/ jueves 19 de agosto de 2021

Un presupuesto de egresos que no atiende lo urgente



Mauro Garza

En el gasto público siempre existe una disyuntiva que de forma inconsciente (o para algunos consciente), aparece intrínsecamente en la priorización del propio gasto, es decir en lo que el Estado concentra sus mayores porcentajes a la hora de ejercer el presupuesto.

Una de las características del Presupuesto de Egresos de la Federación es que a través de este instrumento se atienden las necesidades sociales para el país, ya sea educación, salud, desarrollo de infraestructura, cultura, deporte, etc. Este último es el conocido como gasto programable, y según fuentes de la Secretaria de Hacienda y Crédito Público, representa el 73% de la erogación en el presupuesto.

Sin embargo, en la práctica, es evidente que el Gobierno Federal ha utilizado este instrumento con motivaciones distintas a los objetivos del PPEF, pues desde hace años se ha observado una considerable reducción en el gasto de ramos importantes para el desarrollo del país, es decir; impulso a la economía, seguridad, salud, cultura, deporte, innovación y un largo etcétera. Y para muestra, un botón; desde el 2020, año en el que la pandemia del COVID-19 surgió y cobro la vida de cientos de miles de personas, el Gobierno Federal redujo una inversión física en salud de 45.6%, cifra que representa la mayor caída desde el año 2007 según fuentes del periódico El Financiero.

De igual forma y siguiendo concentrados en el ramo 12 que comprende el sector salud, el primer trimestre del 2021 la Secretaria de Salud gasto un 26.4% menos respecto del año anterior, esto pese a que el país sigue padeciendo la pandemia, pero además las secuelas que ha dejado en la población. Otro sector olvidado por parte del Gobierno Federal, es el de los niños con cáncer, pues debido a los recortes presupuestales en la compra de medicamentos oncológicos se estima que 1 mil 600 niños han perdido la lucha contra esta enfermedad en menos de un año.

Un ejemplo más de la inconsciente distribución del gasto programable en el PPEF es la reducción que hubo en el ramo de cultura, pues el presupuesto operativo de las instituciones que impulsan el sector se redujo un 75%. De igual manera la educación sufrió un recorte considerable en el 2021, pues las escuelas normalistas recibieron 95% menos de recursos y la capacitación de docentes en activo tuvo un 45% de recorte.

Otro de los renglones afectados por la reducción presupuestal es el de la innovación, ciencia y tecnología en todas sus ramas; médica, bioquímica, tecnológica, económica, etc. pues el Gobierno Federal encabezado por Andrés Manuel López Obrador autorizó la eliminación de los fideicomisos que apoyaban estas áreas, pero no conforme con esto, se planteó un recorte del 2.1% para el 2021, lo que representa más de 2 mil millones de pesos menos.

Es imperativo que el presupuesto se haga con responsabilidad y congruencia de la situación que el país está atravesando. La crisis de salud y económica deben de ser prioridad. Debemos apuntalar los rubros clave que generen desarrollo y protección a los mexicanos, es decir, enfocarse en la salud en primer término y en segundo lugar y no menos importante, en las áreas que garanticen desarrollo económico, educación y seguridad. Es ahí donde con urgencia debemos estar concentrando la ejecución del gasto público.

Diputado Federal Electo



Mauro Garza

En el gasto público siempre existe una disyuntiva que de forma inconsciente (o para algunos consciente), aparece intrínsecamente en la priorización del propio gasto, es decir en lo que el Estado concentra sus mayores porcentajes a la hora de ejercer el presupuesto.

Una de las características del Presupuesto de Egresos de la Federación es que a través de este instrumento se atienden las necesidades sociales para el país, ya sea educación, salud, desarrollo de infraestructura, cultura, deporte, etc. Este último es el conocido como gasto programable, y según fuentes de la Secretaria de Hacienda y Crédito Público, representa el 73% de la erogación en el presupuesto.

Sin embargo, en la práctica, es evidente que el Gobierno Federal ha utilizado este instrumento con motivaciones distintas a los objetivos del PPEF, pues desde hace años se ha observado una considerable reducción en el gasto de ramos importantes para el desarrollo del país, es decir; impulso a la economía, seguridad, salud, cultura, deporte, innovación y un largo etcétera. Y para muestra, un botón; desde el 2020, año en el que la pandemia del COVID-19 surgió y cobro la vida de cientos de miles de personas, el Gobierno Federal redujo una inversión física en salud de 45.6%, cifra que representa la mayor caída desde el año 2007 según fuentes del periódico El Financiero.

De igual forma y siguiendo concentrados en el ramo 12 que comprende el sector salud, el primer trimestre del 2021 la Secretaria de Salud gasto un 26.4% menos respecto del año anterior, esto pese a que el país sigue padeciendo la pandemia, pero además las secuelas que ha dejado en la población. Otro sector olvidado por parte del Gobierno Federal, es el de los niños con cáncer, pues debido a los recortes presupuestales en la compra de medicamentos oncológicos se estima que 1 mil 600 niños han perdido la lucha contra esta enfermedad en menos de un año.

Un ejemplo más de la inconsciente distribución del gasto programable en el PPEF es la reducción que hubo en el ramo de cultura, pues el presupuesto operativo de las instituciones que impulsan el sector se redujo un 75%. De igual manera la educación sufrió un recorte considerable en el 2021, pues las escuelas normalistas recibieron 95% menos de recursos y la capacitación de docentes en activo tuvo un 45% de recorte.

Otro de los renglones afectados por la reducción presupuestal es el de la innovación, ciencia y tecnología en todas sus ramas; médica, bioquímica, tecnológica, económica, etc. pues el Gobierno Federal encabezado por Andrés Manuel López Obrador autorizó la eliminación de los fideicomisos que apoyaban estas áreas, pero no conforme con esto, se planteó un recorte del 2.1% para el 2021, lo que representa más de 2 mil millones de pesos menos.

Es imperativo que el presupuesto se haga con responsabilidad y congruencia de la situación que el país está atravesando. La crisis de salud y económica deben de ser prioridad. Debemos apuntalar los rubros clave que generen desarrollo y protección a los mexicanos, es decir, enfocarse en la salud en primer término y en segundo lugar y no menos importante, en las áreas que garanticen desarrollo económico, educación y seguridad. Es ahí donde con urgencia debemos estar concentrando la ejecución del gasto público.

Diputado Federal Electo