/ jueves 15 de abril de 2021

Iconia, la degradación continúa

Si no fueran suficientes los incendios a la poca flora y bosques aun disponibles en Guadalajara, la voracidad inmobiliaria ahora se desplaza para arrasar con la única reserva urbana disponible como es la Barranca de Huentitán, en las inmediaciones del degradado entorno del Centro Universitario de Arte Arquitectura y Diseño de la U de G.

La indefinición, ha sido la característica de una decisión significativa urbanísticamente y la cual podría representar la consumación de un enorme fraude como bien lo narró el analista de Milenio Gabriel Torres en su columna el pasado 12 de abril al reproducir: “El 10 de julio de 2008, en la gaceta municipal tapatía se publicó el decreto D54/17/08 que aprobaba la edificación de Puerta Guadalajara, un proyecto valuado entonces en 65 millones 534 mil dólares que se edificarían en un predio de 136.495 hectáreas ubicado en el cruce del Periférico Norte y la Calzada Independencia y sería llevado a cabo por la compañía de capital español Mecano América S.A. de C.V.”, con lo cual se demuestra de acuerdo a las ganancias, una gran estafa si consideramos que el pago se haría con obras que recibiría el ayuntamiento.

La narrativa de torres continua señalando a un gobierno municipal de Guadalajara que no objetó nada y aprobó el 26 de agosto de 2016 … “Decreto que aprueba una cesión de derechos fideicomisarios, la suscripción de convenios modificatorios al convenio de asociación, así como al contrato de fideicomiso, derivados del decreto municipal 54/17/08; con la finalidad de llevar a cabo el proyecto denominado ‘Fondo Iconia’; qué es exactamente el mismo fraude. El 24 de noviembre de 2017, Operadora Hotelera Salamanca, empresa a cargo del desarrollo de Iconia, cedió los derechos sobre poco más de 57 mil metros cuadrados, que tendrían un fin comercial, a otra empresa, Hoteles Riviera Deluxe, por un total de 500 millones de pesos. Al igual que sucedió en gobiernos anteriores, esta transacción se realizó pese a que aún no había cumplido con las obras pactadas.” Lo cual establece una omisión cómplice de todas las autoridades municipales desde esa fecha hasta este momento.

Todos los alcaldes se habrían comprometido a recuperar ese enorme predio y escurrimiento natural para los habitantes de nuestra ciudad.

Otros analistas como Carlos Martínez también de Milenio, ya habían señalado a entonces alcalde tapatío Enrique Alfaro con acuerdos disímbolos para, al final, dar luz verde a ese polémico proyecto con un nuevo nombre: “Plan Maestro Huentitán” y agrega el propio Martínez que “Lo que no se aclara es que el proyecto lo representan las torres, centros comerciales y el hotel que pretenden levantar, lo que significan 800 mil metros cuadrados de edificaciones, que a cinco mil pesos el metro cuadrado (tan solo por su valor comercial), sumarían unos cuatro mil millones de pesos”. Eso sin tomar en cuenta el daño colateral urbano inevitable para toda el Área Metropolitana de Guadalajara al aumentar exponencialmente la densidad poblacional y el uso de suelo, sin tomar en cuenta la necesaria previsión de movilidad, agua, estacionamientos aseo y seguridad pública además de la pérdida del servicio ambiental que hoy otorga la zona de Huentitán a nuestra urbe y todo ello por anteponer la rentabilidad inmobiliaria por encima de un medio ambiente sustentable para la mayoría de los habitantes del área metropolitana.

Académico del CUAAD de la Universidad de Guadalajara

carlosm_orozco@hotmail.com

Si no fueran suficientes los incendios a la poca flora y bosques aun disponibles en Guadalajara, la voracidad inmobiliaria ahora se desplaza para arrasar con la única reserva urbana disponible como es la Barranca de Huentitán, en las inmediaciones del degradado entorno del Centro Universitario de Arte Arquitectura y Diseño de la U de G.

La indefinición, ha sido la característica de una decisión significativa urbanísticamente y la cual podría representar la consumación de un enorme fraude como bien lo narró el analista de Milenio Gabriel Torres en su columna el pasado 12 de abril al reproducir: “El 10 de julio de 2008, en la gaceta municipal tapatía se publicó el decreto D54/17/08 que aprobaba la edificación de Puerta Guadalajara, un proyecto valuado entonces en 65 millones 534 mil dólares que se edificarían en un predio de 136.495 hectáreas ubicado en el cruce del Periférico Norte y la Calzada Independencia y sería llevado a cabo por la compañía de capital español Mecano América S.A. de C.V.”, con lo cual se demuestra de acuerdo a las ganancias, una gran estafa si consideramos que el pago se haría con obras que recibiría el ayuntamiento.

La narrativa de torres continua señalando a un gobierno municipal de Guadalajara que no objetó nada y aprobó el 26 de agosto de 2016 … “Decreto que aprueba una cesión de derechos fideicomisarios, la suscripción de convenios modificatorios al convenio de asociación, así como al contrato de fideicomiso, derivados del decreto municipal 54/17/08; con la finalidad de llevar a cabo el proyecto denominado ‘Fondo Iconia’; qué es exactamente el mismo fraude. El 24 de noviembre de 2017, Operadora Hotelera Salamanca, empresa a cargo del desarrollo de Iconia, cedió los derechos sobre poco más de 57 mil metros cuadrados, que tendrían un fin comercial, a otra empresa, Hoteles Riviera Deluxe, por un total de 500 millones de pesos. Al igual que sucedió en gobiernos anteriores, esta transacción se realizó pese a que aún no había cumplido con las obras pactadas.” Lo cual establece una omisión cómplice de todas las autoridades municipales desde esa fecha hasta este momento.

Todos los alcaldes se habrían comprometido a recuperar ese enorme predio y escurrimiento natural para los habitantes de nuestra ciudad.

Otros analistas como Carlos Martínez también de Milenio, ya habían señalado a entonces alcalde tapatío Enrique Alfaro con acuerdos disímbolos para, al final, dar luz verde a ese polémico proyecto con un nuevo nombre: “Plan Maestro Huentitán” y agrega el propio Martínez que “Lo que no se aclara es que el proyecto lo representan las torres, centros comerciales y el hotel que pretenden levantar, lo que significan 800 mil metros cuadrados de edificaciones, que a cinco mil pesos el metro cuadrado (tan solo por su valor comercial), sumarían unos cuatro mil millones de pesos”. Eso sin tomar en cuenta el daño colateral urbano inevitable para toda el Área Metropolitana de Guadalajara al aumentar exponencialmente la densidad poblacional y el uso de suelo, sin tomar en cuenta la necesaria previsión de movilidad, agua, estacionamientos aseo y seguridad pública además de la pérdida del servicio ambiental que hoy otorga la zona de Huentitán a nuestra urbe y todo ello por anteponer la rentabilidad inmobiliaria por encima de un medio ambiente sustentable para la mayoría de los habitantes del área metropolitana.

Académico del CUAAD de la Universidad de Guadalajara

carlosm_orozco@hotmail.com