/ martes 5 de marzo de 2024

No a la verificación


Platicando con algunas personas en algunos cafés de la ciudad abordamos el tema de la verificación vehicular en Jalisco, el mismo que implemento el actual gobierno del Ingeniero Enrique Alfaro. En los comentarios se analizaban los puntos a favor y en contra de este programa de verificación responsable; unos comentarios a favor se focalizaban en la necesidad de que la zona metropolitana de Guadalajara se respire un aire limpio, se sienta un aire fresco y que volvamos a la Guadalajara donde la calidad del aire era optima en los años setentas del siglo pasado que circulaban los vientos de norte a sur y del poniente al oriente, de esta manera en la ciudad de Guadalajara se planeo el desarrollo industrial en esas calles de González Gallo, Washington, Avenida Vallarta y Ocho de Julio, donde todavía quedan los recuerdos de las industrias aceiteras para el consumo humano, de la Panificadora Bimbo y las procesadoras de jabones como la Compañía de Sánchez y Martín, la industria automotriz crecía en la venta de automóviles de modelos recientes, asimismo en los carros usados.

De la misma manera en el Valle de Atemajac y la Experiencia, la industria textil se desarrollaba con su precedente tecnológico e industrial.

En esta ciudad no se sentía el calor, el clima era agradable y su población crecía, los campos agrícolas desde un costado de la Villa de San Andrés, Huentitán, Polanco y el Poniente de la ciudad, de un día a otro dejaban de producir la semilla, los frutos, legumbres y otras actividades propias de labrar la tierra para convertirse en casas-habitación y formar nuevas colonias.

La zona metropolitana de Guadalajara se transformaba en nuevos asentamientos humanos, se creaban nuevas rutas de transporte urbano y el transporte particular crecía conforme a las necesidades de movilidad de los ciudadanos.

Los talleres mecánicos trabajaban en afinaciones constantes en diferentes vehículos de automotor desde vehículos de carga y de transporte público, así como de vehículos particulares, formando conciencia en una afinación vehicular responsable, los talleres mecánicos reparaban motores, se trazaban nuevos modelos de calles y rutas para mejorar el tránsito vehicular, los agentes de tránsito ayudaban en mucho a la movilidad en los cruceros de mayor congestionamiento dirigían el siga y el alto, era una zona metropolitana organizada que en estos días el tránsito vehicular es un desorden, las calles se embotellan con el tráfico y la ciudad crece de forma vertical en edificios que frenan la circulación del aire, agotan los mantos friáticos y el aire no circula para purificar las impurezas de la contaminación, por lo que los comentarios de café estaban en contra de una verificación vehicular con costo a la bolsa del ciudadano donde los talleres de verificación tienen tecnología de punta que no se ajusta a la realidad social y económica de muchos propietarios de vehículos particulares de modelos atrasados que son utilizados para mover sus mercancías de un mercado a otro para llegar a su trabajo y a su casa después de su trabajo y transportar a su familia, en fin para acortar distancias de tiempo en los movimientos a diario de la ciudad y donde no es suficiente la afinación responsable para la exigencia del gobierno estatal y de la empresa que participa en este proceso de verificación vehicular, asimismo la cantidad en precio que ofrece el gobierno del Estado para aquellos vehículos que no pasen la prueba de verificación vehicular es insuficiente para hacerse de otro vehículo automotor, por lo que sí a la afinación responsable.

Profesor de Derecho de la Universidad de Guadalajara, Miembro de la Asociación Nacional de Doctores en Derecho. Capítulo Jalisco.

antonio_dejesus@hotmail.com


Platicando con algunas personas en algunos cafés de la ciudad abordamos el tema de la verificación vehicular en Jalisco, el mismo que implemento el actual gobierno del Ingeniero Enrique Alfaro. En los comentarios se analizaban los puntos a favor y en contra de este programa de verificación responsable; unos comentarios a favor se focalizaban en la necesidad de que la zona metropolitana de Guadalajara se respire un aire limpio, se sienta un aire fresco y que volvamos a la Guadalajara donde la calidad del aire era optima en los años setentas del siglo pasado que circulaban los vientos de norte a sur y del poniente al oriente, de esta manera en la ciudad de Guadalajara se planeo el desarrollo industrial en esas calles de González Gallo, Washington, Avenida Vallarta y Ocho de Julio, donde todavía quedan los recuerdos de las industrias aceiteras para el consumo humano, de la Panificadora Bimbo y las procesadoras de jabones como la Compañía de Sánchez y Martín, la industria automotriz crecía en la venta de automóviles de modelos recientes, asimismo en los carros usados.

De la misma manera en el Valle de Atemajac y la Experiencia, la industria textil se desarrollaba con su precedente tecnológico e industrial.

En esta ciudad no se sentía el calor, el clima era agradable y su población crecía, los campos agrícolas desde un costado de la Villa de San Andrés, Huentitán, Polanco y el Poniente de la ciudad, de un día a otro dejaban de producir la semilla, los frutos, legumbres y otras actividades propias de labrar la tierra para convertirse en casas-habitación y formar nuevas colonias.

La zona metropolitana de Guadalajara se transformaba en nuevos asentamientos humanos, se creaban nuevas rutas de transporte urbano y el transporte particular crecía conforme a las necesidades de movilidad de los ciudadanos.

Los talleres mecánicos trabajaban en afinaciones constantes en diferentes vehículos de automotor desde vehículos de carga y de transporte público, así como de vehículos particulares, formando conciencia en una afinación vehicular responsable, los talleres mecánicos reparaban motores, se trazaban nuevos modelos de calles y rutas para mejorar el tránsito vehicular, los agentes de tránsito ayudaban en mucho a la movilidad en los cruceros de mayor congestionamiento dirigían el siga y el alto, era una zona metropolitana organizada que en estos días el tránsito vehicular es un desorden, las calles se embotellan con el tráfico y la ciudad crece de forma vertical en edificios que frenan la circulación del aire, agotan los mantos friáticos y el aire no circula para purificar las impurezas de la contaminación, por lo que los comentarios de café estaban en contra de una verificación vehicular con costo a la bolsa del ciudadano donde los talleres de verificación tienen tecnología de punta que no se ajusta a la realidad social y económica de muchos propietarios de vehículos particulares de modelos atrasados que son utilizados para mover sus mercancías de un mercado a otro para llegar a su trabajo y a su casa después de su trabajo y transportar a su familia, en fin para acortar distancias de tiempo en los movimientos a diario de la ciudad y donde no es suficiente la afinación responsable para la exigencia del gobierno estatal y de la empresa que participa en este proceso de verificación vehicular, asimismo la cantidad en precio que ofrece el gobierno del Estado para aquellos vehículos que no pasen la prueba de verificación vehicular es insuficiente para hacerse de otro vehículo automotor, por lo que sí a la afinación responsable.

Profesor de Derecho de la Universidad de Guadalajara, Miembro de la Asociación Nacional de Doctores en Derecho. Capítulo Jalisco.

antonio_dejesus@hotmail.com