El Doctor Jorge Carpizo en su obra del Presidencialismo en México escribió sobre las facultades meta-constitucionales del Presidente de la República, donde el Presidente de manera discrecional hacía de su gobierno lo que su interés personal le indicaba con facultades meta-constitucionales.
En estos momentos son parte de la discusión del decreto presidencial que expedirá el Presidente para transitar la guardia nacional de facultades constitucionales, de carácter civil a facultades presidenciales de carácter militar, sin discusión previa por la Cámara de Diputados, ni aprobación por mayoría absoluta en la reforma constitucional de los artículos 21 y 129.
La militarización en el país, ya es una realidad, ante el fenómeno de inseguridad que vivimos los mexicanos; La solución que se pretende dar en el tránsito de facultades meta-constitucionales del Presidente de la República, son facultades que han sido discutidas en décadas anteriores por los constitucionalistas, en el que comentan que la palabra meta-constitucional es una palabra filosófica, los griegos la crearon como la metafísica, en una vertiente de la filosofía, donde su pensamiento va más allá de lo real, de lo tangible y de lo verdadero.
El derecho constitucional es verdad que se crea en las ciencias jurídicas, por lo que su análisis y discusión en reformas constitucionales deben de ser parte de un método dialéctico y científico, no de carácter unipersonal, ya que estas facultades constitucionales no son parte de los partidos políticos, de ideologías, ni de corrientes de pensamiento.
El derecho constitucional ha evolucionado, las facultades meta-constitucionales son parte de la historia jurídica del derecho, así el derecho constitucional regula la organización administrativa del país, que le otorga facultades al Poder Ejecutivo de manera directa e indirecta, respetando la jerarquía institucional para lograr la unidad de acción, de dirección y ejecución en actividades propias de la administración pública federal, por lo que el decreto pretendido por la Presidencia de la República carece de ciencia jurídica, ya que un decreto no se encuentra por encima de la Constitución, pero este si va contrario a la Carta Magna, y la Suprema Corte de Justicia de la Nación deberá resolver este conflicto entre un decreto y la Constitución, debiendo permanecer el Estado de Derecho que se tiene que defender para no caer en anarquía, la que tendrá consecuencias lamentables en el desarrollo del país y en la seguridad pública que la nación necesita rescatar ante la violencia y muerte que vive la sociedad mexicana.
Se debe de trabajar en la unidad nacional por una cultura de paz que genere armonía social, política y económica y confiar en la sociedad civil que ha sido factor del desarrollo de esta nación.
Militarizar al país, no es la solución, ante los conflictos criminales que vivimos los mexicanos en una política de “abrazos, no balazos”.
Profesor de Derecho de la Universidad de Guadalajara, Miembro de la Asociación Nacional de Doctores en Derecho. Capítulo Jalisco
