/ domingo 6 de septiembre de 2020

Las voces que faltan | Cooperar es la respuesta


Francisco Javier Armenta Araiza


Foto: Cortesía | Javier Armenta


Hoy iniciamos el semestre 2020B y nos enfrentamos a un ciclo escolar sin precedentes. La educación ha dado un salto de las aulas a la manera virtual. Con certeza no hay una fecha de cuándo podremos regresar a clases presenciales. Tal vez cuando la curva de contagios presente cifras favorables pero otras voces menos optimistas apuntan que será hasta tener una vacuna. Mientras la incertidumbre continúa, lo cierto es que en el semestre 2020A tuvimos un rezago educativo importante.

Según datos de la CONEVAL en 2018 en México había poco más de 52 millones de personas en condición de pobreza y los pronósticos apuntan que debido a la pandemia, este año 10 millones más de mexicanos caerán en dicha situación. Las desigualdades se acrecientan cuando el estado no puede garantizar los derechos fundamentales expuestos en nuestra constitución, como el derecho a la salud, la educación, entre otros. El aislamiento obligado ha fungido como potenciador de las desigualdades. Las consecuencias como la violencia familiar, padecimientos emocionales (depresión y ansiedad) y el tema de hoy rezago educativo se agudizan aún más para los millones de mexicanos que viven en condición de pobreza.

¿Dónde estamos parados las y los estudiantes de la UDG?

Según el sondeo que realizamos en abril desde la FEU: alrededor de 1 de cada 3 estudiantes no tienen acceso a internet en casa; 1 de cada 5 no tiene computadora en casa y los que sí tienen, 3 de cada 4 la comparten con algún familiar; además, 1 de cada 3 no tiene un lugar adecuado para estudiar. Resulta evidente la sensación de ansiedad y frustración por no tener las condiciones necesarias para aprender y que como resultado se presente un rezago educativo sin precedentes. Adelanto que esta es una de las razones por las que estudiantes están considerado pausar sus estudios (pedir licencia).

La UDG no es indiferente a estos problemas y ha demostrado atender las desigualdades de forma ejemplar gracias al modelo de red universitaria en el que brinda educación a personas en condición de pobreza y alta marginación, por eso es ejemplo a nivel nacional. También ha reaccionado ante la desigualdad de condiciones para estudiar mediante el programa de préstamo de tabletas y computadoras a estudiantes que carecían de estos medios, sin embargo, insuficiente la respuesta. Sabemos que las desigualdades limitan el acceso a la educación, además, estas son tantas que superan las capacidades de la universidad y es menester de los tres niveles de gobierno hacerse cargo de esta situación. Por eso el día jueves 27 de agosto propuse los siguientes 2 puntos ante el consejo general universitario:

· En el supuesto de regresar de forma presencial este semestre, que no sea obligatorio para los alumnos foráneos puesto que cambiar de localidad de manera abrupta puede verse limitada por su situación económica.

· Propusimos el proyecto “alternativa” que busca proveer espacios gratuitos de acceso a internet y equipos de cómputo a las y los estudiantes de todo el estado. Para lograrlo se necesita cooperación entre los 3 niveles de gobierno: los municipales previendo un espacio físico y servicios, el gobierno del estado la conexión a internet y equipos de cómputo, gobierno federal aportando equipo de cómputo y reabriendo los espacios de acceso del programa “México conectado"

El único antídoto para el aislamiento de la pandemia y sus consecuencias es cooperar. Así lo dijo Yuval Noah Harari, cooperar nos ha distinguido y es lo que nos ha permitido sobrevivir como especie. Cooperar es la única respuesta para superar las desigualdades y es un gesto que, sin duda, nos volverá más humanos.


Francisco Javier Armenta Araiza


Foto: Cortesía | Javier Armenta


Hoy iniciamos el semestre 2020B y nos enfrentamos a un ciclo escolar sin precedentes. La educación ha dado un salto de las aulas a la manera virtual. Con certeza no hay una fecha de cuándo podremos regresar a clases presenciales. Tal vez cuando la curva de contagios presente cifras favorables pero otras voces menos optimistas apuntan que será hasta tener una vacuna. Mientras la incertidumbre continúa, lo cierto es que en el semestre 2020A tuvimos un rezago educativo importante.

Según datos de la CONEVAL en 2018 en México había poco más de 52 millones de personas en condición de pobreza y los pronósticos apuntan que debido a la pandemia, este año 10 millones más de mexicanos caerán en dicha situación. Las desigualdades se acrecientan cuando el estado no puede garantizar los derechos fundamentales expuestos en nuestra constitución, como el derecho a la salud, la educación, entre otros. El aislamiento obligado ha fungido como potenciador de las desigualdades. Las consecuencias como la violencia familiar, padecimientos emocionales (depresión y ansiedad) y el tema de hoy rezago educativo se agudizan aún más para los millones de mexicanos que viven en condición de pobreza.

¿Dónde estamos parados las y los estudiantes de la UDG?

Según el sondeo que realizamos en abril desde la FEU: alrededor de 1 de cada 3 estudiantes no tienen acceso a internet en casa; 1 de cada 5 no tiene computadora en casa y los que sí tienen, 3 de cada 4 la comparten con algún familiar; además, 1 de cada 3 no tiene un lugar adecuado para estudiar. Resulta evidente la sensación de ansiedad y frustración por no tener las condiciones necesarias para aprender y que como resultado se presente un rezago educativo sin precedentes. Adelanto que esta es una de las razones por las que estudiantes están considerado pausar sus estudios (pedir licencia).

La UDG no es indiferente a estos problemas y ha demostrado atender las desigualdades de forma ejemplar gracias al modelo de red universitaria en el que brinda educación a personas en condición de pobreza y alta marginación, por eso es ejemplo a nivel nacional. También ha reaccionado ante la desigualdad de condiciones para estudiar mediante el programa de préstamo de tabletas y computadoras a estudiantes que carecían de estos medios, sin embargo, insuficiente la respuesta. Sabemos que las desigualdades limitan el acceso a la educación, además, estas son tantas que superan las capacidades de la universidad y es menester de los tres niveles de gobierno hacerse cargo de esta situación. Por eso el día jueves 27 de agosto propuse los siguientes 2 puntos ante el consejo general universitario:

· En el supuesto de regresar de forma presencial este semestre, que no sea obligatorio para los alumnos foráneos puesto que cambiar de localidad de manera abrupta puede verse limitada por su situación económica.

· Propusimos el proyecto “alternativa” que busca proveer espacios gratuitos de acceso a internet y equipos de cómputo a las y los estudiantes de todo el estado. Para lograrlo se necesita cooperación entre los 3 niveles de gobierno: los municipales previendo un espacio físico y servicios, el gobierno del estado la conexión a internet y equipos de cómputo, gobierno federal aportando equipo de cómputo y reabriendo los espacios de acceso del programa “México conectado"

El único antídoto para el aislamiento de la pandemia y sus consecuencias es cooperar. Así lo dijo Yuval Noah Harari, cooperar nos ha distinguido y es lo que nos ha permitido sobrevivir como especie. Cooperar es la única respuesta para superar las desigualdades y es un gesto que, sin duda, nos volverá más humanos.