El Poder Judicial Federal tiene como una de sus funciones más importantes la de garantizar la aplicación de los principios y disposiciones constitucionales, anula los actos de autoridad que son contrarios a los preceptos constitucionales, así los Tribunales de Amparo en México, tienen la facultad de interpretar la ley y la jurisprudencia que se deposita primero en el Juez de Distrito, Magistrados y Ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
El Juicio de Amparo se estructura en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, la Ley de Amparo hace de la jurisprudencia formas del Derecho que en la institución del Poder Judicial Federal las acepta.
En estos días el Juicio de Amparo atraviesa por su peor crisis existencial en la historia de México, el imperio presidencial se ha apoderado del Poder Judicial Federal, donde no existe contrapeso alguno desde el punto de vista jurídico con la palabra del Presidente de la República y su Cuarta Transformación.
La palabra del Presidente es la ley suprema, sin contrapeso alguno, externado por un capricho presidencial con la frase “Seguridad Nacional”, palabras que ponen en riesgo el Estado de Derecho, colocando en duda la aplicación del juicio de amparo.
Las obras de Ignacio L. Vallarta, Crescencio Rejón, Mariano Otero por citar a los clásicos en México que estudiaron e hicieron una verdad jurídica y crearon la institución del juicio de amparo en México, que mucho ha servido para un contrapeso entre los excesos de la autoridad también llamados agravios.
El amparo se ha depositado en el Poder Judicial Federal y en la Suprema Corte de Justicia de la Nación, con esa voz que a la letra dice: “La justicia de la Nación, ampara y protege”, pero en estos días, la justicia de la Nación que ampara y protege se encuentra en una crisis jurídica ante las palabras del Presidente de la República de “Seguridad Nacional”, estas palabras son en estos momentos la ley suprema de la Nación, el Poder Ejecutivo Federal no tiene contrapeso alguno y su palabra es la ley, así en estos momentos la realidad jurídica de la institución del amparo ha sido rebasada por la institución presidencial.
Los Jueces de Distrito, que se atreven a dictar alguna suspensión provisional o definitiva que vaya en contra de la línea política, económica y social del Presidente de la República, son investigados por la fuerza presidencial, lesionando su potestad y libertad, siendo víctimas de un desprestigio social en las pláticas que tiene el Presidente de la República con sus seguidores, a quienes los califica como conservadores.
La Suprema Corte de Justicia de la Nación ante los atropellos de los que han sido víctimas del Poder Ejecutivo Federal se mantiene en silencio, ya que los Ministros saben de los caprichos y enojos del Presidente de la República, para ellos es más importante mantener una actitud cómoda que realizar algún pronunciamiento que dignifique las facultades constitucionales del Poder Judicial Federal.
Profesor de Derecho de la Universidad de Guadalajara, Miembro de la Asociación Nacional de Doctores en Derecho. Capítulo Jalisco*
