/ jueves 17 de agosto de 2023

Los Hechos : 'Abujeros' no sólo en calles y banquetas

La creciente pero improvisada participación de la ciudadanía en la atención de los problemas que se presentan con frecuencia en los municipios localizados dentro de la Zona Metropolitana de Guadalajara han originado comentarios acerca de la falta de respuesta que supuestamente ha habido de parte de las autoridades que tienen la obligación de atender dichos problemas.

El caso concreto para este tema es el de los frecuentes hoyos, deslaves y socavones que a causa de las fuertes lluvias a inundaciones se han registrado en calles, casas y banquetas de la urbe.

El daño se presenta así como se dice, pero como la respuesta de la autoridad no es lo rápida que se quisiera, eso ha dado lugar a que vecinos de la correspondiente zona, se acomidan a colocar objetos varios o letreros, para advertir del peligro a los peatones y automovilistas.

¿Y que es lo que ponen a manera de advertencia? Pues unas veces botes, otras tablas o muebles viejos y en algunas ocasiones letreros en el piso, como uno que decía: “Cuidado: Abujero”.

Cabe señalar que tales situaciones han hecho recordar a algunos ciudadanos que anteriormente cada que se presentaba un problema como los que se mencionan, personal del ayuntamiento respectivo colocaban letreros de madera -por cierto pintados de amarillo con rayas negras- en que advertían del peligro en el área. Pero ahora ni eso, porque lo que se ve sobre los hoyos o a un lado de ellos, son viejos y variados objetos que la gente coloca por su cuenta para que no vayan a caer en ellos más vehículos o personas. Se rascan con sus propias uñas, como dijera otro observador.

Estos casos que se mencionan no pasaron desapercibidos para un avispado y crítico observador, que comentó: “Abujeros no solamente hay en los pisos y en las banquetas, sino en los programas de acción de algunos gobiernos, que caen con excesiva frecuencia en pecados de omisión”.

Y lo dicen así precisamente por la tardanza con que muchas veces se hacen las reparaciones. Los arreglos llegan tarde y son mal hechos, aparte de que los encargados dejan montones de desperdicios y escombros como una prueba irrefutable de indolencia.

Acerca de esta problemática se ha comentado que actualmente las dependencias oficiales cuentan con mucho menos personal que antes. Y esto se entiende porque las nuevas políticas gubernamentales son de privatización de los servicios y ahora ya las autoridades no son tan responsables como antes de todos los problemas que se presentan. Y que en consecuencia, se han abierto “abujeros” en lo que se refiere a sus programas de acción.

Quienes han hecho comentarios en este sentido, son personas de buena fe que confían en el fortalecimiento de las relaciones entre pueblo y gobierno. Y que piensan que yendo de la mano es como nos podría ir mejor a todos.

Y que por lo tanto, en vez de molestarse, los gobernantes deben atender los comentarios y sugerencias de los habitantes de la urbe, no sólo para que éstos se sientan satisfechos, sino como una estrategia para mejorar los resultados de su trabajo.

Correo electrónico: joseaguileraarevalo@gmail.com

La creciente pero improvisada participación de la ciudadanía en la atención de los problemas que se presentan con frecuencia en los municipios localizados dentro de la Zona Metropolitana de Guadalajara han originado comentarios acerca de la falta de respuesta que supuestamente ha habido de parte de las autoridades que tienen la obligación de atender dichos problemas.

El caso concreto para este tema es el de los frecuentes hoyos, deslaves y socavones que a causa de las fuertes lluvias a inundaciones se han registrado en calles, casas y banquetas de la urbe.

El daño se presenta así como se dice, pero como la respuesta de la autoridad no es lo rápida que se quisiera, eso ha dado lugar a que vecinos de la correspondiente zona, se acomidan a colocar objetos varios o letreros, para advertir del peligro a los peatones y automovilistas.

¿Y que es lo que ponen a manera de advertencia? Pues unas veces botes, otras tablas o muebles viejos y en algunas ocasiones letreros en el piso, como uno que decía: “Cuidado: Abujero”.

Cabe señalar que tales situaciones han hecho recordar a algunos ciudadanos que anteriormente cada que se presentaba un problema como los que se mencionan, personal del ayuntamiento respectivo colocaban letreros de madera -por cierto pintados de amarillo con rayas negras- en que advertían del peligro en el área. Pero ahora ni eso, porque lo que se ve sobre los hoyos o a un lado de ellos, son viejos y variados objetos que la gente coloca por su cuenta para que no vayan a caer en ellos más vehículos o personas. Se rascan con sus propias uñas, como dijera otro observador.

Estos casos que se mencionan no pasaron desapercibidos para un avispado y crítico observador, que comentó: “Abujeros no solamente hay en los pisos y en las banquetas, sino en los programas de acción de algunos gobiernos, que caen con excesiva frecuencia en pecados de omisión”.

Y lo dicen así precisamente por la tardanza con que muchas veces se hacen las reparaciones. Los arreglos llegan tarde y son mal hechos, aparte de que los encargados dejan montones de desperdicios y escombros como una prueba irrefutable de indolencia.

Acerca de esta problemática se ha comentado que actualmente las dependencias oficiales cuentan con mucho menos personal que antes. Y esto se entiende porque las nuevas políticas gubernamentales son de privatización de los servicios y ahora ya las autoridades no son tan responsables como antes de todos los problemas que se presentan. Y que en consecuencia, se han abierto “abujeros” en lo que se refiere a sus programas de acción.

Quienes han hecho comentarios en este sentido, son personas de buena fe que confían en el fortalecimiento de las relaciones entre pueblo y gobierno. Y que piensan que yendo de la mano es como nos podría ir mejor a todos.

Y que por lo tanto, en vez de molestarse, los gobernantes deben atender los comentarios y sugerencias de los habitantes de la urbe, no sólo para que éstos se sientan satisfechos, sino como una estrategia para mejorar los resultados de su trabajo.

Correo electrónico: joseaguileraarevalo@gmail.com