/ lunes 6 de mayo de 2024

Las madres buscadoras

Los colectivos de búsqueda en México se enfrentan a innumerables vicisitudes; no cuentan con mayores apoyos. Su fuerza radica en la indómita y férrea voluntad que tiene como propósito indeclinable encontrar a sus familiares desaparecidos.

La operación de búsqueda de familiares desaparecidos es ardua y es una labor incansable que requiere de una estrategia de investigación que ya la quisiera el gobierno, tan solo por la dedicación.

Se requiere del empleo absoluto de toda la fuerza física para soportar extenuantes caminatas, cruzando agrestes caminos sujetos no solo al peligro físico de flora venenosa y fauna salvaje sino al fantasmal rondín del crimen que vigilante permite solo hasta donde sea necesario las labores de búsqueda, sin que el gobierno mueva un dedo.

Por eso, las familias mexicanas que integran ese segmento heroico de buscadoras le imploran al crimen que tenga comprensión, porque no buscan a los responsables de las desapariciones y mucho menos castigarlos, sino solamente encontrar a sus familiares, a sus padres y madres, a sus hijos e hijas, a sus cónyuges, y que sus restos encuentren al menos en un memorial digno, el santo descanso.

Durante los pasados tres sexenios, incluido éste, 16 personas desaparecen diariamente. En una página electrónica que habla del tema, se dice: “En México, más de 111,000 personas salieron un día y nunca más les volvieron a ver. Les Llaman ´desaparecidos` pero sus familiares aún los esperan en casa”

En la presente administración federal, el promedio de “desaparecidos” fue mayor: 26 personas son reportadas como desaparecidas cada día. Michoacán, Jalisco y el Estado de México encabezan la lista de más desapariciones.

Mexicanos contra la corrupción y la impunidad, reportó con cifras fechadas a agosto 2023, que el conteo de personas desaparecidas, iniciado en el año de 1962, alcanzó 111,010 personas. Mañosamente, el gobierno federal, según “sus propios datos” determinó unilateralmente y sin prueba alguna, -solo su afirmación- que no era de tal envergadura la cifra de desaparecidos en México y que por cuestiones metodológicas y por haber llevado a cabo “investigaciones” a cargo de la Secretaría de Seguridad Pública y los “Servidores de la Nación”, se debía rehacer el censo respectivo, lo que orilló a la Comisionada Nacional de Búsqueda de Personas, Karla Quintana a presentar su renuncia el 24 de agosto de 2023.

La impunidad está presente. Late al mismo tiempo que lo hace el corazón, porque cada día desaparecen 26 personas, que hoy salen de su casa y no regresarán.

Por eso Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad, con razón dice en su página electrónica, que “La impunidad permanecerá hasta que no se explique que sucedió con cada una de esas personas desaparecidas, se sancione a los responsables y se haga una reparación integral del daño para las familias

El evidente desdén que tiene el Gobierno Federal sobre el tema es motivo de una crítica justificada. Cero empatías, total indiferencia y lo peor las acusaciones de manipulación y politización. Simplemente no es justo, deja mucho que desear y nos avergüenza absolutamente.

Nuestra solidaridad y respaldo a todas las Familias, a las Madres buscadoras, que entregan alma, corazón y vida para encontrar a sus desaparecidos, sus causas son las nuestras. Carpe Diem.

Los colectivos de búsqueda en México se enfrentan a innumerables vicisitudes; no cuentan con mayores apoyos. Su fuerza radica en la indómita y férrea voluntad que tiene como propósito indeclinable encontrar a sus familiares desaparecidos.

La operación de búsqueda de familiares desaparecidos es ardua y es una labor incansable que requiere de una estrategia de investigación que ya la quisiera el gobierno, tan solo por la dedicación.

Se requiere del empleo absoluto de toda la fuerza física para soportar extenuantes caminatas, cruzando agrestes caminos sujetos no solo al peligro físico de flora venenosa y fauna salvaje sino al fantasmal rondín del crimen que vigilante permite solo hasta donde sea necesario las labores de búsqueda, sin que el gobierno mueva un dedo.

Por eso, las familias mexicanas que integran ese segmento heroico de buscadoras le imploran al crimen que tenga comprensión, porque no buscan a los responsables de las desapariciones y mucho menos castigarlos, sino solamente encontrar a sus familiares, a sus padres y madres, a sus hijos e hijas, a sus cónyuges, y que sus restos encuentren al menos en un memorial digno, el santo descanso.

Durante los pasados tres sexenios, incluido éste, 16 personas desaparecen diariamente. En una página electrónica que habla del tema, se dice: “En México, más de 111,000 personas salieron un día y nunca más les volvieron a ver. Les Llaman ´desaparecidos` pero sus familiares aún los esperan en casa”

En la presente administración federal, el promedio de “desaparecidos” fue mayor: 26 personas son reportadas como desaparecidas cada día. Michoacán, Jalisco y el Estado de México encabezan la lista de más desapariciones.

Mexicanos contra la corrupción y la impunidad, reportó con cifras fechadas a agosto 2023, que el conteo de personas desaparecidas, iniciado en el año de 1962, alcanzó 111,010 personas. Mañosamente, el gobierno federal, según “sus propios datos” determinó unilateralmente y sin prueba alguna, -solo su afirmación- que no era de tal envergadura la cifra de desaparecidos en México y que por cuestiones metodológicas y por haber llevado a cabo “investigaciones” a cargo de la Secretaría de Seguridad Pública y los “Servidores de la Nación”, se debía rehacer el censo respectivo, lo que orilló a la Comisionada Nacional de Búsqueda de Personas, Karla Quintana a presentar su renuncia el 24 de agosto de 2023.

La impunidad está presente. Late al mismo tiempo que lo hace el corazón, porque cada día desaparecen 26 personas, que hoy salen de su casa y no regresarán.

Por eso Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad, con razón dice en su página electrónica, que “La impunidad permanecerá hasta que no se explique que sucedió con cada una de esas personas desaparecidas, se sancione a los responsables y se haga una reparación integral del daño para las familias

El evidente desdén que tiene el Gobierno Federal sobre el tema es motivo de una crítica justificada. Cero empatías, total indiferencia y lo peor las acusaciones de manipulación y politización. Simplemente no es justo, deja mucho que desear y nos avergüenza absolutamente.

Nuestra solidaridad y respaldo a todas las Familias, a las Madres buscadoras, que entregan alma, corazón y vida para encontrar a sus desaparecidos, sus causas son las nuestras. Carpe Diem.