/ lunes 28 de mayo de 2018

Entorno / La inseguridad en Guadalajara

Los habitantes de esta ciudad día con día nos levantamos, viendo los noticiarios, leyendo la prensa escrita, dándonos cuenta de los, robos, desaparecidos, asesinatos en la ciudad de Guadalajara, y un mundo de fenómenos delictivos que a diario se presentan como parte del fracaso de la seguridad pública en nuestra ciudad.

Los gobiernos van, los gobiernos vienen y la seguridad sigue en aumento, políticos llegan a los puestos de responsabilidad en seguridad pública y no dan resultados, el robo a vehículos a mano armada sigue en aumento, los delincuentes bajan a familias amagan con pistolas y armas de grueso calibre despojando a los conductores de sus vehículos, a los delincuentes ya no les importan los modelos ni las marcas, los de modelo atrasados se venden en las chatarreras, sin que exista un operativo preventivo en las chatarreras cercanas a la ciudad de Guadalajara, ya que las piezas de los vehículos automotores tienen un costo en el mercado, en este negocio están involucrados los particulares dueños de las chatarreras y los delincuentes y aunque el tipo penal haya cambiado, ya que en la tipología del delito se eliminó el comprador de buena fe.

Los delincuentes de mala fe, siguen en la calle sin que autoridad alguna intervenga para la investigación y persecución de estos modos operativos.

Asimismo la delincuencia se convierte en el mejor negocio en donde fue la Perla Tapatía, el paseo de Chapultepec es un foco rojo para la seguridad de quienes nos visitan en esta ciudad o bien los que paseamos por estas calles desde Niños Héroes hasta Avenida México, no importa el horario ya que el asalto se da en la mañana, tarde o noche, la violencia en cuanto asesinatos también puede ser a cualquier hora del día, a la delincuencia no le importa si hay un módulo de policía de Guadalajara por la Avenida Chapultepec, los policías transitan en sus bicicletas y en sus modernos minivehículos pero hasta el momento no han dado resultados, la delincuencia aumenta y la autoridad policiaca sólo da partes informativas sin llegar a soluciones de la problemática de inseguridad que vivimos los tapatíos,

Los policías investigadores con la modernidad que da la Fiscalía en la que hace tiempo se llamaba Procuraduría tampoco dan resultados, porque sólo vigilan para la extorsión, estos policías detienen a los jóvenes trabajadores, estudiantes de nivel superior para extorsionarlos, un ejemplo es el caso de mi alumno Rafael quién llegó a un restaurante ubicado en la Avenida Chapultepec para tomarse un refresco acompañado de otros jóvenes universitarios después de sus actividades académicas, dejaron su motocicleta en el estacionamiento del restaurante visitado y cuando salían a eso de las once de la noche, fueron abordados por policías investigadores para hacerles una revisión de rutina, esa revisión terminó en extorsión hacia los jóvenes estudiantes ya que después de una golpiza previa identificación de los policías investigadores o científicos, sembraron el miedo a estos jóvenes estudiantes; no obstante Rafael presentó una denuncia de hechos o como le llaman actualmente una Carpeta de Investigación, pero hasta el momento la Carpeta se encuentra en el sueño de la injusticia y el olvido y los policías siguen en la calle extorsionando al ciudadano.

En esta ciudad los habitantes ya no sabemos de quién nos debemos de cuidar, si de los delincuentes o de los policías, ya que los que dicen que cuidan y protegen al ciudadano portando armas de fuego, unos uniformados y otros de civil, resulta que son los que nos extorsionan.

La delincuencia sigue creciendo en la ciudad de Guadalajara, por la carencia de una política criminal, llana y objetiva.

Profesor de Derecho de la Universidad de Guadalajara


antonio_dejesus@hotmail.com

Los habitantes de esta ciudad día con día nos levantamos, viendo los noticiarios, leyendo la prensa escrita, dándonos cuenta de los, robos, desaparecidos, asesinatos en la ciudad de Guadalajara, y un mundo de fenómenos delictivos que a diario se presentan como parte del fracaso de la seguridad pública en nuestra ciudad.

Los gobiernos van, los gobiernos vienen y la seguridad sigue en aumento, políticos llegan a los puestos de responsabilidad en seguridad pública y no dan resultados, el robo a vehículos a mano armada sigue en aumento, los delincuentes bajan a familias amagan con pistolas y armas de grueso calibre despojando a los conductores de sus vehículos, a los delincuentes ya no les importan los modelos ni las marcas, los de modelo atrasados se venden en las chatarreras, sin que exista un operativo preventivo en las chatarreras cercanas a la ciudad de Guadalajara, ya que las piezas de los vehículos automotores tienen un costo en el mercado, en este negocio están involucrados los particulares dueños de las chatarreras y los delincuentes y aunque el tipo penal haya cambiado, ya que en la tipología del delito se eliminó el comprador de buena fe.

Los delincuentes de mala fe, siguen en la calle sin que autoridad alguna intervenga para la investigación y persecución de estos modos operativos.

Asimismo la delincuencia se convierte en el mejor negocio en donde fue la Perla Tapatía, el paseo de Chapultepec es un foco rojo para la seguridad de quienes nos visitan en esta ciudad o bien los que paseamos por estas calles desde Niños Héroes hasta Avenida México, no importa el horario ya que el asalto se da en la mañana, tarde o noche, la violencia en cuanto asesinatos también puede ser a cualquier hora del día, a la delincuencia no le importa si hay un módulo de policía de Guadalajara por la Avenida Chapultepec, los policías transitan en sus bicicletas y en sus modernos minivehículos pero hasta el momento no han dado resultados, la delincuencia aumenta y la autoridad policiaca sólo da partes informativas sin llegar a soluciones de la problemática de inseguridad que vivimos los tapatíos,

Los policías investigadores con la modernidad que da la Fiscalía en la que hace tiempo se llamaba Procuraduría tampoco dan resultados, porque sólo vigilan para la extorsión, estos policías detienen a los jóvenes trabajadores, estudiantes de nivel superior para extorsionarlos, un ejemplo es el caso de mi alumno Rafael quién llegó a un restaurante ubicado en la Avenida Chapultepec para tomarse un refresco acompañado de otros jóvenes universitarios después de sus actividades académicas, dejaron su motocicleta en el estacionamiento del restaurante visitado y cuando salían a eso de las once de la noche, fueron abordados por policías investigadores para hacerles una revisión de rutina, esa revisión terminó en extorsión hacia los jóvenes estudiantes ya que después de una golpiza previa identificación de los policías investigadores o científicos, sembraron el miedo a estos jóvenes estudiantes; no obstante Rafael presentó una denuncia de hechos o como le llaman actualmente una Carpeta de Investigación, pero hasta el momento la Carpeta se encuentra en el sueño de la injusticia y el olvido y los policías siguen en la calle extorsionando al ciudadano.

En esta ciudad los habitantes ya no sabemos de quién nos debemos de cuidar, si de los delincuentes o de los policías, ya que los que dicen que cuidan y protegen al ciudadano portando armas de fuego, unos uniformados y otros de civil, resulta que son los que nos extorsionan.

La delincuencia sigue creciendo en la ciudad de Guadalajara, por la carencia de una política criminal, llana y objetiva.

Profesor de Derecho de la Universidad de Guadalajara


antonio_dejesus@hotmail.com