/ martes 5 de enero de 2021

La política y el Covid

El Covid-19 es una enfermedad mortal que no le importa condición humana, ni clase social, las consecuencias hasta el momento es la muerte, y la falta de confianza en los datos estadísticos del gobierno federal en los infectados y muertos.

Los hospitales públicos se encuentran colapsados, el oxígeno está agotado en empresas privadas que distribuyen este producto, los enfermos y sus familiares buscan con desesperación los tanques de oxígeno para que sus familiares no mueran por asfixia ante la falta de este elemento, los precios de este producto se elevan sin que autoridad estatal o federal intervengan para regular el precio del consumo de este producto.

Muchos pacientes de Covid-19, mueren en su casa, son enfermos que fueron infectados por este malestar sufriendo padecimientos crónicos degenerativos y edad avanzada, conocidos como grupos vulnerables en el sistema de salud que también por su condición humana su situación de salud es politizada, los mismos no forman parte de la estadística del mundo de muertos de esta nación.

No existen suficientes camas en los hospitales, otros más mueren por falta de medicamentos y estas cifras de muertos y enfermos no entran a la estadística gubernamental, porque en la política el no informar con cifras claras afecta la imagen del gobierno federal y estatal.

La enfermedad del Covid-19 se ha politizado, la política comienza a rebasar el sistema de salud, cuando la distribución de las vacunas no se desplazan ni se aplican conforme a la demanda, los médicos y enfermeras, así como personal de servicio de los hospitales públicos, piden la vacuna para ellos y sus familias con quienes conviven a diario y ante el miedo de contagio de sus padres, esposos e hijos y el riesgo que representan ellos con su familia solicitan su vacunación, más sin embargo, la política gubernamental, sin razón ni explicación, está el de no saltarse trancas y evitar el influyentismo para que sus familiares sean vacunados.

El gobierno federal no ha comprado las suficientes vacunas para la solución de esta trágica enfermedad que nos agobia a los mexicanos, la solución aún no llega y el discurso político rebasa la realidad por los miles de contagios y muertes entre los mexicanos, no importando edad, los niños en este país se están enfermando de Covid-19, los niños con cáncer no son contemplados para el beneficio de salud en la aplicación de esta vacuna que llega a México a pasos lentos, politizando el sistema de salud que cuando la política se apodera de la salud los resultados no son eficaces y el riesgo de contagios sigue siendo delicado por la convivencia social de los seres humanos ya sea en el trabajo, en el transporte público o en el camino a las compras de alimentos en el mercado.

Hace falta mucho por trabajar en este tema del coronavirus, esta enfermedad a generado otra cepa, Inglaterra ya lo anuncio al mundo y la enfermedad sigue y sus muertes son la consecuencia, la política tiene que transformarse en solución de esta pandemia, y el sistema de salud debe de distribuir de manera equitativa y no política la vacunación en las dosis que sean necesarias para salvar las vidas, la salud es la suprema ley.

* Profesor de Derecho la Universidad de Guadalajara y Miembro del Observatorio sobre Seguridad y Justicia.

antonio_dejesus@hotmail.com

twitter@mendozaAntoio

El Covid-19 es una enfermedad mortal que no le importa condición humana, ni clase social, las consecuencias hasta el momento es la muerte, y la falta de confianza en los datos estadísticos del gobierno federal en los infectados y muertos.

Los hospitales públicos se encuentran colapsados, el oxígeno está agotado en empresas privadas que distribuyen este producto, los enfermos y sus familiares buscan con desesperación los tanques de oxígeno para que sus familiares no mueran por asfixia ante la falta de este elemento, los precios de este producto se elevan sin que autoridad estatal o federal intervengan para regular el precio del consumo de este producto.

Muchos pacientes de Covid-19, mueren en su casa, son enfermos que fueron infectados por este malestar sufriendo padecimientos crónicos degenerativos y edad avanzada, conocidos como grupos vulnerables en el sistema de salud que también por su condición humana su situación de salud es politizada, los mismos no forman parte de la estadística del mundo de muertos de esta nación.

No existen suficientes camas en los hospitales, otros más mueren por falta de medicamentos y estas cifras de muertos y enfermos no entran a la estadística gubernamental, porque en la política el no informar con cifras claras afecta la imagen del gobierno federal y estatal.

La enfermedad del Covid-19 se ha politizado, la política comienza a rebasar el sistema de salud, cuando la distribución de las vacunas no se desplazan ni se aplican conforme a la demanda, los médicos y enfermeras, así como personal de servicio de los hospitales públicos, piden la vacuna para ellos y sus familias con quienes conviven a diario y ante el miedo de contagio de sus padres, esposos e hijos y el riesgo que representan ellos con su familia solicitan su vacunación, más sin embargo, la política gubernamental, sin razón ni explicación, está el de no saltarse trancas y evitar el influyentismo para que sus familiares sean vacunados.

El gobierno federal no ha comprado las suficientes vacunas para la solución de esta trágica enfermedad que nos agobia a los mexicanos, la solución aún no llega y el discurso político rebasa la realidad por los miles de contagios y muertes entre los mexicanos, no importando edad, los niños en este país se están enfermando de Covid-19, los niños con cáncer no son contemplados para el beneficio de salud en la aplicación de esta vacuna que llega a México a pasos lentos, politizando el sistema de salud que cuando la política se apodera de la salud los resultados no son eficaces y el riesgo de contagios sigue siendo delicado por la convivencia social de los seres humanos ya sea en el trabajo, en el transporte público o en el camino a las compras de alimentos en el mercado.

Hace falta mucho por trabajar en este tema del coronavirus, esta enfermedad a generado otra cepa, Inglaterra ya lo anuncio al mundo y la enfermedad sigue y sus muertes son la consecuencia, la política tiene que transformarse en solución de esta pandemia, y el sistema de salud debe de distribuir de manera equitativa y no política la vacunación en las dosis que sean necesarias para salvar las vidas, la salud es la suprema ley.

* Profesor de Derecho la Universidad de Guadalajara y Miembro del Observatorio sobre Seguridad y Justicia.

antonio_dejesus@hotmail.com

twitter@mendozaAntoio