/ viernes 26 de octubre de 2018

Reivindicar lo público

Es un honor para mí formar parte del Poder Legislativo de nuestra entidad por segunda ocasión. Quienes conformamos la LXII Legislatura entraremos en funciones el próximo primero de noviembre después de haber rendido protesta el día de ayer, 25 de octubre. El Congreso ha sido un espacio importante para transformar y mejorar la calidad de vida de todos los jaliscienses. Sin duda trabajaremos con el mismo esfuerzo y determinación para continuar con los buenos resultados.

Mi tarea en esta nueva etapa como diputado será la reivindicación de lo público. Es decir, que se convierta en sinónimo de bueno, de calidad. Es esta la oportunidad de reparar el daño y el estigma que tiene hoy lo público, hablemos de educación, salud o transporte, es una gran labor, la cual estoy dispuesto a asumir por y para el bienestar de todos los que habitamos en este estado. Voy a hacer de esta práctica el eje rector de todo mi trabajo legislativo.

Pero, ¿por qué centrarme en lo público? Porque es a través de esta transformación y reivindicación que se puede combatir la gran brecha de desigualdad que hoy nos obliga a hacerle frente. Porque si volteamos a ver a esos países donde la desigualdad es mínima, nos daremos cuenta de que lo público ha sido lo que dirige sus agendas, ellos han apostado a proyectos que entusiasman a los ciudadanos, a una regulación eficaz y, sobre todo, un presupuesto suficiente para proveer de servicios básicos de calidad.

Entonces, esa será mi tarea desde el legislativo. A través de la asignación de presupuesto y la normatividad buscar que una visión social permee todas las agendas de gobierno. Que, en cada peso, en cada ley, se tenga como objetivo principal el beneficio para toda la población, pero sobre todo para los más vulnerables, que se preserve la pluralidad y se respeten los derechos humanos de todas y todos. Porque lo público define la dinámica social y si éste no es de calidad, tampoco lo somos como gobernantes ni como país.


Es un honor para mí formar parte del Poder Legislativo de nuestra entidad por segunda ocasión. Quienes conformamos la LXII Legislatura entraremos en funciones el próximo primero de noviembre después de haber rendido protesta el día de ayer, 25 de octubre. El Congreso ha sido un espacio importante para transformar y mejorar la calidad de vida de todos los jaliscienses. Sin duda trabajaremos con el mismo esfuerzo y determinación para continuar con los buenos resultados.

Mi tarea en esta nueva etapa como diputado será la reivindicación de lo público. Es decir, que se convierta en sinónimo de bueno, de calidad. Es esta la oportunidad de reparar el daño y el estigma que tiene hoy lo público, hablemos de educación, salud o transporte, es una gran labor, la cual estoy dispuesto a asumir por y para el bienestar de todos los que habitamos en este estado. Voy a hacer de esta práctica el eje rector de todo mi trabajo legislativo.

Pero, ¿por qué centrarme en lo público? Porque es a través de esta transformación y reivindicación que se puede combatir la gran brecha de desigualdad que hoy nos obliga a hacerle frente. Porque si volteamos a ver a esos países donde la desigualdad es mínima, nos daremos cuenta de que lo público ha sido lo que dirige sus agendas, ellos han apostado a proyectos que entusiasman a los ciudadanos, a una regulación eficaz y, sobre todo, un presupuesto suficiente para proveer de servicios básicos de calidad.

Entonces, esa será mi tarea desde el legislativo. A través de la asignación de presupuesto y la normatividad buscar que una visión social permee todas las agendas de gobierno. Que, en cada peso, en cada ley, se tenga como objetivo principal el beneficio para toda la población, pero sobre todo para los más vulnerables, que se preserve la pluralidad y se respeten los derechos humanos de todas y todos. Porque lo público define la dinámica social y si éste no es de calidad, tampoco lo somos como gobernantes ni como país.