/ martes 2 de febrero de 2021

Los excluidos de Jalisco

En el Estado de Jalisco los mayores de sesenta años están excluidos para realizar las actividades en los mercados de consumo, conforme al criterio de los políticos, más no de los científicos de la salud, estás personas pueden contaminar a otras personas por asuntos de la edad, pero una cosa es ser vulnerable por situaciones de la edad y otra es ser portador del Covid-19, de este que a todos nos causa miedo, por el número de muertos que ascienden hasta el momento a ciento sesenta mil.

Esta enfermedad no respeta la condición social del ser humano, sea de mayor de sesenta años, jóvenes o niños; esta enfermedad hasta el momento ha elevado los índices de ocupación hospitalaria, asimismo ha escaseado el oxígeno medicinal que se convierte en un monopolio y comienza a rebasar al Estado Nacional.

Los seres humanos sin oxígeno no podemos vivir, quizás se pueda soportar algunos minutos sin respiración, pero ante la falta del oxígeno el cuerpo forma coágulos y colapsa los pulmones ocasionando la muerte, no solo de las personas de sesenta años o más, también de los jóvenes y niños que contagiados o no son víctimas de esta pandemia que el sistema de salud nacional y local tarde tiempo en controlarlo.

Las medidas tomadas por los expertos en la ciencia de la salud en cuanto a la distancia, el aseo personal, el cambio de ropa y de zapatos, así como el lavado constante de manos, no es una novedad, la misma aplicación profiláctica desde la historia de la medicina se ha aplicado en todas esas enfermedades como la tifoidea, la viruela y la fiebre española, en fin, los muertos aumentan, los vivos tenemos miedo, pero necesitamos comer para poder vivir.

Algún político tuvo la ocurrencia de excluir a los mayores de sesenta años para realizar sus compras de alimentos en las cadenas de supermercados, donde existe un guardia privado que decide quien pasa o quién no pasa a estos mercados de consumo, algunas veces los excluyen con prepotencia a esos jóvenes del pasado que tienen la necesidad de sobrevivir ante la pandemia que azota a la humanidad, lo cual refleja un asunto de discriminación racial que por la condición de vivir más de sesenta años, estos jóvenes del pasado son excluidos para salir a realizar sus compras en los supermercados, generando la desigualdad social, quizás la solución a este asunto de discriminación, los políticos deriven a estas personas a realizar sus compras en los tianguis de la ciudad, pero si estas personas pueden entrar al tianguis por principio de igualdad también pueden entrar a los supermercados de esas cadenas comerciales, porque es lo que se conoce en una sociedad de iguales como piso parejo para los seres humanos que caminan, trabajan y viven en este Estado de Jalisco y que por su condición de ser humano de la tercera edad tienen que ser tratados con respeto e igualdad social y comercial.

A los hombres de la tercera edad se debe la sociedad de los jóvenes y adultos que hoy son parte del sistema económico, político y social, quizás esos jóvenes del pasado que por decisiones políticas son excluidos para realizar sus compras y pagos en los supermercados. En aquellos ayeres fueron los profesores de los jóvenes que ahora los excluyen.

* Profesor de Derecho de la Universidad de Guadalajara y Miembro del Observatorio sobre Seguridad y Justicia.

antonio_dejesus@hotmail.com

twitter@mendozaAntoio

En el Estado de Jalisco los mayores de sesenta años están excluidos para realizar las actividades en los mercados de consumo, conforme al criterio de los políticos, más no de los científicos de la salud, estás personas pueden contaminar a otras personas por asuntos de la edad, pero una cosa es ser vulnerable por situaciones de la edad y otra es ser portador del Covid-19, de este que a todos nos causa miedo, por el número de muertos que ascienden hasta el momento a ciento sesenta mil.

Esta enfermedad no respeta la condición social del ser humano, sea de mayor de sesenta años, jóvenes o niños; esta enfermedad hasta el momento ha elevado los índices de ocupación hospitalaria, asimismo ha escaseado el oxígeno medicinal que se convierte en un monopolio y comienza a rebasar al Estado Nacional.

Los seres humanos sin oxígeno no podemos vivir, quizás se pueda soportar algunos minutos sin respiración, pero ante la falta del oxígeno el cuerpo forma coágulos y colapsa los pulmones ocasionando la muerte, no solo de las personas de sesenta años o más, también de los jóvenes y niños que contagiados o no son víctimas de esta pandemia que el sistema de salud nacional y local tarde tiempo en controlarlo.

Las medidas tomadas por los expertos en la ciencia de la salud en cuanto a la distancia, el aseo personal, el cambio de ropa y de zapatos, así como el lavado constante de manos, no es una novedad, la misma aplicación profiláctica desde la historia de la medicina se ha aplicado en todas esas enfermedades como la tifoidea, la viruela y la fiebre española, en fin, los muertos aumentan, los vivos tenemos miedo, pero necesitamos comer para poder vivir.

Algún político tuvo la ocurrencia de excluir a los mayores de sesenta años para realizar sus compras de alimentos en las cadenas de supermercados, donde existe un guardia privado que decide quien pasa o quién no pasa a estos mercados de consumo, algunas veces los excluyen con prepotencia a esos jóvenes del pasado que tienen la necesidad de sobrevivir ante la pandemia que azota a la humanidad, lo cual refleja un asunto de discriminación racial que por la condición de vivir más de sesenta años, estos jóvenes del pasado son excluidos para salir a realizar sus compras en los supermercados, generando la desigualdad social, quizás la solución a este asunto de discriminación, los políticos deriven a estas personas a realizar sus compras en los tianguis de la ciudad, pero si estas personas pueden entrar al tianguis por principio de igualdad también pueden entrar a los supermercados de esas cadenas comerciales, porque es lo que se conoce en una sociedad de iguales como piso parejo para los seres humanos que caminan, trabajan y viven en este Estado de Jalisco y que por su condición de ser humano de la tercera edad tienen que ser tratados con respeto e igualdad social y comercial.

A los hombres de la tercera edad se debe la sociedad de los jóvenes y adultos que hoy son parte del sistema económico, político y social, quizás esos jóvenes del pasado que por decisiones políticas son excluidos para realizar sus compras y pagos en los supermercados. En aquellos ayeres fueron los profesores de los jóvenes que ahora los excluyen.

* Profesor de Derecho de la Universidad de Guadalajara y Miembro del Observatorio sobre Seguridad y Justicia.

antonio_dejesus@hotmail.com

twitter@mendozaAntoio