/ viernes 9 de julio de 2021

Jalisco, en repunte

No obstante otros frentes urgentes para el estadode Jalisco como son la falta de agua en muchas colonias populares, el saneamiento de las aguas superficiales o la proyección de otra línea para el transporte eléctrico urbano, lo cierto es que el aceptado oficialmente rebrote de la pandemia por COVID -19, hasta por el sub secretario López Gatel, nos obliga a volver la vista hacia los principales vectores de transmisión ya reconocidos por las autoridades principalmente en el Área Metropolitana de Guadalajara.

El más evidente es el relajamiento del uso de cubreboca en el, de por sí atiborrado, transporte público y en un medio en el cual se conoce la llegada de la variante DELTA del nuevo coronavirus y una mayor capacidad de contagio, aunque menos mortífera como lo señaló el infectólogo de la UdeG, Dr. Héctor Raúl Pérez Gómez además de la ampliación hecha por el propio gobernador Enrique Alfaro al señalar que “la tasa de tranmisibilidad es decir, lo contagioso del virus en su modalidad original es de 2.5.- la de Delta es de 8” en un mensaje transmitido el pasado lunes.

Ante esos datos científicos, el propio gobierno del estado no tuvo alternativa que reforzar la vigilancia, también relajada evidentemente, en bares, antros y restaurantes. Aún cuando por segmentos poblacionales, expertos de la Universidad de Guadalajara han identificado a los jóvenes como el principal vector de movilidad relajada y por lo tanto, de tomar en cuenta en su difusión y previsión.

Ante ese panorama, el Secretario General de Gobierno Enrique Ibarra Pedroza debió expresar ante medios de comunicación “… no queremos volver a tomar medidas restrictivas por esto es esta convocatoria, recordemos que los principales destinatarios son los jóvenes de entre 20 y 34 y algo alarmante es que mientras la transmisibilidad de la variante anterior era de 2.4%, esta es del 8%, es decir 4 veces más peligrosa y hay más riesgo de contagio” según reprodujo la reportera Josefina Ruíz en Milenio, la cual da cuenta de un comentario identificado como Bryan: “aquí en Santa Lucía, los bares que están por la calle Morelos, están retacados de gente, llegas a un puesto a cenar y no hay distancia, no se usa el cubreboca y es algo que no va a seguir avanzando si no nos aplicamos y cuidamos” con un sentido común que, por lo visto le hace falta a muchos jaliscienses cuando los observamos departiendo despreocupadamente a pesar del más difícil de recoger, la realidad que constantemente estuvo evadiendo y que hoy no tuvo más remedio que reconocer al aceptar que estamos en un repunte de contagios que ligó tres días por arriba de los 6 mil casos lo cual significó un incremento del 24%. Lo anterior, señalado por Joaquín López Doriga en su columna diaria la cual cerró con los siguientes datos: “ayer (martes) casi tocaron los 8 mil, 7,989, a niveles del 19 de febrero tras la cresta de enero. Ya veremos cómo sigue. Pero el cuidarse es asunto de cada uno”. Lo cual debería ser consecuencia no de un conocimiento científico ni de la abrumadora presencia de “otros datos”, sino del sentido común.

Es de comprenderse que habrá resistencia a estos obligatorios protocolos por parte de los negocios, hasta ahora los más afectados, pero todos los mexicanos debemos transitar por una nueva normalidad que nos amaga con extenderse por un buen tiempo; Sin embargo, sobre todo impredecible.

* Académico del CUAAD de la Universidad de Guadalajara

No obstante otros frentes urgentes para el estadode Jalisco como son la falta de agua en muchas colonias populares, el saneamiento de las aguas superficiales o la proyección de otra línea para el transporte eléctrico urbano, lo cierto es que el aceptado oficialmente rebrote de la pandemia por COVID -19, hasta por el sub secretario López Gatel, nos obliga a volver la vista hacia los principales vectores de transmisión ya reconocidos por las autoridades principalmente en el Área Metropolitana de Guadalajara.

El más evidente es el relajamiento del uso de cubreboca en el, de por sí atiborrado, transporte público y en un medio en el cual se conoce la llegada de la variante DELTA del nuevo coronavirus y una mayor capacidad de contagio, aunque menos mortífera como lo señaló el infectólogo de la UdeG, Dr. Héctor Raúl Pérez Gómez además de la ampliación hecha por el propio gobernador Enrique Alfaro al señalar que “la tasa de tranmisibilidad es decir, lo contagioso del virus en su modalidad original es de 2.5.- la de Delta es de 8” en un mensaje transmitido el pasado lunes.

Ante esos datos científicos, el propio gobierno del estado no tuvo alternativa que reforzar la vigilancia, también relajada evidentemente, en bares, antros y restaurantes. Aún cuando por segmentos poblacionales, expertos de la Universidad de Guadalajara han identificado a los jóvenes como el principal vector de movilidad relajada y por lo tanto, de tomar en cuenta en su difusión y previsión.

Ante ese panorama, el Secretario General de Gobierno Enrique Ibarra Pedroza debió expresar ante medios de comunicación “… no queremos volver a tomar medidas restrictivas por esto es esta convocatoria, recordemos que los principales destinatarios son los jóvenes de entre 20 y 34 y algo alarmante es que mientras la transmisibilidad de la variante anterior era de 2.4%, esta es del 8%, es decir 4 veces más peligrosa y hay más riesgo de contagio” según reprodujo la reportera Josefina Ruíz en Milenio, la cual da cuenta de un comentario identificado como Bryan: “aquí en Santa Lucía, los bares que están por la calle Morelos, están retacados de gente, llegas a un puesto a cenar y no hay distancia, no se usa el cubreboca y es algo que no va a seguir avanzando si no nos aplicamos y cuidamos” con un sentido común que, por lo visto le hace falta a muchos jaliscienses cuando los observamos departiendo despreocupadamente a pesar del más difícil de recoger, la realidad que constantemente estuvo evadiendo y que hoy no tuvo más remedio que reconocer al aceptar que estamos en un repunte de contagios que ligó tres días por arriba de los 6 mil casos lo cual significó un incremento del 24%. Lo anterior, señalado por Joaquín López Doriga en su columna diaria la cual cerró con los siguientes datos: “ayer (martes) casi tocaron los 8 mil, 7,989, a niveles del 19 de febrero tras la cresta de enero. Ya veremos cómo sigue. Pero el cuidarse es asunto de cada uno”. Lo cual debería ser consecuencia no de un conocimiento científico ni de la abrumadora presencia de “otros datos”, sino del sentido común.

Es de comprenderse que habrá resistencia a estos obligatorios protocolos por parte de los negocios, hasta ahora los más afectados, pero todos los mexicanos debemos transitar por una nueva normalidad que nos amaga con extenderse por un buen tiempo; Sin embargo, sobre todo impredecible.

* Académico del CUAAD de la Universidad de Guadalajara