/ martes 27 de noviembre de 2018

Tema de estudio / Ramón Corona y Sor Juana

No crea usted amable lector que el general Ramón Corona Madrigal y Sor Juana Inés de la Cruz tuvieron mucho en común, lo que pasa es de acuerdo con las efemérides, que la muerte del general Corona, quien fuera gobernador del estado de Jalisco y el natalicio de Sor Juana, quien deslumbró por su erudición, inteligencia y facilidad de versificación, acontecieron un once y doce de noviembre respectivamente.

Cada uno de estos personajes contribuyó de una o de otra manera en la vida política y cultural del país, si bien Ramón Corona fue herido el día diez cerca del Palacio de Gobierno con arma blanca por Primitivo Ron y falleció el día once según dicen algunos analistas e historiadores por órdenes del general Porfirio Díaz, para evitar se postulara como candidato a la Presidencia de la República.

El temor de don Porfirio, podría derivarse de la ascendencia que había alcanzado el general Ramón Corona después de unirse al bando liberal y participar primero en la Guerra de los Tres Años, también conocida como de la Reforma, acaecida entre 1858 y 1861, además de haber participado en combates y escaramuzas en los estados de Jalisco y Nayarit.

Después de ascender al puesto de teniente en el Batallón de “Degollado” en 1857, participó como jefe del Ejército de Occidente donde hizo campaña en Sinaloa y Nayarit durante la Intervención Francesa, motivo por el que Maximiliano le entregó su espada al rendirse en Querétaro, así mismo derrotó en 1873 al ejército al mando de Plácido Vega y Manuel Lozada, conocido como el Tigre de Álica, en la Batalla de la Mojonera.

Estos éxitos le valieron la estima de la ciudadanía y lo condujeron hacia la gubernatura del estado de Jalisco en 1889, cargo que desempeñó hasta su muerte, por lo que ese mismo día fue declarado benemérito del estado en grado heroico y se le rindieron honores durante los siguientes días de la semana a este personaje nacido el 18 de octubre de 1837 en un rancho cercano a la población de Tuxcueca, Jalisco.

Por otra parte, la musa de musas y escritora novohispana Sor Juana Inés de la Cruz, autora de: Hombres necios que acusáis / a la mujer sin razón, / sin ver que sois la ocasión / de lo mismo que culpáis… una gran mujer poeta que ha inspirado con sus escritos a muchas generaciones de admiradores y admiradoras de la literatura y la poesía, que ven en ella un modelo a seguir por su capacidad y deseos de superación, una mujer que conquistó la amistad de importantes personajes de su tiempo.

La hacienda de San Miguel Nepantla o Nepantla de Sor Juana Inés de la Cruz, del Estado de México, es el lugar donde nació Juana de Asbaje y Ramírez el 12 de noviembre de 1648 y falleció el 17 de abril de 1695, quien durante su vida gozó de la protección de los virreyes y también de sus esposas radicadas en la Nueva España, incluidos obispos y personajes de las letras, finalmente se internó en un Convento de la Orden de San Jerónimo donde fue conocida como Sor Juana Inés de la Cruz.

A estos dos protagonistas Ramón Corona y Sor Juana, suelen hacérseles por estas fechas, ya por autoridades, o bien por particulares algunos reconocimientos a su memoria en las que se vierten palabras elogiando sus acciones en sus diferentes niveles, pues ambos inscribieron su nombre en las páginas de la historia y su memoria se conserva grabada en varias instituciones educativas y arterias del país.

jjesusvah@hotmail.com


No crea usted amable lector que el general Ramón Corona Madrigal y Sor Juana Inés de la Cruz tuvieron mucho en común, lo que pasa es de acuerdo con las efemérides, que la muerte del general Corona, quien fuera gobernador del estado de Jalisco y el natalicio de Sor Juana, quien deslumbró por su erudición, inteligencia y facilidad de versificación, acontecieron un once y doce de noviembre respectivamente.

Cada uno de estos personajes contribuyó de una o de otra manera en la vida política y cultural del país, si bien Ramón Corona fue herido el día diez cerca del Palacio de Gobierno con arma blanca por Primitivo Ron y falleció el día once según dicen algunos analistas e historiadores por órdenes del general Porfirio Díaz, para evitar se postulara como candidato a la Presidencia de la República.

El temor de don Porfirio, podría derivarse de la ascendencia que había alcanzado el general Ramón Corona después de unirse al bando liberal y participar primero en la Guerra de los Tres Años, también conocida como de la Reforma, acaecida entre 1858 y 1861, además de haber participado en combates y escaramuzas en los estados de Jalisco y Nayarit.

Después de ascender al puesto de teniente en el Batallón de “Degollado” en 1857, participó como jefe del Ejército de Occidente donde hizo campaña en Sinaloa y Nayarit durante la Intervención Francesa, motivo por el que Maximiliano le entregó su espada al rendirse en Querétaro, así mismo derrotó en 1873 al ejército al mando de Plácido Vega y Manuel Lozada, conocido como el Tigre de Álica, en la Batalla de la Mojonera.

Estos éxitos le valieron la estima de la ciudadanía y lo condujeron hacia la gubernatura del estado de Jalisco en 1889, cargo que desempeñó hasta su muerte, por lo que ese mismo día fue declarado benemérito del estado en grado heroico y se le rindieron honores durante los siguientes días de la semana a este personaje nacido el 18 de octubre de 1837 en un rancho cercano a la población de Tuxcueca, Jalisco.

Por otra parte, la musa de musas y escritora novohispana Sor Juana Inés de la Cruz, autora de: Hombres necios que acusáis / a la mujer sin razón, / sin ver que sois la ocasión / de lo mismo que culpáis… una gran mujer poeta que ha inspirado con sus escritos a muchas generaciones de admiradores y admiradoras de la literatura y la poesía, que ven en ella un modelo a seguir por su capacidad y deseos de superación, una mujer que conquistó la amistad de importantes personajes de su tiempo.

La hacienda de San Miguel Nepantla o Nepantla de Sor Juana Inés de la Cruz, del Estado de México, es el lugar donde nació Juana de Asbaje y Ramírez el 12 de noviembre de 1648 y falleció el 17 de abril de 1695, quien durante su vida gozó de la protección de los virreyes y también de sus esposas radicadas en la Nueva España, incluidos obispos y personajes de las letras, finalmente se internó en un Convento de la Orden de San Jerónimo donde fue conocida como Sor Juana Inés de la Cruz.

A estos dos protagonistas Ramón Corona y Sor Juana, suelen hacérseles por estas fechas, ya por autoridades, o bien por particulares algunos reconocimientos a su memoria en las que se vierten palabras elogiando sus acciones en sus diferentes niveles, pues ambos inscribieron su nombre en las páginas de la historia y su memoria se conserva grabada en varias instituciones educativas y arterias del país.

jjesusvah@hotmail.com


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