La mente tiene un sinnúmero de facultades y de conocimientos como la percepción que nos da la capacidad para recibir, mediante los sentidos, las imágenes, impresiones o sensaciones externas, o comprender y conocer algo.
En el pensamiento se considera que se almacenan todas las ideas formadas por la mente. La conciencia trata del conocimiento reflexivo de las cosas y que el sujeto conoce. La memoria nos ayuda a tener la capacidad de recordar imágenes, hechos o situaciones pasadas que quedan en la mente.
Este conjunto de ideas es diferente a otros estados mentales como los deseos, que se definen como la acción y el efecto de desear, anhelar, aspirar a algo; la sensación, que es la impresión que sentimos y que es producida por medio de los sentidos, por ejemplo, el dolor; o la convicción, que se refiere a todo aquello que creemos fielmente.
Podemos coincidir en que toda la creación humana es producto de un pensamiento y que cuando es en forma organizada produce una expresión creativa. Todos tenemos la misma capacidad desde que nacimos y podemos organizar nuestros pensamientos, entonces podemos considerar a la mente como una estructura que tiene el poder organizador.
Desde luego que este poder no está ubicado solamente en el cerebro, se encuentra en todo nuestro cuerpo, por ello es que desarrollamos todo un universo de pensamientos.
Existen mentes brillantes que sobresalen de las demás, porque poseen un alto coeficiente de inteligencia, superior, con capacidades para crear, discernir, captar y visualizar. En contraposición, existe el trastorno mental que se refiere a una alteración de tipo emocional de comportamiento en que se afectan los procesos psicológicos como la emoción, la motivación, la conducta, la conciencia, etc.
Cuando se presente una alteración de carácter emocional es recomendable acudir con un profesional a efecto de que, mediante un tratamiento psicológico, se ayude a redireccionar al paciente de algún padecimiento mental y apoyarlo para sentirse mejor.
Enseñarle las herramientas para el manejo de conflictos, ayudarle a cambiar las creencias limitantes, a vivir en armonía con él y con los demás. Ayudarlo a tener confianza y empatía, empoderarlo ante la vida, que el profesionista sea discreto y así con un asesoramiento profesional, el paciente pueda mejorar su estado de vida.
El profesional de la psicología es el elemento principal al evaluar actitudes y conductas en el tratamiento del paciente, ya sea en lo familiar como en lo social.
En este orden de ideas el gobierno municipal de Guadalajara ha realizado una alianza con las universidades de Jalisco a efecto de apoyar a todas aquellas personas susceptibles de sufrir cambios emocionales por estas modificaciones repentinas que nos ha traído la pandemia del Covid-19: el confinamiento de las personas vulnerables, la situación económica, escolar y profesional, ya que los docentes han tenido que trabajar en plataformas desde su casa, así como el personal directivo y administrativo de las casas de estudio, en general cambios significativos con los efectos colaterales que se han presentado.
Las Instituciones de educación superior han tomado como un gran proyecto el propuesto por el presidente municipal de Guadalajara y su gran equipo, sumándose a esta causa al poner al alcance de la ciudadanía todos los campos del conocimiento con los que se cuentan.
Las universidades e instituciones educativas en donde se preparan los futuros profesionistas deben dotarlos de las herramientas necesarias para el buen desempeño de su carrera, como el servicio social, las prácticas profesionales o contar con sus laboratorios para cada área del conocimiento.
Por ello es necesario que pongamos a disposición todas las herramientas que tenemos a nuestro alcance para sumar en salud emocional para aquellos que, por las circunstancias de salud que estamos atravesando, olvidan que no hay enfermedad que se pueda apoderar de nosotros mientras estemos conscientes de que podemos vivir sin límites, aun existiendo limitantes.
Rector General del Centro Universitario UTEG
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