/ lunes 14 de marzo de 2022

Celebremos a la mujer

Los hombres que respetamos a la mujer, a diario celebramos su día, valoramos su trabajo, así en cada amanecer al iniciar el día la saludamos con unos buenos días, tomando una excelente taza de café y una buena charla para un magnífico despertar.

Este ocho de marzo la mujer se manifestó con inteligencia regalando flores a las mujeres policías de la ciudad de México, contra todos los pronósticos de violencia que el Presidente de la República comentó en su mañanera, así el Presidente convirtió el Palacio Nacional en un búnker callejero para impedir lo que las mujeres no tomaron en cuenta, que son las paredes de Palacio Nacional, es cierto hubo algunos destrozos como los cristales de una estación del metro, las mujeres hicieron valer su capacidad de convocatoria, se calcula cerca de setenta y cinco mil mujeres que se reunieron para exigir en terminar de una vez por todas con el machismo patriarcal que mucho daño les ha hecho, como violaciones, trata de personas, golpes, desapariciones y muerte que el Derecho lo tipifica como feminicidios o violencia familiar adecuándose a los protocolos de la investigación ministerial para dar apertura a las carpetas de investigación.

La lucha jurídica y política de la mujer abre la conciencia de la sociedad para dignificar al sexo femenino que la historia de una conducta machista patriarcal la sometió a sus caprichos y humillaciones como escribe Samuel Ramos en su libro del “Perfil del hombre y la cultura en México” en el capítulo del macho mexicano como el ser animal que solo sirve para marcar el territorio y defender el mismo de los extraños de ese territorio llamado barrio, donde las mujeres al parecer pertenecen al patriarca que es quién decide su destino.

Hace algunos años la mujer con su pensamiento y obra ha trabajado por su liberación femenina, la ideología se transforma en acción y reacción en busca de resolver su existencia de vida.

La mujer tiene diferentes actividades, físicas y mentales, desarrolla trabajo y hace de su profesión un talento, es parte de una generación, entre abuelas, madres, hijas y nietas, estas despiertan la conciencia social y política como las que vimos en la marcha que acompañaban en las calles a sus familiares para protestar por esta incultura patriarcal y machista a la que han sido sometidas por siglos y se siguen sometiendo por la falta de una cultura de liberación con una conducta feminista en un proceso de reconocimiento a los Derechos Humanos y a la dignidad de la persona.

La mujer representa la Patria, gracias a ella los seres humanos existimos, en un ser y en un deber ser, gracias a ella nacemos, nos formamos dentro del calor materno, ella nos cría y nos crea con el alimento de su cuerpo, primero como embrión, posteriormente como feto hasta formarnos como niños, al nacer alimentándonos con su leche producto de su cuerpo, formando al niño dentro de un proceso de educación interno y externo desde el hogar hasta la escuela convirtiendo las paredes de cemento llamada casa en un hogar con calor humano, dando gracias a la vida por este milagro de la creación humana.

La mujer construye y no destruye, porque la destrucción va a la muerte.

Profesor de Derecho de la Universidad de Guadalajara

Los hombres que respetamos a la mujer, a diario celebramos su día, valoramos su trabajo, así en cada amanecer al iniciar el día la saludamos con unos buenos días, tomando una excelente taza de café y una buena charla para un magnífico despertar.

Este ocho de marzo la mujer se manifestó con inteligencia regalando flores a las mujeres policías de la ciudad de México, contra todos los pronósticos de violencia que el Presidente de la República comentó en su mañanera, así el Presidente convirtió el Palacio Nacional en un búnker callejero para impedir lo que las mujeres no tomaron en cuenta, que son las paredes de Palacio Nacional, es cierto hubo algunos destrozos como los cristales de una estación del metro, las mujeres hicieron valer su capacidad de convocatoria, se calcula cerca de setenta y cinco mil mujeres que se reunieron para exigir en terminar de una vez por todas con el machismo patriarcal que mucho daño les ha hecho, como violaciones, trata de personas, golpes, desapariciones y muerte que el Derecho lo tipifica como feminicidios o violencia familiar adecuándose a los protocolos de la investigación ministerial para dar apertura a las carpetas de investigación.

La lucha jurídica y política de la mujer abre la conciencia de la sociedad para dignificar al sexo femenino que la historia de una conducta machista patriarcal la sometió a sus caprichos y humillaciones como escribe Samuel Ramos en su libro del “Perfil del hombre y la cultura en México” en el capítulo del macho mexicano como el ser animal que solo sirve para marcar el territorio y defender el mismo de los extraños de ese territorio llamado barrio, donde las mujeres al parecer pertenecen al patriarca que es quién decide su destino.

Hace algunos años la mujer con su pensamiento y obra ha trabajado por su liberación femenina, la ideología se transforma en acción y reacción en busca de resolver su existencia de vida.

La mujer tiene diferentes actividades, físicas y mentales, desarrolla trabajo y hace de su profesión un talento, es parte de una generación, entre abuelas, madres, hijas y nietas, estas despiertan la conciencia social y política como las que vimos en la marcha que acompañaban en las calles a sus familiares para protestar por esta incultura patriarcal y machista a la que han sido sometidas por siglos y se siguen sometiendo por la falta de una cultura de liberación con una conducta feminista en un proceso de reconocimiento a los Derechos Humanos y a la dignidad de la persona.

La mujer representa la Patria, gracias a ella los seres humanos existimos, en un ser y en un deber ser, gracias a ella nacemos, nos formamos dentro del calor materno, ella nos cría y nos crea con el alimento de su cuerpo, primero como embrión, posteriormente como feto hasta formarnos como niños, al nacer alimentándonos con su leche producto de su cuerpo, formando al niño dentro de un proceso de educación interno y externo desde el hogar hasta la escuela convirtiendo las paredes de cemento llamada casa en un hogar con calor humano, dando gracias a la vida por este milagro de la creación humana.

La mujer construye y no destruye, porque la destrucción va a la muerte.

Profesor de Derecho de la Universidad de Guadalajara