/ domingo 9 de enero de 2022

Que la educación no pague los platos rotos

El otro día una amiga me decía que tiene más amigos con covid que con carro, es evidente que la cuarta ola está presente. 30 mil casos se registraron en un solo día en México, el pasado sábado 8 de enero volvimos a alcanzar una de las mayores cifras en lo que va de la pandemia. Jalisco no es la excepción, donde el promedio diario ronda entre los 500 y mil casos, y va a la alza, pues pronostican que el pico se alcance el 27 de enero.

¿A quién perjudica el aumento de contagios? El sector restaurantero no quiere que frenen la reactivación económica. Los estudiantes sufren de nuevo la incertidumbre sobre ¿qué pasará con sus clases? ¿Volverá la virtualidad o existe alguna forma de continuar como se venía haciendo antes de las vacaciones de diciembre?, donde parecería que la pandemia desapareció, entre tantos festejos y reuniones masivas.

Aunque la Mesa de Salud en Jalisco se reunirá hasta el martes 11 de enero, la Universidad de Guadalajara ya tomó una decisión sobre el regreso a clases. El 8 de enero se dio a conocer que se optó por la virtualidad desde el 17 de enero; la presencialidad no volverá hasta el 8 de febrero, una vez que la ola vaya en descenso y la comunidad de maestros hayan accedido a la vacuna de refuerzo. Si bien esta es una decisión responsable y congruente a todas las acciones de cuidado que la UdeG ha emprendido durante la pandemia, no podemos negar la desilusión que ha generado entre mis compañeras y compañeros.

Con el ánimo hasta el suelo por no volver a las aulas, algunos estudiantes aseguran que virtualmente no aprendían lo suficiente, otros no cuentan con las herramientas para llevar las clases a distancia y desertan a sus estudios, solo les queda la nostalgia de añorar lo que nunca sucedió: ¿Qué se sentirá haberme graduado de mi escuela? El porcentaje de deserción escolar varía según el plantel y nivel educativo, y oscila entre el 10 y el 40 por ciento. ¿Quién cargará con los sueños rotos de toda una generación? La sociedad. Lo más preocupante es que el Estado no mitiga este problema sino que su reacción ha sido un recorte a la educación.

El problema se agudiza porque frente a una cuarta, quinta, o las que vengan, el criterio en el país y en Jalisco es el mismo: siempre el primer sacrificado es el derecho a la educación. Se ha normalizado que la gente se pregunte ¿regresarán a clases con estos contagios? Cuando lo que deberían cuestionar es ¿seguirán abiertos los bares con estos contagios? Contra la deserción escolar, las y los estudiantes necesitamos clases presenciales de manera responsable, recibir la compañía de nuestros compañerxs, el consejo de la maestra, necesitamos bailar y cantar al aire libre, hacer amigos, enamorarnos, todo lo que pasa en la escuela, el único lugar donde todxs somos iguales.

En Jalisco y en México la prioridad son los bares y los negocios antes que mantener abiertas las escuelas, todo eso en nombre de la estabilidad económica y el empleo. Sin temor a equivocarme, hay un mayor impacto positivo en la economía y la generación de empleo teniendo clases presenciales que manteniendo abiertos bares y antros. Si hay algo que sacrificar ya no puede ser la educación, ya no. Las y los jóvenes requieren un salón de clases, no un bar atascado de gente. Prioricemos los derechos sociales y el desarrollo humano antes que el interés económico, solo así podremos reducir las terribles desigualdades que a nuestro país aquejan, es momento de incluir este criterio en la fórmula para enfrentar esta, y cualquier otra ola de contagios. Por el bien de todxs, la educación es primero.

* Presidente de la FEU

Twitter @JavierArmentaMX

El otro día una amiga me decía que tiene más amigos con covid que con carro, es evidente que la cuarta ola está presente. 30 mil casos se registraron en un solo día en México, el pasado sábado 8 de enero volvimos a alcanzar una de las mayores cifras en lo que va de la pandemia. Jalisco no es la excepción, donde el promedio diario ronda entre los 500 y mil casos, y va a la alza, pues pronostican que el pico se alcance el 27 de enero.

¿A quién perjudica el aumento de contagios? El sector restaurantero no quiere que frenen la reactivación económica. Los estudiantes sufren de nuevo la incertidumbre sobre ¿qué pasará con sus clases? ¿Volverá la virtualidad o existe alguna forma de continuar como se venía haciendo antes de las vacaciones de diciembre?, donde parecería que la pandemia desapareció, entre tantos festejos y reuniones masivas.

Aunque la Mesa de Salud en Jalisco se reunirá hasta el martes 11 de enero, la Universidad de Guadalajara ya tomó una decisión sobre el regreso a clases. El 8 de enero se dio a conocer que se optó por la virtualidad desde el 17 de enero; la presencialidad no volverá hasta el 8 de febrero, una vez que la ola vaya en descenso y la comunidad de maestros hayan accedido a la vacuna de refuerzo. Si bien esta es una decisión responsable y congruente a todas las acciones de cuidado que la UdeG ha emprendido durante la pandemia, no podemos negar la desilusión que ha generado entre mis compañeras y compañeros.

Con el ánimo hasta el suelo por no volver a las aulas, algunos estudiantes aseguran que virtualmente no aprendían lo suficiente, otros no cuentan con las herramientas para llevar las clases a distancia y desertan a sus estudios, solo les queda la nostalgia de añorar lo que nunca sucedió: ¿Qué se sentirá haberme graduado de mi escuela? El porcentaje de deserción escolar varía según el plantel y nivel educativo, y oscila entre el 10 y el 40 por ciento. ¿Quién cargará con los sueños rotos de toda una generación? La sociedad. Lo más preocupante es que el Estado no mitiga este problema sino que su reacción ha sido un recorte a la educación.

El problema se agudiza porque frente a una cuarta, quinta, o las que vengan, el criterio en el país y en Jalisco es el mismo: siempre el primer sacrificado es el derecho a la educación. Se ha normalizado que la gente se pregunte ¿regresarán a clases con estos contagios? Cuando lo que deberían cuestionar es ¿seguirán abiertos los bares con estos contagios? Contra la deserción escolar, las y los estudiantes necesitamos clases presenciales de manera responsable, recibir la compañía de nuestros compañerxs, el consejo de la maestra, necesitamos bailar y cantar al aire libre, hacer amigos, enamorarnos, todo lo que pasa en la escuela, el único lugar donde todxs somos iguales.

En Jalisco y en México la prioridad son los bares y los negocios antes que mantener abiertas las escuelas, todo eso en nombre de la estabilidad económica y el empleo. Sin temor a equivocarme, hay un mayor impacto positivo en la economía y la generación de empleo teniendo clases presenciales que manteniendo abiertos bares y antros. Si hay algo que sacrificar ya no puede ser la educación, ya no. Las y los jóvenes requieren un salón de clases, no un bar atascado de gente. Prioricemos los derechos sociales y el desarrollo humano antes que el interés económico, solo así podremos reducir las terribles desigualdades que a nuestro país aquejan, es momento de incluir este criterio en la fórmula para enfrentar esta, y cualquier otra ola de contagios. Por el bien de todxs, la educación es primero.

* Presidente de la FEU

Twitter @JavierArmentaMX