/ martes 9 de junio de 2020

Política y represión

Desde que se inició en Jalisco la pandemia del coronavirus, el gobierno del Estado y algunos municipios como Chapala, Ixtlahuacán de los Membrillos, Tomatlán tomaron medidas de represión antes que, de concientización, utilizando a la fuerza pública como una medida de coacción para la sana distancia, lo que motivo a la desobediencia civil por parte de la ciudadanía que durante casi tres meses estuvo en confinamiento hogareño ante la amenaza del contagiarse, hasta el momento los muertos sospechosos y contagiados van al alza en el Estado, así como en el país.

El gobierno del Estado en sus actuaciones ha sido insensible ante la demanda humana de trabajar y ante la necesidad del empresario y del emprendedor de generar riqueza para el Estado, asimismo marco distancia con las medidas propuestas por la Universidad de Guadalajara, quien solicito a través del Rector General de abrir los negocios a partir del día 15 de junio y no del primero de junio como lo hizo el gobierno del Estado, al difundir la fase cero; en estos días se han incrementado los contagios por el uso desbordado del transporte público desde el tren ligero hasta los camiones.

La enfermedad cada día suma más en muertes y en contagiados, el pretexto de los cubrebocas que a diario publicitan los policías municipales de Guadalajara, sus helicópteros y vehículos de Protección Civil obligan al uso de cubrebocas o de lo contrario dicen que habrá sanciones como las que vivimos en días pasados con la policía de Chapala que con golpes sometieron al Director de la Preparatoria de Chapala de la Universidad de Guadalajara, así como la muerte del joven alarife Giovani en Ixtlahuacán de los Membrillos, que después de casi un mes de su muerte la Fiscalía dio inicio a la carpeta de investigación, por lo que este proceso de indagatoria penal desde su origen se encuentra viciado, al no hacer de manera inmediata una investigación oportuna, veraz y eficaz por la muerte de Giovani.

Las manifestaciones que se hicieron en días pasados realizadas por los jóvenes que se citaron por internet, se desbordo por la falta de la aplicación y los protocolos correspondientes del estado de fuerza de las policías estatal y de Guadalajara, donde solamente una veintena de policías resguardaban Palacio de Gobierno con palos y sillas cuando la policía de Guadalajara tiene dentro de su operatividad policías de reacción inmediata, lo que anteriormente se llamaban robos, asimismo tiene a los ciclopolicías que hacen de su bicicleta una contención para disuadir los disturbios, tiene una policía Zeus que desde el aire vigila los movimientos de los manifestantes y por último sus policías montados a caballo, en fin la policía de Guadalajara y la del Estado no quisieron o no pudieron contener dentro de los protocolos de la fuerza policiaca a los manifestantes, por lo cual se crea la hipótesis de si el gobierno del Estado actuó contra el mismo gobierno del Estado para exhibir a la Presidencia de la República como parte del desorden provocado por los manifestantes que quemaron patrullas, pintaron y dañaron el edificio histórico del gobierno del Estado que es propiedad de los jaliscienses y que al final de cuentas no hay delito que perseguir, porque la represión ha superado a la política.

* Profesor de Derecho de la UdeG

* Miembro fundador de la Asociación Nacional de Doctores en Derecho

antonio_dejesus@hotmail.com

twitter@mendozaAntoio

Desde que se inició en Jalisco la pandemia del coronavirus, el gobierno del Estado y algunos municipios como Chapala, Ixtlahuacán de los Membrillos, Tomatlán tomaron medidas de represión antes que, de concientización, utilizando a la fuerza pública como una medida de coacción para la sana distancia, lo que motivo a la desobediencia civil por parte de la ciudadanía que durante casi tres meses estuvo en confinamiento hogareño ante la amenaza del contagiarse, hasta el momento los muertos sospechosos y contagiados van al alza en el Estado, así como en el país.

El gobierno del Estado en sus actuaciones ha sido insensible ante la demanda humana de trabajar y ante la necesidad del empresario y del emprendedor de generar riqueza para el Estado, asimismo marco distancia con las medidas propuestas por la Universidad de Guadalajara, quien solicito a través del Rector General de abrir los negocios a partir del día 15 de junio y no del primero de junio como lo hizo el gobierno del Estado, al difundir la fase cero; en estos días se han incrementado los contagios por el uso desbordado del transporte público desde el tren ligero hasta los camiones.

La enfermedad cada día suma más en muertes y en contagiados, el pretexto de los cubrebocas que a diario publicitan los policías municipales de Guadalajara, sus helicópteros y vehículos de Protección Civil obligan al uso de cubrebocas o de lo contrario dicen que habrá sanciones como las que vivimos en días pasados con la policía de Chapala que con golpes sometieron al Director de la Preparatoria de Chapala de la Universidad de Guadalajara, así como la muerte del joven alarife Giovani en Ixtlahuacán de los Membrillos, que después de casi un mes de su muerte la Fiscalía dio inicio a la carpeta de investigación, por lo que este proceso de indagatoria penal desde su origen se encuentra viciado, al no hacer de manera inmediata una investigación oportuna, veraz y eficaz por la muerte de Giovani.

Las manifestaciones que se hicieron en días pasados realizadas por los jóvenes que se citaron por internet, se desbordo por la falta de la aplicación y los protocolos correspondientes del estado de fuerza de las policías estatal y de Guadalajara, donde solamente una veintena de policías resguardaban Palacio de Gobierno con palos y sillas cuando la policía de Guadalajara tiene dentro de su operatividad policías de reacción inmediata, lo que anteriormente se llamaban robos, asimismo tiene a los ciclopolicías que hacen de su bicicleta una contención para disuadir los disturbios, tiene una policía Zeus que desde el aire vigila los movimientos de los manifestantes y por último sus policías montados a caballo, en fin la policía de Guadalajara y la del Estado no quisieron o no pudieron contener dentro de los protocolos de la fuerza policiaca a los manifestantes, por lo cual se crea la hipótesis de si el gobierno del Estado actuó contra el mismo gobierno del Estado para exhibir a la Presidencia de la República como parte del desorden provocado por los manifestantes que quemaron patrullas, pintaron y dañaron el edificio histórico del gobierno del Estado que es propiedad de los jaliscienses y que al final de cuentas no hay delito que perseguir, porque la represión ha superado a la política.

* Profesor de Derecho de la UdeG

* Miembro fundador de la Asociación Nacional de Doctores en Derecho

antonio_dejesus@hotmail.com

twitter@mendozaAntoio