/ jueves 24 de febrero de 2022

GDL: gentrificacion y desigualdad

Cuando la ciudad de Guadalajara se expandió urbanísticamente y bajo el propósito de modernizarse, aparecieron los primeros fraccionamientos “satélite” en la década de los años 60´s. Así surge Jardines del Bosque del Arq. Luis Barragán; la región de la Minerva con la proyectación de Julio de la Peña; Ciudad del Sol; para las clases sociales mas acomodadas y si bien para la clase media se impulsaron las, entonces no tan cercanas, colonias de Jardines del Country en el Poniente; la Colonia Independencia en el Norte; Jardines de la Paz y Fraccionamiento Revolución; aunque poco después hacia el Sur aparecerían los suburbios del Fraccionamiento Bugambilias y El Palomar. Todos bajo una teoría de la gentrificación cuyo crecimiento en sus alrededores ha terminado por introducirlas cada vez mas cerca del primer cuadro de un área Metropolitana la cual rebasa ahora los 6 millones de habitantes, mientras en el surgimiento de esas ciudades satélite nuestra ciudad apenas alcanzaba el millón de personas.

Uno de los fenómenos inherentes a este desplazamiento ha sido el encarecimiento de la propiedad inmueble y, como consecuencia, de las rentas de vivienda cada vez mas caras en esta ciudad.

No obstante, no todos los municipios conurbados en la AMG han tenido la misma explosión en el costo inmobiliario y, aunque todos los municipios han debido aceptar el fenómeno, lo cierto es que Zapopan se ha identificado como el epicentro de 12 de las 20 colonias mas caras para vivir en nuestra ciudad. Por lo cual Juan Antonio González Mora, Secretario del Instituto Jalisciense de la Vivienda (IJALVI) advirtió que “si no hacemos algo vamos a condenar otra vez al Área Metropolitana”, yo diría que continuaríamos promoviendo un fenómeno de expulsión de las colonias emergentes y proletarias hacia la periferia de la ciudad por la sencilla razón de que entre mas lejos de los cascos urbanos se consiguen las tierras baratas y de vocación agrícola, este fenómeno de utilidad mercantilista se ha convertido en una manzana de oro bajo la alianza de cabildos municipales corruptos capaces de aprobar el cambio de uso de suelo para la edificación de nuevos cotos y fraccionamientos, a pesar de no tener la planificación necesaria para garantizar el agua, la seguridad pública, las escuelas necesarias, una infraestructura vial segura y, sobre todo, un transporte masivo capaz de otorgar con eficiencia el traslado seguro a los cientos de miles de trabajadores y trabajadoras que hoy pernoctan en esas ciudades dormitorio en las cuales se han convertido muchas colonias principalmente en los municipios de Tlajomulco, Tonalá y El Salto.

El hecho existe a partir de esa gentrificación proletaria en la cual seguimos teniendo una gran deuda los gobiernos y la sociedad en su conjunto, sobre todo sino reconocemos en la desigualdad generada entre un asentamiento poblacional y otro a poca distancia, donde una casa-habitación de alto nivel en el campo de Golf Santa Anita puede llegar a costar en renta, mas de 48 mil pesos mensuales, mientras que cerca de allí, en Santa Cruz del Valle se pueden encontrar en poco mas de 5 mil pesos, y en ocasiones, incluso, en menos de 2 mil pesos; ofertas todas en el municipio de Tlajomulco, en el cual podemos observar el mayor fenómeno del desplazamiento de los trabajadores mas allá de la periferia de Guadalajara donde sigue siendo su principal centro de trabajo.

* Académico de la Universidad de Guadalajara.

Cuando la ciudad de Guadalajara se expandió urbanísticamente y bajo el propósito de modernizarse, aparecieron los primeros fraccionamientos “satélite” en la década de los años 60´s. Así surge Jardines del Bosque del Arq. Luis Barragán; la región de la Minerva con la proyectación de Julio de la Peña; Ciudad del Sol; para las clases sociales mas acomodadas y si bien para la clase media se impulsaron las, entonces no tan cercanas, colonias de Jardines del Country en el Poniente; la Colonia Independencia en el Norte; Jardines de la Paz y Fraccionamiento Revolución; aunque poco después hacia el Sur aparecerían los suburbios del Fraccionamiento Bugambilias y El Palomar. Todos bajo una teoría de la gentrificación cuyo crecimiento en sus alrededores ha terminado por introducirlas cada vez mas cerca del primer cuadro de un área Metropolitana la cual rebasa ahora los 6 millones de habitantes, mientras en el surgimiento de esas ciudades satélite nuestra ciudad apenas alcanzaba el millón de personas.

Uno de los fenómenos inherentes a este desplazamiento ha sido el encarecimiento de la propiedad inmueble y, como consecuencia, de las rentas de vivienda cada vez mas caras en esta ciudad.

No obstante, no todos los municipios conurbados en la AMG han tenido la misma explosión en el costo inmobiliario y, aunque todos los municipios han debido aceptar el fenómeno, lo cierto es que Zapopan se ha identificado como el epicentro de 12 de las 20 colonias mas caras para vivir en nuestra ciudad. Por lo cual Juan Antonio González Mora, Secretario del Instituto Jalisciense de la Vivienda (IJALVI) advirtió que “si no hacemos algo vamos a condenar otra vez al Área Metropolitana”, yo diría que continuaríamos promoviendo un fenómeno de expulsión de las colonias emergentes y proletarias hacia la periferia de la ciudad por la sencilla razón de que entre mas lejos de los cascos urbanos se consiguen las tierras baratas y de vocación agrícola, este fenómeno de utilidad mercantilista se ha convertido en una manzana de oro bajo la alianza de cabildos municipales corruptos capaces de aprobar el cambio de uso de suelo para la edificación de nuevos cotos y fraccionamientos, a pesar de no tener la planificación necesaria para garantizar el agua, la seguridad pública, las escuelas necesarias, una infraestructura vial segura y, sobre todo, un transporte masivo capaz de otorgar con eficiencia el traslado seguro a los cientos de miles de trabajadores y trabajadoras que hoy pernoctan en esas ciudades dormitorio en las cuales se han convertido muchas colonias principalmente en los municipios de Tlajomulco, Tonalá y El Salto.

El hecho existe a partir de esa gentrificación proletaria en la cual seguimos teniendo una gran deuda los gobiernos y la sociedad en su conjunto, sobre todo sino reconocemos en la desigualdad generada entre un asentamiento poblacional y otro a poca distancia, donde una casa-habitación de alto nivel en el campo de Golf Santa Anita puede llegar a costar en renta, mas de 48 mil pesos mensuales, mientras que cerca de allí, en Santa Cruz del Valle se pueden encontrar en poco mas de 5 mil pesos, y en ocasiones, incluso, en menos de 2 mil pesos; ofertas todas en el municipio de Tlajomulco, en el cual podemos observar el mayor fenómeno del desplazamiento de los trabajadores mas allá de la periferia de Guadalajara donde sigue siendo su principal centro de trabajo.

* Académico de la Universidad de Guadalajara.