/ lunes 18 de julio de 2022

Las voces que faltan | Dra. Ruth Padilla, Maestra Emérita

Hace 15 años tomé mi primera clase en la Universidad de Guadalajara, fue en la Prepa 11, inicio de la travesía más enriquecedora de mi vida. Recuerdo esto no con afán de nostalgia, sino para explicar algo que desde entonces veía. Para mí, las maestras y maestros son personas a las que les tengo profundo respeto, que comparten su conocimiento y nos preparan para la vida. En estos 15 años he conocido muchos docentes excelentes, no obstante, no había conocido a alguno al que le otorgaran el grado de Maestro Emérito, hasta Ruth Padilla.

La Dra. Ruth Padilla, quien hasta hace unos meses se desempeñaba como Rectora de CUCEI y que tiene una amplia trayectoria dentro de la UdeG es una maestra muy especial. Pocos fueron sus alumnos de clase, muchos fuimos sus alumnos de vida. Su oficina siempre se caracterizó por tener las puertas abiertas para encontrar escucha activa, si te acercabas a ella te recibía con palabras de aliento y un buen consejo para encontrar el rumbo; su oficina siempre fue un lugar seguro para mí, no por el espacio sino por ella que llenaba la atmósfera con su calidez, su elocuencia, su apoyo. El pensar en esta extraordinaria maestra reafirmo que siempre tuve la certeza de encontrar en ella un consejo objetivo y una enorme sonrisa, estoy seguro de que no soy el único que lo piensa.

Ruth Padilla era consciente de que para mantener vigente a una institución hay que actualizarla de manera constante. Toda su vida ha trabajado de manera férrea y con un alto compromiso institucional. Segura de que las mujeres con talento también merecían estar en los espacios de toma de desiciones, trabajó en disminuir las brechas y abrirles camino. Buscó escuelas más humanas y se concentró en una transformación integral, en todos los lugares a donde llegaba sembraba semillas de arte, humanismo y valores. Sobre todo, luchó por erradicar la violencia y expulsar el acoso, hostigamiento y las prácticas denigrantes que por mucho tiempo habían sido toleradas.

“Lo que se pierde de nombre, se gana de eternidad”, versa un poema del escritor andaluz, Manuel Machado. Una impresión así me da lo que podría pasar con Ruth Padilla, quizá mucha gente disfrutará el CUALTOS sin saber que Ruth fue pieza clave para edificarlo; tal vez tampoco recordarán los alumnos de hoy en CUTONALA que con grandes esfuerzos y en bodegas, Ruth arrancó ese centro universitario. Muy probablemente los alumnos de primer ingreso del SEMS no sepan que el plan de estudios por competencias, referente a nivel nacional, se realizó durante la gestión de Ruth, ni sabrán las compañeras de primer ingreso en CUCEI que el buitreo no es más que una leyenda gracias a ella, ni que el agua potable y microondas para los estudiantes también fueron por ella. Con el paso de los años, tal vez las mujeres en altos puestos de la UdeG no la recuerden o incluso, cuando llegue la primera rectora de la universidad no la mencione en su discurso, porque como bien dijo el poeta, lo que se pierde de nombre, se gana de eternidad y Ruth Padilla vivirá en la transformación que dejó, más allá de la memoria.

Celebro el reconocimiento de Maestra Emérita a la Dra. Ruth Padilla, porque acciones como esta, además de reconocer el trabajo de los docentes, es fuente de inspiración para cientos de maestros eméritos que en silencio trabajan dando consejos de vida para mis compañerxs, con iniciativas para humanizar más sus escuelas, luchando contra la deserción escolar y acortando las brechas que nos dividen, para ellos, y particularmente para Ruth, mi agradecimiento y felicitación. Gracias al latido silencioso de su corazón de león, vibra esta gran institución que es muestra del gesto más generoso de la humanidad, la universidad, por ello… ¡Qué viva la Universidad de Guadalajara!

Presidente de la FEU*

Redes sociales:

Twitter @JavierArmentaMX

Facebook @JArmentaMX

Hace 15 años tomé mi primera clase en la Universidad de Guadalajara, fue en la Prepa 11, inicio de la travesía más enriquecedora de mi vida. Recuerdo esto no con afán de nostalgia, sino para explicar algo que desde entonces veía. Para mí, las maestras y maestros son personas a las que les tengo profundo respeto, que comparten su conocimiento y nos preparan para la vida. En estos 15 años he conocido muchos docentes excelentes, no obstante, no había conocido a alguno al que le otorgaran el grado de Maestro Emérito, hasta Ruth Padilla.

La Dra. Ruth Padilla, quien hasta hace unos meses se desempeñaba como Rectora de CUCEI y que tiene una amplia trayectoria dentro de la UdeG es una maestra muy especial. Pocos fueron sus alumnos de clase, muchos fuimos sus alumnos de vida. Su oficina siempre se caracterizó por tener las puertas abiertas para encontrar escucha activa, si te acercabas a ella te recibía con palabras de aliento y un buen consejo para encontrar el rumbo; su oficina siempre fue un lugar seguro para mí, no por el espacio sino por ella que llenaba la atmósfera con su calidez, su elocuencia, su apoyo. El pensar en esta extraordinaria maestra reafirmo que siempre tuve la certeza de encontrar en ella un consejo objetivo y una enorme sonrisa, estoy seguro de que no soy el único que lo piensa.

Ruth Padilla era consciente de que para mantener vigente a una institución hay que actualizarla de manera constante. Toda su vida ha trabajado de manera férrea y con un alto compromiso institucional. Segura de que las mujeres con talento también merecían estar en los espacios de toma de desiciones, trabajó en disminuir las brechas y abrirles camino. Buscó escuelas más humanas y se concentró en una transformación integral, en todos los lugares a donde llegaba sembraba semillas de arte, humanismo y valores. Sobre todo, luchó por erradicar la violencia y expulsar el acoso, hostigamiento y las prácticas denigrantes que por mucho tiempo habían sido toleradas.

“Lo que se pierde de nombre, se gana de eternidad”, versa un poema del escritor andaluz, Manuel Machado. Una impresión así me da lo que podría pasar con Ruth Padilla, quizá mucha gente disfrutará el CUALTOS sin saber que Ruth fue pieza clave para edificarlo; tal vez tampoco recordarán los alumnos de hoy en CUTONALA que con grandes esfuerzos y en bodegas, Ruth arrancó ese centro universitario. Muy probablemente los alumnos de primer ingreso del SEMS no sepan que el plan de estudios por competencias, referente a nivel nacional, se realizó durante la gestión de Ruth, ni sabrán las compañeras de primer ingreso en CUCEI que el buitreo no es más que una leyenda gracias a ella, ni que el agua potable y microondas para los estudiantes también fueron por ella. Con el paso de los años, tal vez las mujeres en altos puestos de la UdeG no la recuerden o incluso, cuando llegue la primera rectora de la universidad no la mencione en su discurso, porque como bien dijo el poeta, lo que se pierde de nombre, se gana de eternidad y Ruth Padilla vivirá en la transformación que dejó, más allá de la memoria.

Celebro el reconocimiento de Maestra Emérita a la Dra. Ruth Padilla, porque acciones como esta, además de reconocer el trabajo de los docentes, es fuente de inspiración para cientos de maestros eméritos que en silencio trabajan dando consejos de vida para mis compañerxs, con iniciativas para humanizar más sus escuelas, luchando contra la deserción escolar y acortando las brechas que nos dividen, para ellos, y particularmente para Ruth, mi agradecimiento y felicitación. Gracias al latido silencioso de su corazón de león, vibra esta gran institución que es muestra del gesto más generoso de la humanidad, la universidad, por ello… ¡Qué viva la Universidad de Guadalajara!

Presidente de la FEU*

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