Recibí de mi amigo el magistrado del Tribunal Electoral de Chihuahua, José Ramírez Salcedo, el libro titulado “Quinta Gameros: Esplendor de un siglo”, editado por la Universidad Autónoma de Chihuahua, textos de Débora Fossas, Héctor Jaramillo y Gastón Fourzán; es un libro que nos narra el esplendor de un siglo, con lujo de detalles, de la gloria que se vivió en el estado de Chihuahua en el gobierno del general Porfirio Díaz Mori.
La economía de México estaba en dos dólares por un peso mexicano, era el esplendor del desarrollo económico e industrial del país, Porfirio Díaz había logrado la paz social, con la palabra que hizo historia “Mucha administración y poca política”, así la industria minera en el norte del país, desarrollaba la explotación de la tierra y del trabajo del hombre, México se sentía influenciado por la economía y la cultura de Francia, la niñez en edad escolar aprendía como segundo idioma el francés.
La Quinta Gameros fue la casa que le perteneció a don Manuel Gameros, las decoraciones exteriores fueron realizadas por artesanos locales, en cada pieza y colocación de ladrillo, mármol y madera esta plasmada una obra de arte, con la sensibilidad de canteros, tallistas y herreros de la región, así como el genio y el trazo del dibujo y la creación del arquitecto Gastón Fourzán, es una casa que la historia le pone la fecha de 1907.
La revolución y los ideales revolucionarios se comenzaban a gestar; la Quinta representaba los ideales en contra de esta revolución, se luchaba para poner fin a la hegemonía porfirista, la Quinta Gameros es el actual Centro Cultural Universitario de la Universidad Autónoma de Chihuahua.
Leyendo el libro que gentilmente me regaló mi amigo, se narra un capítulo que me causó el interés por la letra, la historia, la pintura, así como las fotografías de esta Quinta, donde en forma poética Manuel Gameros habla de un vivir en su tiempo y su espacio, comienza la obra con una narrativa esplendorosa, los rayos del sol se revientan en el vidrio, apenas dejan ver su borrón del paisaje.
Manuel Gameros narra cuando huye de su casa a los Estados Unidos, porque el pelotón Villista se acercaba a lo que fue su trabajo, su vida, su amor y su empresa: “Con su cara pegada a la ventana y sus manos puestas sobre la ceja, para bloquear algo de luz, mira hacia el camino que va junto al tren, mira hacia el horizonte que va quedando atrás, y luego hacia el horizonte que tiene enfrente y luego hacia el horizonte al que se dirige, mirando intranquilo cualquier grupo de jinetes, cualquier cambio de velocidad del tren lo sobresalta”. Y no es para menos: Pancho Villa viene de Ciudad Juárez a tomar la ciudad de Chihuahua, no se sabe por dónde, no se sabe si está por llegar, lo que sí se sabe es que ninguno de los que están en el tren se salvaría si Villa los alcanza, y lo que es muy posible es que Villa ya haya recibido la noticia, las familias más ricas de Chihuahua huyen a Estados Unidos por la frontera de Ojinaga, ya que Villa había asaltado y saqueado a más de la mitad de las haciendas en Chihuahua, había repartido su grano y ganado entre todo el que quisiera llevarse lo que quisiera, con esas palabras don Luis Terrazas alertaba a las familias ricas de Chihuahua, Quinta Gameros : El esplendor de un siglo. Centro Cultural Universitario.
Profesor de Derecho de la Universidad de Guadalajara
