/ miércoles 18 de julio de 2018

Y…qué pasa? / Remedio, ¿peor que la enfermedad?

El refranero popular siempre acierta. Tras las votaciones del primero de julio pasado cada partido político hace sus evaluaciones y deberá hacer realidad las promesas y hacer justicia tras el cúmulo de mutuas acusaciones. Pero mejor que se pongan a trabajar y no caigan en la tentación que brinda el poder y que mueven a la cáfila que rodea a los elegidos, en la espera de que éstos sean verdaderos, honestos y honrados servidores públicos. Ellos mismos se jactaron de ello. ¿Lo harán? ¿Lo hicieron? ¡Lástima que los negocios siempre ganan!

Quienes ostentaron el poder y el mando antes del primero de julio, ya mostraron como son y qué saben hacer. La gente que votó contra el PRI pronto verá que la vida sigue igual. Los del PRI, PAN y los demás partidillos, ahora verán a los oportunistas que pretenden recoger las migajas y los escombros tras el derrumbe electoral. Quizá muchos de los que ahora surgen como salvadores y desean recomponer a sus partidos, en alguna ocasión fueron autocríticos y no los atendieron, pero tampoco tomaron medidas serias para recapacitar ¿Ahora habrá nobleza e inteligencia para recomponer lo que ellos mismos toleraron o destruyeron?

Sin duda los políticos jaliscienses y de otros estados perdedores ya están haciendo sus proyectos y alimentan sus ambiciones. Aún no están en riesgo de perder su registro legal ante las autoridades electorales. Arturo Zamora Jiménez, visto como el jalisciense de mayor capital político a nivel nacional reforzará sus fueros. Muchos están agazapados o a la expectativa. Ramiro Hernández, Eugenio Ruiz Orozco, Javier Guízar, descendientes de Marcelino García Barragán, Rafael González Pimienta, Roberto López Lara, Francisco Morales Aceves, Raúl Juárez Valencia, Carlos Rivera Aceves, Guillermo Cosío Vidaurri y tantos grupos que fueron desplazados en Jalisco, ¿podrán reunirse a restañar heridas y hacer renacer a su partido? ¿Lo hicieron en anteriores debacles?

Cuando Ernesto Zedillo y el PRI perdieron Jalisco, siendo candidato Eugenio Ruiz, (“faltaron votos”, dijo aquella ocasión) su partido quedó desolado. El manejo político del tricolor, desde las afueras de Avenida del Campesino 222 siempre impuso a marionetas que desunieron y aceleraron este Waterloo. Ahora, premiados, los anteriores gerentes tricolores seguirán mamando del presupuesto. La tecnocracia, el gel y el nuevo PRI, cumplieron: ¡vendieron su ideología y el país! En la zona metropolitana hay grupos que “queman su casa por ver arder la ajena” para conservar su cacicazgo.

A nivel nacional el ex gobernador guerrerense René Juárez, hasta hace unas horas dirigente tricolor, ya se va a la comodidad de la curul. En su discurso copió a Martin Luther King y a Luis Donaldo Colosio. Primero impuesto y ahora depuesto (o correlón y habla de democracia) presidente del PRI dijo en su despedida que haber ignorado las transformaciones político-sociales del país, llevaron al PRI a esta crisis. Dice que no (los priistas no leyeron bien las pasadas derrotas y repitiendo la demagogia reitero que el partido debe acercarse a la militancia y hacer democracia interna. “Veo un PRI en el que se ha infiltrado la simulación” (fue gobernador de Guerrero entre otros cargos). Impregnado del fatídico discurso de Luis Donaldo Colosio en la Plaza de la Revolución en CdMx (la antesala de su asesinato), también dijo Juárez: “Quiero un partido donde las cúpulas no decidan, que decidan sus militantes. Quiero un PRI donde sus militantes nombren sus candidatos y sus dirigentes”. ¿Están oyendo inútiles “primeros” priistas? La altísima traición a la Patria y la obediencia para hacer reformas estructurales ¿han dado ese resultado? Colosio fue abatido por ver un México con hambre de justicia. Y vaya paradoja: Claudia, la sobrina de Salinas de Gortari (cuyo cuñado y asesinado padre de la ahora dirigente priista) ahora es la dirigente nacional. Pronto convocarán estatutariamente y repetirán que harán “Democracia y Justicia Social”. Nunca lo han hecho, ¡Cómo lo harán ahora? Y para acabarla: ¿Es el remedio que buscó México y resultará peor que la enfermedad? Y qué pasa?

El refranero popular siempre acierta. Tras las votaciones del primero de julio pasado cada partido político hace sus evaluaciones y deberá hacer realidad las promesas y hacer justicia tras el cúmulo de mutuas acusaciones. Pero mejor que se pongan a trabajar y no caigan en la tentación que brinda el poder y que mueven a la cáfila que rodea a los elegidos, en la espera de que éstos sean verdaderos, honestos y honrados servidores públicos. Ellos mismos se jactaron de ello. ¿Lo harán? ¿Lo hicieron? ¡Lástima que los negocios siempre ganan!

Quienes ostentaron el poder y el mando antes del primero de julio, ya mostraron como son y qué saben hacer. La gente que votó contra el PRI pronto verá que la vida sigue igual. Los del PRI, PAN y los demás partidillos, ahora verán a los oportunistas que pretenden recoger las migajas y los escombros tras el derrumbe electoral. Quizá muchos de los que ahora surgen como salvadores y desean recomponer a sus partidos, en alguna ocasión fueron autocríticos y no los atendieron, pero tampoco tomaron medidas serias para recapacitar ¿Ahora habrá nobleza e inteligencia para recomponer lo que ellos mismos toleraron o destruyeron?

Sin duda los políticos jaliscienses y de otros estados perdedores ya están haciendo sus proyectos y alimentan sus ambiciones. Aún no están en riesgo de perder su registro legal ante las autoridades electorales. Arturo Zamora Jiménez, visto como el jalisciense de mayor capital político a nivel nacional reforzará sus fueros. Muchos están agazapados o a la expectativa. Ramiro Hernández, Eugenio Ruiz Orozco, Javier Guízar, descendientes de Marcelino García Barragán, Rafael González Pimienta, Roberto López Lara, Francisco Morales Aceves, Raúl Juárez Valencia, Carlos Rivera Aceves, Guillermo Cosío Vidaurri y tantos grupos que fueron desplazados en Jalisco, ¿podrán reunirse a restañar heridas y hacer renacer a su partido? ¿Lo hicieron en anteriores debacles?

Cuando Ernesto Zedillo y el PRI perdieron Jalisco, siendo candidato Eugenio Ruiz, (“faltaron votos”, dijo aquella ocasión) su partido quedó desolado. El manejo político del tricolor, desde las afueras de Avenida del Campesino 222 siempre impuso a marionetas que desunieron y aceleraron este Waterloo. Ahora, premiados, los anteriores gerentes tricolores seguirán mamando del presupuesto. La tecnocracia, el gel y el nuevo PRI, cumplieron: ¡vendieron su ideología y el país! En la zona metropolitana hay grupos que “queman su casa por ver arder la ajena” para conservar su cacicazgo.

A nivel nacional el ex gobernador guerrerense René Juárez, hasta hace unas horas dirigente tricolor, ya se va a la comodidad de la curul. En su discurso copió a Martin Luther King y a Luis Donaldo Colosio. Primero impuesto y ahora depuesto (o correlón y habla de democracia) presidente del PRI dijo en su despedida que haber ignorado las transformaciones político-sociales del país, llevaron al PRI a esta crisis. Dice que no (los priistas no leyeron bien las pasadas derrotas y repitiendo la demagogia reitero que el partido debe acercarse a la militancia y hacer democracia interna. “Veo un PRI en el que se ha infiltrado la simulación” (fue gobernador de Guerrero entre otros cargos). Impregnado del fatídico discurso de Luis Donaldo Colosio en la Plaza de la Revolución en CdMx (la antesala de su asesinato), también dijo Juárez: “Quiero un partido donde las cúpulas no decidan, que decidan sus militantes. Quiero un PRI donde sus militantes nombren sus candidatos y sus dirigentes”. ¿Están oyendo inútiles “primeros” priistas? La altísima traición a la Patria y la obediencia para hacer reformas estructurales ¿han dado ese resultado? Colosio fue abatido por ver un México con hambre de justicia. Y vaya paradoja: Claudia, la sobrina de Salinas de Gortari (cuyo cuñado y asesinado padre de la ahora dirigente priista) ahora es la dirigente nacional. Pronto convocarán estatutariamente y repetirán que harán “Democracia y Justicia Social”. Nunca lo han hecho, ¡Cómo lo harán ahora? Y para acabarla: ¿Es el remedio que buscó México y resultará peor que la enfermedad? Y qué pasa?