horas de sueño y de reposo en general. Independientemente de usar cubre-bocas todas las veces que se salga de casa; y al regreso, someterse a una desinfección general, que debe hacerse rociándose corporalmente con alcohol u otro sanitizante. Hacer lo mismo con el calzado, incluyendo obviamente la suela; y darse un buen baño. Hay quienes agregan a estas recomendaciones un trago de licor, a manera de desinfección de la gargante, pero si esto no es posible, cuando menos ingerir bastante agua, a fin de que posible bichos sean trasladados al estómago, donde serían destruidos por los jugos gástricos. Asimismo, evitar las reuniones familiares, que ya está probado son factor de contagio.

Y así sucesivamente.

Claro que nosotros no somos nadie para señalar las recomendaciones que se deben tomar a medida de prevención. Y precisamente por eso es que las autoridades competentes son las llamadas a cumplir este tipo de obligaciones, lo que deben hacer de manera urgente y con un método insistente. Lo ideal sería machacar hasta el cansancio para que estas convocatorias a la protección no caigan en el vacío, sino que se conviertan en un hábito altamente provechoso.

Porque en este asunto de los riesgos hay dos cosas que deben tomarse en cuenta: 1.-Es un hecho que tanto comerciantes como industriales y prestadores de servicios, tienen la necesidad de mantenerse en funciones para que sus negocios se conserven siquiera flotantes y continúen siendo factor principal de la economía; 2.- Ya que se va a permitir que la gente salga a la calle, cuando menos hay que prepararla para que cuando enfrente a este poderoso enemigo que es el coronavirus, vaya siquiera medianamente armada y no sea presa fácil de la enfermedad.

Estamos en guerra contra la pandemia. Los virus atacan. ¿Por qué no hacer todo lo que está a nuestro alcance para defendernos?

La modorra no es buena consejera y hay que echarle ganas para defendernos, manteniéndonos en las mejores condiciones de salud y con el más alto nivel de defensa orgánica. Es posible. Sólo hay que hacerlo.

Y la autoridad podría hacernos el favor de realizar labores de propaganda y concientización en este sentido. Intensas labores que verdaderamente cumplan su propósito de convencimiento. Hay que echarle ganas.

* Periodista


Muy importante es que tanto los responsables del plan contra el coronavirus, como la población en general, nos pongamos las pilas en lo que trata a protección de la salud, ahora que se avecinan festividades como el Día del Niño y el Día de la Madre.

La necesidad de que se aumenten los niveles de defensa de la comunidad es evidente, por lo que debemos tener mucho cuidado de no caer en pecados de omisión, ni en actitudes de tibieza en esta situación de emergencia que tenemos enfrente. ¡Hay que echarle ganas en todo lo referente a la protección de todos nosotros, en toda la medida de nuestro alcance!

Cierto que la campaña de vacunación está en marcha y está casi a la vista el momento en que se cumpla la meta de aplicar el biológico a la mayoría de los connacionales, de todas las edades. Pero también es cierto que entre tanto, lo mismo las autoridades que la ciudadanía, tenemos la fuerte obligación de protegernos por nuestra cuenta.

¿Cómo hacerlo?

Pues bueno, hasta donde es posible saberlo y conforme no sólo a experiencias personales, sino además tomando en cuenta opiniones de expertos, las recomendaciones principales son: Ingerir vitaminas C o D, ya sea de patente o en productos naturales, como el limón, la naranja, frutas y vegetales; hacer ejercicio de manera cotidiana; no escatimar las horas de sueño y de reposo en general. Independientemente de usar cubre-bocas todas las veces que se salga de casa; y al regreso, someterse a una desinfección general, que debe hacerse rociándose corporalmente con alcohol u otro sanitizante. Hacer lo mismo con el calzado, incluyendo obviamente la suela; y darse un buen baño. Hay quienes agregan a estas recomendaciones un trago de licor, a manera de desinfección de la gargante, pero si esto no es posible, cuando menos ingerir bastante agua, a fin de que posible bichos sean trasladados al estómago, donde serían destruidos por los jugos gástricos. Asimismo, evitar las reuniones familiares, que ya está probado son factor de contagio.

Y así sucesivamente.

Claro que nosotros no somos nadie para señalar las recomendaciones que se deben tomar a medida de prevención. Y precisamente por eso es que las autoridades competentes son las llamadas a cumplir este tipo de obligaciones, lo que deben hacer de manera urgente y con un método insistente. Lo ideal sería machacar hasta el cansancio para que estas convocatorias a la protección no caigan en el vacío, sino que se conviertan en un hábito altamente provechoso.

Porque en este asunto de los riesgos hay dos cosas que deben tomarse en cuenta: 1.-Es un hecho que tanto comerciantes como industriales y prestadores de servicios, tienen la necesidad de mantenerse en funciones para que sus negocios se conserven siquiera flotantes y continúen siendo factor principal de la economía; 2.- Ya que se va a permitir que la gente salga a la calle, cuando menos hay que prepararla para que cuando enfrente a este poderoso enemigo que es el coronavirus, vaya siquiera medianamente armada y no sea presa fácil de la enfermedad.

Estamos en guerra contra la pandemia. Los virus atacan. ¿Por qué no hacer todo lo que está a nuestro alcance para defendernos?

La modorra no es buena consejera y hay que echarle ganas para defendernos, manteniéndonos en las mejores condiciones de salud y con el más alto nivel de defensa orgánica. Es posible. Sólo hay que hacerlo.

Y la autoridad podría hacernos el favor de realizar labores de propaganda y concientización en este sentido. Intensas labores que verdaderamente cumplan su propósito de convencimiento. Hay que echarle ganas.

* Periodista