/ martes 5 de abril de 2022

Sobrevive el Mercado San Juan de Dios

Quemazones van, quemazones vienen y el mercado San Juan de Dios sobrevive ante la irresponsabilidad de algunos comerciantes y autoridades municipales para dar mantenimiento a la arquitectura creada por Alejandro Zohn y declarado patrimonio artístico de la Nación por el Instituto Nacional de Bellas Artes en el año 2005, techado en su totalidad y considerado el mercado más grande de América Latina, que por fallas eléctricas provocan incendios para tratar de acabar el patrimonio de nuestra ciudad y golpear económicamente al comercio regularizado por el municipio de Guadalajara.

Los mercados del municipio son conocidos por sus barrios, como el mercado San Juan Bosco, La Concha, San Felipe de Jesús, San Onofre, La Capilla de Jesús, solo por mencionar algunos, en su mayoría los mercados representan el lugar de convivencia de los vecinos donde acuden para comprar los alimentos y algunos otros artículos.

La ciudad de Guadalajara se conoce por sus torres en la Catedral, diseñadas como alcatraces, asimismo por el Mercado Libertad, mejor conocido como Mercado de San Juan de Dios que se encuentra al oriente de la ciudad y abarca desde las calles de Cabañas, Dionisio Rodríguez, Javier Mina y la calle por donde caminan las calandrias a un costado de la Estación del tren ligero, es un lugar turístico y comercial desde sus típicas comidas, como el caldo michi, la birria, las tripitas con su atole blanco e infinidad de platillos de la gastronomía local y nacional, sus carnicerías, frutas, verduras, ropa, vestidos típicos, huaraches, zapatos, plantas medicinales, artículos de talabartería, joyería, panaderías y banco, en fin una gran variedad de mercancías que a través del fenómeno de la compra-venta miles de familias viven de la actividad comercial, la que forma escuela de la vida para las generaciones presentes y futuras y con la frase de “Dios y comercio” la actividad del comerciante se hace con vocación y dedicación con la llamada “pásele marchante, que le damos” y el comprador hace un alto para comprar las mercancías que ofertan los comerciantes de este mercado.

El barrio de San Juan de Dios y su mercado es un lugar histórico fundado a un costado del Río San Juan de Dios; la explotación comercial se hacía a través de la siembra de maíz y trigo con sus molinos que se establecieron en la primera zona comercial de la Intendencia de Guadalajara en el Reino de la Nueva Galicia.

Este barrio forma parte de la creación de la ciudad, su arquitectura representa el monumento comercial y el desarrollo urbano, es el lugar al que los tapatíos acudimos con regularidad, los visitantes hacen sus compras de mayoreo y otros hacen turismo en el inicio del centro de la “Perla tapatía” o conocida también como “La ciudad de las rosas”, todos gozamos de la gastronomía, artesanías así como de productos varios en el comercio.

Su riqueza arquitectónica se disfruta con el monumento vecinal del Hospicio Cabañas, por lo que el gobierno municipal de Guadalajara, está obligado a proteger el patrimonio de los tapatíos como es el Mercado San Juan de Dios, no escatimando recurso económico alguno para la conservación de este monumento que tiene su historia en la ciudad de Guadalajara.

* Profesor de Derecho de la Universidad de Guadalajara y Miembro del Observatorio sobre Seguridad y Justicia.

antonio_dejesus@hotmail.com

Quemazones van, quemazones vienen y el mercado San Juan de Dios sobrevive ante la irresponsabilidad de algunos comerciantes y autoridades municipales para dar mantenimiento a la arquitectura creada por Alejandro Zohn y declarado patrimonio artístico de la Nación por el Instituto Nacional de Bellas Artes en el año 2005, techado en su totalidad y considerado el mercado más grande de América Latina, que por fallas eléctricas provocan incendios para tratar de acabar el patrimonio de nuestra ciudad y golpear económicamente al comercio regularizado por el municipio de Guadalajara.

Los mercados del municipio son conocidos por sus barrios, como el mercado San Juan Bosco, La Concha, San Felipe de Jesús, San Onofre, La Capilla de Jesús, solo por mencionar algunos, en su mayoría los mercados representan el lugar de convivencia de los vecinos donde acuden para comprar los alimentos y algunos otros artículos.

La ciudad de Guadalajara se conoce por sus torres en la Catedral, diseñadas como alcatraces, asimismo por el Mercado Libertad, mejor conocido como Mercado de San Juan de Dios que se encuentra al oriente de la ciudad y abarca desde las calles de Cabañas, Dionisio Rodríguez, Javier Mina y la calle por donde caminan las calandrias a un costado de la Estación del tren ligero, es un lugar turístico y comercial desde sus típicas comidas, como el caldo michi, la birria, las tripitas con su atole blanco e infinidad de platillos de la gastronomía local y nacional, sus carnicerías, frutas, verduras, ropa, vestidos típicos, huaraches, zapatos, plantas medicinales, artículos de talabartería, joyería, panaderías y banco, en fin una gran variedad de mercancías que a través del fenómeno de la compra-venta miles de familias viven de la actividad comercial, la que forma escuela de la vida para las generaciones presentes y futuras y con la frase de “Dios y comercio” la actividad del comerciante se hace con vocación y dedicación con la llamada “pásele marchante, que le damos” y el comprador hace un alto para comprar las mercancías que ofertan los comerciantes de este mercado.

El barrio de San Juan de Dios y su mercado es un lugar histórico fundado a un costado del Río San Juan de Dios; la explotación comercial se hacía a través de la siembra de maíz y trigo con sus molinos que se establecieron en la primera zona comercial de la Intendencia de Guadalajara en el Reino de la Nueva Galicia.

Este barrio forma parte de la creación de la ciudad, su arquitectura representa el monumento comercial y el desarrollo urbano, es el lugar al que los tapatíos acudimos con regularidad, los visitantes hacen sus compras de mayoreo y otros hacen turismo en el inicio del centro de la “Perla tapatía” o conocida también como “La ciudad de las rosas”, todos gozamos de la gastronomía, artesanías así como de productos varios en el comercio.

Su riqueza arquitectónica se disfruta con el monumento vecinal del Hospicio Cabañas, por lo que el gobierno municipal de Guadalajara, está obligado a proteger el patrimonio de los tapatíos como es el Mercado San Juan de Dios, no escatimando recurso económico alguno para la conservación de este monumento que tiene su historia en la ciudad de Guadalajara.

* Profesor de Derecho de la Universidad de Guadalajara y Miembro del Observatorio sobre Seguridad y Justicia.

antonio_dejesus@hotmail.com