/ domingo 22 de julio de 2018

Entorno / Tres semanas de la victoria electoral de AMLO

No hay fecha que no se llegue, ni plazo que no se cumpla, es lo que se dice en el argot popular desde hace unos cuantos siglos en las voces del pueblo, que lo ponen en la categoría de dicho popular, donde el trecho en el caminar a la silla presidencial es cada día más corto, de aquí al día primero de diciembre de este año.

Este ha sido un camino bastante difícil, como el poema de Cantares escrito por Antonio Machado y en la voz de Serrat “Caminante, son tus huellas el camino y nada más; Caminante, no hay camino, se hace camino al andar. Al andar se hace el camino, y al volver la vista atrás se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar. Caminante no hay camino sino estelas en la mar”.

El trayecto y el camino siguen su destino hacia la toma del poder político de Andrés Manuel López Obrador, quién despacha en una antigua casa de la colonia Roma; tomando acuerdos y proyectando el modelo de un nuevo país en la conformación de una etapa más que comienza a ser historia en México, tomando en cuenta la Independencia de México, las Leyes de Reforma y la Revolución Mexicana; el nuevo presidente triunfador retoma los ideales de Juárez, con un sueldo que hasta el momento lo ha fijado en ciento ocho mil pesos mensuales, menos los impuestos, que como persona física tiene que declarar ante el Sistema de Administración Tributaria de la Secretaría de Hacienda.

En el mes de septiembre se integrará una nueva legislatura tanto en la Cámara de Diputados como en la de Senadores y quienes llevan mayoría son los legisladores de Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), y la cohabitación política de los partidos de oposición será complicada, pero no difícil para sacar las reformas constitucionales en la nueva estructura de leyes y reglamentos de la Administración Pública Federal, donde el país y la sociedad deben de moverse en los ideales de construcción política, social y económica, ante los nuevos proyectos y planes de gobierno que están en puerta.

López Obrador hasta el momento ha demostrado el talante con un tiempo y una situación humana, donde tiene el modo y la manera de ejecutar lo que piensa dando instrucciones a los posibles secretarios de Estado para trasladarse a otros entidades de la República Mexicana, fenómeno político y constitucional que no rompe el pacto federal y desincorpora del centro de la República a la mayoría de las secretarías, como una figura descentralizada de la Administración Pública Federal, en la que éstas deberán de brindar el apoyo necesario a los gobiernos locales.

México vive una nueva realidad, una realidad basada en nuestras experiencias de vida del presidente triunfador, una realidad que se da ante el reflejo del talante y de las ideas del nuevo presidente, con un temple anímico y con una vocación política definida y acatada como si fuera el caballero andante del Quijote.

* Profesor de Derecho de la Universidad de Guadalajara y Miembro fundador de la Asociación Nacional de Doctores en Derecho. Capítulo Jalisco.


antonio_dejesus@hotmail.com

No hay fecha que no se llegue, ni plazo que no se cumpla, es lo que se dice en el argot popular desde hace unos cuantos siglos en las voces del pueblo, que lo ponen en la categoría de dicho popular, donde el trecho en el caminar a la silla presidencial es cada día más corto, de aquí al día primero de diciembre de este año.

Este ha sido un camino bastante difícil, como el poema de Cantares escrito por Antonio Machado y en la voz de Serrat “Caminante, son tus huellas el camino y nada más; Caminante, no hay camino, se hace camino al andar. Al andar se hace el camino, y al volver la vista atrás se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar. Caminante no hay camino sino estelas en la mar”.

El trayecto y el camino siguen su destino hacia la toma del poder político de Andrés Manuel López Obrador, quién despacha en una antigua casa de la colonia Roma; tomando acuerdos y proyectando el modelo de un nuevo país en la conformación de una etapa más que comienza a ser historia en México, tomando en cuenta la Independencia de México, las Leyes de Reforma y la Revolución Mexicana; el nuevo presidente triunfador retoma los ideales de Juárez, con un sueldo que hasta el momento lo ha fijado en ciento ocho mil pesos mensuales, menos los impuestos, que como persona física tiene que declarar ante el Sistema de Administración Tributaria de la Secretaría de Hacienda.

En el mes de septiembre se integrará una nueva legislatura tanto en la Cámara de Diputados como en la de Senadores y quienes llevan mayoría son los legisladores de Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), y la cohabitación política de los partidos de oposición será complicada, pero no difícil para sacar las reformas constitucionales en la nueva estructura de leyes y reglamentos de la Administración Pública Federal, donde el país y la sociedad deben de moverse en los ideales de construcción política, social y económica, ante los nuevos proyectos y planes de gobierno que están en puerta.

López Obrador hasta el momento ha demostrado el talante con un tiempo y una situación humana, donde tiene el modo y la manera de ejecutar lo que piensa dando instrucciones a los posibles secretarios de Estado para trasladarse a otros entidades de la República Mexicana, fenómeno político y constitucional que no rompe el pacto federal y desincorpora del centro de la República a la mayoría de las secretarías, como una figura descentralizada de la Administración Pública Federal, en la que éstas deberán de brindar el apoyo necesario a los gobiernos locales.

México vive una nueva realidad, una realidad basada en nuestras experiencias de vida del presidente triunfador, una realidad que se da ante el reflejo del talante y de las ideas del nuevo presidente, con un temple anímico y con una vocación política definida y acatada como si fuera el caballero andante del Quijote.

* Profesor de Derecho de la Universidad de Guadalajara y Miembro fundador de la Asociación Nacional de Doctores en Derecho. Capítulo Jalisco.


antonio_dejesus@hotmail.com