Francisco Jiménez Reynoso
De la psicosis se pasó a la tragedia. Con la gasolina no se juega, ya que es un producto altamente peligroso, ya que con solo un chispazo, mismo que puede ser generado por múltiples causas, pone en riesgo a quienes se encuentran en su entorno. Ya habíamos tenido un antecedente inmediato hace algunos días en el municipio de Ocotlán, en nuestra entidad Jalisco. Hoy lamentablemente la explosión de una toma clandestina en un oleoducto en Hidalgo suma 73 muertos y 75 heridos (cifra que puede modificarse al momento de leer esta columna), siendo una de las peores tragedias en décadas y reflejando el problema del robo de hidrocarburos, que el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, asegura seguirá combatiendo.
Al respecto el presidente señalo que: "Aunque duela mucho, tenemos que seguir con el plan de acabar con el robo de combustible y con estás prácticas. No vamos a detenernos".
El viernes pasado por la tarde, un grupo de pobladores del municipio de Tlahuelilpan, en el estado de Hidalgo, tronó un oleoducto de combustible y los habitante, adultos, hombres y mujeres, niños, atraídos por la abundancia y con la persistencia de la dificultad de abastecimiento y escasez de gasolina que impacta a la ciudadanía, comenzaron a sustraer, de una forma rudimentaria, la gasolina. No obstante de la presencia del Ejército, poco pudo hacer para controlar a centenares de personas que se acercaron a sustraer gasolina. Y recordando el aforismo jurídico de: “Quien es causa de la causa es causa del mal causado”, y a usted estimado lector lo invito a meditar: ¿Quién está impulsando de origen esta imperdonable tragedia?
Hasta el momento oficialmente no se había reconocido la causa que detonó la explosión, se dice que incluso determinado tipo ropa puede generar chispa al momento de una fricción involuntaria.
En diversos videos se pudo apreciar las llamas que estaban consumiendo todo lo que había alrededor y había personas fallecidas y quemadas en el lugar de los hechos.
El titular de la Secretaría de la Defensa Nacional, subrayó que los militares intentaron disuadir a los pobladores de la zona, pero éstos hicieron caso omiso y se tornaron algunos de ellos algo agresivos.
El desfalco a México por el robo de hidrocarburo es por más de 3,300 millones de dólares.
Los problemas más graves que enfrenta México además del robo de combustible son: el narcotráfico, el tráfico de personas, el tráfico de armas, la trata de personas, el robo de autopartes y de autos, el lavado de dinero. Pese a que tenemos una Ley de Extinción de Dominio, sigue prácticamente intocada.
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