Imagine por un momento que usted llega a un restaurante, disfruta sus alimentos y al momento de pedir la cuenta le digan sin rodeos “pague con tarjeta o nos quedamos con su cambio”. Naturalmente uno saldría tachando de cinismo al establecimiento, porque lo normal es no aceptar que nos roben, más aún, que nos pongan “condiciones”, o de lo contrario robarte.
También quisiera preguntarle al lector de esta columna, ¿qué haría con 19 millones de pesos? Una suma considerable, una suma que quizá algunos jamás alcancen a ver y es también la suma de lo que el Siteur (Tren ligero) ha admitido que nos ha robado. Hace unos días, desde su portal de internet, admitieron que hasta el 31 de octubre de 2021 habían acumulado 19 millones 15 mil 890 pesos del excedente de los univiajes, es decir, del cambio que no regresan las alcancías rateras. Ese es dinero de todas y todos los usuarios del transporte público y no nos dan certezas de a dónde irá a parar.
Ya que las y los estudiantes representamos una parte importante del número de usuarios del transporte público exigimos justicia y transparencia, exigimos un transporte accesible, incluyente, seguro y que no nos robe. Dijeron que los usuarios podíamos pedir la devolución del cambio si presentamos nuestro boleto con código Qr, así que me di a la tarea de comprobarlo.
Me llevé la sorpresa que tras invertir 20 minutos de mi vida y con 19 comprobantes de pago, solo logré con éxito que me cambiaran 4 boletos, es decir solo recuperé 2 pesos. Resulta que no es suficiente presentar los boletos, según las políticas de Siteur (que no están publicadas en el tren de manera visible), solo es posible que te cambien 4 boletos al día, además la fecha no debe exeder los 15 días y el tiempo de emisión entre un boleto y otro debe de ser el “suficiente” (nunca me dijeron cuánto tiempo) para que a juicio del operador, los boletos presentados fueran de la misma persona y en diferentes estaciones, en virtud de que no está permitido compartir los boletos entre usuarios, ni mucho menos transferir el derecho a solicitar el rembolso, no vaya a ser que alguien vaya a cobrar el cambio que me corresponde en mi nombre.
Solo les faltó decir que Siteur cuida tan bien mi dinero que se asegura de que nadie, solo Siteur, se quede con mi cambio, acumulado en sus cuentas bancarias generando intereses y sin reglas de operación a disposición del gobierno para lo que se ofrezca.
El actual gobierno del estado ha apostado porque la modernización del transporte público sea su principal agenda y legado gubernamental, por ello Mi Macro Periferico y el proyecto de la Línea 4 del Tren ligero son sus grandes apuestas, sin embargo fue también en transporte donde encontraron una mina de oro, a partir de la implementación de unas alcancías que están diseñadas para robar de manera sistematizada y equiparada.
Si simplemente del tren calcularon 19 millones, aunque sabemos que son muchos, muchos más, ¿cuántos millones estarán en las alcancías rateras de los camiones, esos que ni siquiera te dan la opción de pedir el rembolso de tu cambio.
A los usuarios nos toca exhibir lo corruptos y ventajosos que son. Señalarlos hasta que la corrupción deje de ser costumbre. El cambio que merecemos requiere voluntad política. No es justo que tengas que invertir 20 minutos de tu vida por tan solo 2 pesos, el tiempo es el recurso humano más valioso porque es insustituible, conscientes de ello, el gobierno diseñó todo para que nadie acuda a reclamar su dinero y ellos salgan ganando bolsas millonarias libres de reglas de operación para gozar de sus beneficios a su antojo. Tarde o temprano a los corruptos les llegará su turno, pues la ciudadanía no olvida; el tiempo para la clase política actual también está corriendo.
