/ miércoles 24 de marzo de 2021

Las elecciones más grandes de la historia

Mucho se ha hablado de que la elección del 6 de junio del año en curso es la más grande de la historia de México. Y es cierto, a causa de que se han homologado los calendarios electorales de las entidades federativas y, con esto, estarán en juego más de 21 mil cargos, dividido en 15 gubernaturas, casi 2 mil ayuntamientos, 30 congresos locales y la renovación de la Cámara de Diputados (300 de mayoría relativa y 200 de representación proporcional). Situación nunca vista en nuestro país. Para nuestro estado, la contienda electoral será en los 125 municipios y 1,464 puestos edilicios, así como el Congreso local.

De manera cualitativa, estas elecciones también representan las más grandes de la historia. Me explico. Estas elecciones significan reflexionar acerca de estos tres años del gobierno federal, su control del Congreso de la Unión, la intromisión amenazante en el Poder Judicial, en síntesis, diluir los Tres Poderes para que recaigan en el titular del Ejecutivo. Significa tomar conciencia del uso descarado de las vacunas contra la Covid-19 para tendenciar los comicios electorales o mandar iniciativas de ley para que no se “les cambie ni una coma”. Significa seguir invisibilizando el clamor del movimiento feminista y sostener a un candidato con varias acusaciones de acoso y violaciones sexuales. Significa mirar hacia otro lado cuando miles de empleos se han perdido y cientos de pequeñas y medianas empresas han quebrado sin recibir ningún apoyo, porque no tiene rédito electoral.

Es una elección plebiscitaria: decir sí a Morena o restituir la fortaleza en las instituciones. Colocar los contrapesos en el Poder Legislativo o dejar que se cambien las leyes y la Constitución a contentillo y conveniencia de un solo hombre. Es poner las reticencias necesarias desde los congresos locales o seguir con este centralismo a ultranza que emana desde Palacio Nacional. Una elección donde podremos cambiar el rumbo del país.

Así, los comicios electorales venideros son los más grandes en México, en aritmética y en importancia, aunado a lo sui géneris al llevarse a cabo en el marco de esta pandemia que no cesa. El compromiso deberá ser de todas y todos los sufragantes, reflexionar, pensar, informarse y acudir a las urnas. Estamos ante una gran cita con la historia de nuestros municipios, de nuestro estado, de nuestro país y con la democracia misma. Hagamos que estas elecciones en verdad sean las más grandes de la historia.

Mucho se ha hablado de que la elección del 6 de junio del año en curso es la más grande de la historia de México. Y es cierto, a causa de que se han homologado los calendarios electorales de las entidades federativas y, con esto, estarán en juego más de 21 mil cargos, dividido en 15 gubernaturas, casi 2 mil ayuntamientos, 30 congresos locales y la renovación de la Cámara de Diputados (300 de mayoría relativa y 200 de representación proporcional). Situación nunca vista en nuestro país. Para nuestro estado, la contienda electoral será en los 125 municipios y 1,464 puestos edilicios, así como el Congreso local.

De manera cualitativa, estas elecciones también representan las más grandes de la historia. Me explico. Estas elecciones significan reflexionar acerca de estos tres años del gobierno federal, su control del Congreso de la Unión, la intromisión amenazante en el Poder Judicial, en síntesis, diluir los Tres Poderes para que recaigan en el titular del Ejecutivo. Significa tomar conciencia del uso descarado de las vacunas contra la Covid-19 para tendenciar los comicios electorales o mandar iniciativas de ley para que no se “les cambie ni una coma”. Significa seguir invisibilizando el clamor del movimiento feminista y sostener a un candidato con varias acusaciones de acoso y violaciones sexuales. Significa mirar hacia otro lado cuando miles de empleos se han perdido y cientos de pequeñas y medianas empresas han quebrado sin recibir ningún apoyo, porque no tiene rédito electoral.

Es una elección plebiscitaria: decir sí a Morena o restituir la fortaleza en las instituciones. Colocar los contrapesos en el Poder Legislativo o dejar que se cambien las leyes y la Constitución a contentillo y conveniencia de un solo hombre. Es poner las reticencias necesarias desde los congresos locales o seguir con este centralismo a ultranza que emana desde Palacio Nacional. Una elección donde podremos cambiar el rumbo del país.

Así, los comicios electorales venideros son los más grandes en México, en aritmética y en importancia, aunado a lo sui géneris al llevarse a cabo en el marco de esta pandemia que no cesa. El compromiso deberá ser de todas y todos los sufragantes, reflexionar, pensar, informarse y acudir a las urnas. Estamos ante una gran cita con la historia de nuestros municipios, de nuestro estado, de nuestro país y con la democracia misma. Hagamos que estas elecciones en verdad sean las más grandes de la historia.