/ domingo 7 de octubre de 2018

Metrópoli ciudad atorada

Como en pocas etapas de su historia, el AMG atraviesa un periodo caótico en materia de movilidad y los académicos tenemos la obligación de analizar y difundir las probables causas.

Así fue que juntos, alumnos de la Universidad de Guadalajara y docentes especialistas en urbanística llegamos a la conclusión de que la intervención en más de 442 obras durante este año, han generado el cierre de vialidades primarias, secundarias y colectoras de manera parcial o total en un promedio de dos autorizaciones, para ello, por día de acuerdo a la Secretaría de Movilidad.

Como cualquier ciudad que requiere obras permanentes y, en este caso urgentes, esas acciones de gobierno serían plausibles y muy reconocidas socialmente si no se vieran empañadas por el impresionante crecimiento del número de frenadas vehiculares, identificadas por los observatorios de movilidad que existen en el país y que nos posicionan, al AMG, como una de las más lentas y problemáticas del mundo por encima de la Ciudad de México y comparable con ciudades del Medio Oriente. Incluso urbes anteriormente mucho más caóticas como Buenos Aires o Río de Janeiro, se encuentran más eficientes que nuestra ciudad.

Entre los factores determinantes de este estacionamiento en el que se ha convertido la AMG en horas pico del día, se encuentran algunas que tienen que ver con lo más ausente del servicio público: el sentido común. Pero más de una visión científica no cuesta mucha aplicación intelectual descubrir las fallas de esta degradada resiliencia ante la obvia falta de difusión previa para los ciudadanos en todos los medios de comunicación, en los que se puedan establecer convenientemente las rutas alternas para alejarse lo más posible de las áreas conflictuadas. La falta de señalamientos pertinentes y la total ausencia de seguridad asistida por servidores públicos, o ciudadanos convocados, se ha hecho una práctica común.

He tenido la oportunidad de observar a miles de conductores que no teniendo una idea del número de horas que invertirán para transitar por la zona en intervención del Área Universitaria de Los Belenes, el reencarpetamiento de la avenida Periférico y la enorme obra de la Línea 3 del Tren Ligero, se obstinan por transitar en zonas que no son las únicas para llegar a su destino y que les permitirían ahorrar tiempo, gasolina, contaminación y sobre todo el estrés que genera estar atrapado sin salida conocida de estas zonas que suelen presentar una escenografía similar al bombardeo.

Seguramente el próximo gobierno de Jalisco, tomará en cuenta estos factores evitables en esta inmovilidad del AMG y por otra parte deberá identificar aquellos que no tienen que ver con las obras públicas tan necesarias, como por ejemplo las aseguradoras que, por encima del Reglamento de Movilidad y no habiendo daños de mayor cuantía, siguen instruyendo al ciudadano siniestrado no mover el vehículo, sin considerar a los cientos de miles afectados por las horas/tiempo en las avenidas y la contaminación ambiental que ello está generando a la ciudad. De la intervención ocasional sin aviso alguno que hacen empresas privadas en avenidas colectoras como en avenida Patria, entre Vivaldi y Sebastián Bach, donde un trompo de concreto tiene invadidos dos carriles por más de una semana, es sólo uno de los ejemplos que demuestran que en esta ciudad la noche se hizo sólo para dormir, gracias a los amigos influyentes.


Académico del CUAAD, UdG

Mail: carlosm_orozco@hotmail.com

Como en pocas etapas de su historia, el AMG atraviesa un periodo caótico en materia de movilidad y los académicos tenemos la obligación de analizar y difundir las probables causas.

Así fue que juntos, alumnos de la Universidad de Guadalajara y docentes especialistas en urbanística llegamos a la conclusión de que la intervención en más de 442 obras durante este año, han generado el cierre de vialidades primarias, secundarias y colectoras de manera parcial o total en un promedio de dos autorizaciones, para ello, por día de acuerdo a la Secretaría de Movilidad.

Como cualquier ciudad que requiere obras permanentes y, en este caso urgentes, esas acciones de gobierno serían plausibles y muy reconocidas socialmente si no se vieran empañadas por el impresionante crecimiento del número de frenadas vehiculares, identificadas por los observatorios de movilidad que existen en el país y que nos posicionan, al AMG, como una de las más lentas y problemáticas del mundo por encima de la Ciudad de México y comparable con ciudades del Medio Oriente. Incluso urbes anteriormente mucho más caóticas como Buenos Aires o Río de Janeiro, se encuentran más eficientes que nuestra ciudad.

Entre los factores determinantes de este estacionamiento en el que se ha convertido la AMG en horas pico del día, se encuentran algunas que tienen que ver con lo más ausente del servicio público: el sentido común. Pero más de una visión científica no cuesta mucha aplicación intelectual descubrir las fallas de esta degradada resiliencia ante la obvia falta de difusión previa para los ciudadanos en todos los medios de comunicación, en los que se puedan establecer convenientemente las rutas alternas para alejarse lo más posible de las áreas conflictuadas. La falta de señalamientos pertinentes y la total ausencia de seguridad asistida por servidores públicos, o ciudadanos convocados, se ha hecho una práctica común.

He tenido la oportunidad de observar a miles de conductores que no teniendo una idea del número de horas que invertirán para transitar por la zona en intervención del Área Universitaria de Los Belenes, el reencarpetamiento de la avenida Periférico y la enorme obra de la Línea 3 del Tren Ligero, se obstinan por transitar en zonas que no son las únicas para llegar a su destino y que les permitirían ahorrar tiempo, gasolina, contaminación y sobre todo el estrés que genera estar atrapado sin salida conocida de estas zonas que suelen presentar una escenografía similar al bombardeo.

Seguramente el próximo gobierno de Jalisco, tomará en cuenta estos factores evitables en esta inmovilidad del AMG y por otra parte deberá identificar aquellos que no tienen que ver con las obras públicas tan necesarias, como por ejemplo las aseguradoras que, por encima del Reglamento de Movilidad y no habiendo daños de mayor cuantía, siguen instruyendo al ciudadano siniestrado no mover el vehículo, sin considerar a los cientos de miles afectados por las horas/tiempo en las avenidas y la contaminación ambiental que ello está generando a la ciudad. De la intervención ocasional sin aviso alguno que hacen empresas privadas en avenidas colectoras como en avenida Patria, entre Vivaldi y Sebastián Bach, donde un trompo de concreto tiene invadidos dos carriles por más de una semana, es sólo uno de los ejemplos que demuestran que en esta ciudad la noche se hizo sólo para dormir, gracias a los amigos influyentes.


Académico del CUAAD, UdG

Mail: carlosm_orozco@hotmail.com