/ martes 22 de febrero de 2022

No más violencia con perspectiva de género

Me parece acertada la asignación del mejor abogado de la Secretaría de Relaciones Exteriores para atender el caso de la economista, politóloga y antropóloga, Paola Schietekat Sedas, quien el 6 de junio de 2021 fue agredida sexualmente por un integrante de la comunidad latina en Qatar, y condenada injustamente a 100 latigazos. Afortunadamente ella logró salir de Qatar con el apoyo del Supreme Committee for Delivery and Legacy.


Es lamentable que, en una época de avances en materia de derechos humanos, algunos países del mundo le den nula importancia al derecho de las mujeres a no sufrir discriminación ni violencia por su condición de género. Este es el caso de Qatar, donde todavía se imponen castigos físicos y penas por infidelidad, relaciones sexuales extramaritales o con personas del mismo sexo, una situación que es, a todas luces, violatoria de los derechos humanos.

Evidentemente este no es el caso de Paola Schietekat, pues esta intelectual mexicana no le fue infiel a nadie; ella fue víctima de una agresión sexual cuando hacía su mejor esfuerzo como economista conductual en el Comité Supremo de Entrega y Legado para el Mundial de Futbol Qatar 2022.

A esta incalificable agresión debemos sumar el escaso apoyo consular que recibió durante el proceso judicial, lo que es verdaderamente decepcionante. Así explica Paola la serie de trabas a las que se enfrentó cuando acudió a la policía de Qatar: “Fueron tres horas de interrogatorio en árabe, y en cierto punto me exigieron una prueba de virginidad. Por alguna razón yo había pasado a ser la acusada (...) me aseguraban que no había cargos en mi contra, que solo querían verificar que no hubiera una relación romántica entre nosotros, pues el agresor se defendió de la denuncia diciendo que yo era su novia. En Qatar, tener una relación extramarital se paga con hasta siete años de cárcel, y en algunos casos la sentencia incluye cien latigazos”.

De hecho, el apoyo por parte de la Cancillería comenzó a darse cuando la pobre actuación de la embajada se replicó en redes sociales y en medios de comunicación. Fue entonces cuando Ebrard se reunió con ella y anunció que su defensa legal estará a cargo del Consultor Jurídico de la SRE, a quien el canciller mexicano califica como el mejor abogado de esta dependencia de gobierno. Antes de este encuentro, que tuvo lugar el pasado viernes, la afectada señaló que el Servicio Exterior carece de un protocolo de protección a víctimas de violencia con perspectiva de género: “Durante mi proceso, observé la poca, o más bien, nula preparación de la Embajada para actuar en mi defensa”, reveló.

Paola vivió una “larga pesadilla” no sólo por la sentencia de 100 latigazos, sino también por lo que ella llamó en Twitter “un sistema judicial arcaico y la negligencia e indiferencia de un servicio exterior poco preparado”. Como resultado de ello, el agresor fue absuelto del cargo, sin que nada importara el informe médico que daba cuenta de las lesiones que sufrió la intelectual.

Concluyo lamentando que esto suceda en una época de avances en materia de derechos humanos, en donde la igualdad de género y la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer forman parte de los derechos fundamentales.

La agresión contra Paola y el “proceso” que por desgracia la revictimiza manda un mensaje claro a todas las naciones del mundo en el sentido de seguir trabajando en la defensa de los derechos de la mujer, a fin de brindar la debida protección a víctimas de violencia con perspectiva de género.


Twitter: @armayacastro

Me parece acertada la asignación del mejor abogado de la Secretaría de Relaciones Exteriores para atender el caso de la economista, politóloga y antropóloga, Paola Schietekat Sedas, quien el 6 de junio de 2021 fue agredida sexualmente por un integrante de la comunidad latina en Qatar, y condenada injustamente a 100 latigazos. Afortunadamente ella logró salir de Qatar con el apoyo del Supreme Committee for Delivery and Legacy.


Es lamentable que, en una época de avances en materia de derechos humanos, algunos países del mundo le den nula importancia al derecho de las mujeres a no sufrir discriminación ni violencia por su condición de género. Este es el caso de Qatar, donde todavía se imponen castigos físicos y penas por infidelidad, relaciones sexuales extramaritales o con personas del mismo sexo, una situación que es, a todas luces, violatoria de los derechos humanos.

Evidentemente este no es el caso de Paola Schietekat, pues esta intelectual mexicana no le fue infiel a nadie; ella fue víctima de una agresión sexual cuando hacía su mejor esfuerzo como economista conductual en el Comité Supremo de Entrega y Legado para el Mundial de Futbol Qatar 2022.

A esta incalificable agresión debemos sumar el escaso apoyo consular que recibió durante el proceso judicial, lo que es verdaderamente decepcionante. Así explica Paola la serie de trabas a las que se enfrentó cuando acudió a la policía de Qatar: “Fueron tres horas de interrogatorio en árabe, y en cierto punto me exigieron una prueba de virginidad. Por alguna razón yo había pasado a ser la acusada (...) me aseguraban que no había cargos en mi contra, que solo querían verificar que no hubiera una relación romántica entre nosotros, pues el agresor se defendió de la denuncia diciendo que yo era su novia. En Qatar, tener una relación extramarital se paga con hasta siete años de cárcel, y en algunos casos la sentencia incluye cien latigazos”.

De hecho, el apoyo por parte de la Cancillería comenzó a darse cuando la pobre actuación de la embajada se replicó en redes sociales y en medios de comunicación. Fue entonces cuando Ebrard se reunió con ella y anunció que su defensa legal estará a cargo del Consultor Jurídico de la SRE, a quien el canciller mexicano califica como el mejor abogado de esta dependencia de gobierno. Antes de este encuentro, que tuvo lugar el pasado viernes, la afectada señaló que el Servicio Exterior carece de un protocolo de protección a víctimas de violencia con perspectiva de género: “Durante mi proceso, observé la poca, o más bien, nula preparación de la Embajada para actuar en mi defensa”, reveló.

Paola vivió una “larga pesadilla” no sólo por la sentencia de 100 latigazos, sino también por lo que ella llamó en Twitter “un sistema judicial arcaico y la negligencia e indiferencia de un servicio exterior poco preparado”. Como resultado de ello, el agresor fue absuelto del cargo, sin que nada importara el informe médico que daba cuenta de las lesiones que sufrió la intelectual.

Concluyo lamentando que esto suceda en una época de avances en materia de derechos humanos, en donde la igualdad de género y la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer forman parte de los derechos fundamentales.

La agresión contra Paola y el “proceso” que por desgracia la revictimiza manda un mensaje claro a todas las naciones del mundo en el sentido de seguir trabajando en la defensa de los derechos de la mujer, a fin de brindar la debida protección a víctimas de violencia con perspectiva de género.


Twitter: @armayacastro