/ lunes 30 de mayo de 2022

Segunda enmienda, ¿seguridad o peligro?

En la historia de la humanidad las armas siempre han existido, desde la prehistoria se han fabricado armas y utilizado ya sea por las tribus, sociedades y/o países con diversos fines; como la cacería, pesca y defensa personal o social.

En el siglo XIV con el descubrimiento de la pólvora en china, aparecieron las primeras armas de fuego, desde entonces, éstas han ido evolucionado, se conocen desde los cañones más antiguos, hasta los modernos rifles de asalto y ametralladoras que según la ley, en nuestro país son de uso exclusivo del ejército.

Ante los más recientes acontecimientos en nuestro vecino país, los Estados Unidos de América en concreto en los estados de Nueva York y Texas, me permito poner el tema sobre la mesa con pleno respeto y conocimiento de sus costumbres y leyes que permiten desde la Constitución el derecho a toda persona de portar armas. La reflexión quiero centrarla únicamente en la facilidad con la que en dicho país cualquier persona puede adquirir un arma de fuego, de manera tan sencilla como comprar un refresco en una tienda, si me permiten la analogía.

Reitero que la legislación americana permite la compra y tenencia de armas en ese país, siendo un derecho sagrado que los norteamericanos defienden a capa y espada, derecho que permite adquirir armas largas a partir de los 18 años, como escopetas o rifles, lo que hoy ha ocasionado que en todo el país se tomen posturas encontradas. Por un lado, la regulación estricta para la compra de armas y por otro mantenerlo sin ningún tipo de restricción.

Es bien sabido de la importancia mundial de la industria de las armas de fuego y cómo estas ayudan a la protección individual, con el derecho a defender la vida, patrimonio, familia y seguridad, sin embargo, es momento de tomar pausa y preguntarnos qué podría hacerse diferente para evitar las tragedias cotidianas que se han dado en todo el mundo.

Para el caso de México la portación de armas de fuego lleva una serie de requerimientos muy específicos para poder obtener los permisos correspondientes de las autoridades, mismos que hacen que la portación y/o posesión sea mucho más controlado. ¿Sería está una solución para evitar masacres? O más bien es un tema de educación y atención por parte de los papás a los niños, niñas y jóvenes del mundo.

Twitter. @ORmzCastellanos

Facebook. @ramirezcastellanos.oscar

Instagram. @oscaramirezcastellanos

En la historia de la humanidad las armas siempre han existido, desde la prehistoria se han fabricado armas y utilizado ya sea por las tribus, sociedades y/o países con diversos fines; como la cacería, pesca y defensa personal o social.

En el siglo XIV con el descubrimiento de la pólvora en china, aparecieron las primeras armas de fuego, desde entonces, éstas han ido evolucionado, se conocen desde los cañones más antiguos, hasta los modernos rifles de asalto y ametralladoras que según la ley, en nuestro país son de uso exclusivo del ejército.

Ante los más recientes acontecimientos en nuestro vecino país, los Estados Unidos de América en concreto en los estados de Nueva York y Texas, me permito poner el tema sobre la mesa con pleno respeto y conocimiento de sus costumbres y leyes que permiten desde la Constitución el derecho a toda persona de portar armas. La reflexión quiero centrarla únicamente en la facilidad con la que en dicho país cualquier persona puede adquirir un arma de fuego, de manera tan sencilla como comprar un refresco en una tienda, si me permiten la analogía.

Reitero que la legislación americana permite la compra y tenencia de armas en ese país, siendo un derecho sagrado que los norteamericanos defienden a capa y espada, derecho que permite adquirir armas largas a partir de los 18 años, como escopetas o rifles, lo que hoy ha ocasionado que en todo el país se tomen posturas encontradas. Por un lado, la regulación estricta para la compra de armas y por otro mantenerlo sin ningún tipo de restricción.

Es bien sabido de la importancia mundial de la industria de las armas de fuego y cómo estas ayudan a la protección individual, con el derecho a defender la vida, patrimonio, familia y seguridad, sin embargo, es momento de tomar pausa y preguntarnos qué podría hacerse diferente para evitar las tragedias cotidianas que se han dado en todo el mundo.

Para el caso de México la portación de armas de fuego lleva una serie de requerimientos muy específicos para poder obtener los permisos correspondientes de las autoridades, mismos que hacen que la portación y/o posesión sea mucho más controlado. ¿Sería está una solución para evitar masacres? O más bien es un tema de educación y atención por parte de los papás a los niños, niñas y jóvenes del mundo.

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