/ jueves 27 de junio de 2019

¿Reptiles agonizantes?

¿Para qué sirven los partidos políticos? ¿Aportan beneficios a la población en general? La mayoría de los partidarios cumplen con el refranero popular: “El hombre va al nopal sólo cuando tiene tunas”. Cuando los tiempos electorales obligan a que se reactiven esos institutos políticos, su objetivo es obtener el poder gubernamental.

De ahí se convierte en out sourcing o agencia de empleos que luego se tornan en chupeteadores del presupuesto en directo y a través de negocios. Se ha visto que muchos incipientes políticos pronto se convierten en empresarios o en “lores” inmobiliarios en tanto que los experimentados engordan más la cartera.

La inutilidad de los partidos políticos, el desperdicio presupuestal que generan en aras de la vilipendiada democracia y la demagogia, poco tienen que ver con la realización de obras y servicios que cada día son ingentes para la sociedad. La denostación entre los partidarios es la base para lograr adeptos pero la Justicia no se aplica. Casi todo es mediático. La mayoría de los políticos, en campaña electoral o en la administración pública, justifican su incompetencia en los errores de los anteriores gobiernos y por lo general solamente hacen escándalo.

Siempre que los tiempos electorales reactivan a los aspirantes al poder, estos cargan y recargan sus discursos y acciones hasta con los líquidos lixiviados. A diario lo vemos y oímos en los diversos partidos y en el gobierno. Ahora, en el PRI, llevan adelante el proceso interno para ungir a su presidente y secretario general a nivel nacional. Esto se escribe el lunes pasado y cumpliendo con la convocatoria del tricolor, tres aspirantes a suceder a Claudia Ruíz Massieau y a Arturo Zamora Jiménez, quedaron registrados: Alejandro Moreno y Carolina Viggiano; Ivonne Ortega y Encarnación Alfaro; y Ulises Ruíz y Coral Valencia.

El haber sido gobernadores de Campeche, Yucatán y Oaxaca respectivamente, representa experiencia. Dice la cita bíblica que “por sus obras los conoceréis”. Hasta ahora el PRI sigue socialmente satanizado y con baja aceptación. Está en riesgo de desaparecer en caso de que durante las próximas elecciones los votos no lo favorezcan. Ahora Campeche tiene gobernador de Morena; Oaxaca del PRI y Yucatán del PAN. Sin duda cada uno de los aspirantes ofrecen su potencial en lo que han hecho. Entonces ¿por qué en al menos dos de esas entidades se sacudieron al tricolor. ¿Tienen calidad, en todo el sentido de la palabra para dirigir a ese partido político?

Los tres se han quejado de la antidemocracia priísta. Señalan cacicazcos internos. Apuntan la lejanía de la militancia, al menos la que les queda, etc. y ponen como lazo de cochino a su partido y ofrecen componerlo. ¿Ellos no tienen responsabilidad ante la debacle priista? Y ahora Alejandro Moreno califica de “reptiles agonizantes a sus adversarios”. Esas expresiones no entusiasman a la militancia en general. ¿Y así piden unidad en el tricolor.

José Narro Robles ex rector de la UNAM y ex secretario de salud federal dicen que muy respetable y respetado, renunció a contender por la silla mayor del PRI seguramente tenía “acuerdos”, que no le respetaron (dice), en la cúpula actual y acusa de todo al partido en el que militó 46 años y ¿hasta ahora se enteró de que esa conductas son la constante? Hasta ahora Beltrones y Labastida también “brincaron” por los motivos que de sobra son históricamente conocidos desde que Plutarco fundó el PNR y lo mismo sucedió en tiempos de Lázaro Cárdenas cuando hizo el PRM. El PRI por eso está así. La serpiente se tragó sola. Eso se refiere Alejandro. ¿Cómo hará para revivir a su partido o a ese reptil a pesar de su queja?

El tricolor será satélite de MORENA? Y…qué pasa?

¿Para qué sirven los partidos políticos? ¿Aportan beneficios a la población en general? La mayoría de los partidarios cumplen con el refranero popular: “El hombre va al nopal sólo cuando tiene tunas”. Cuando los tiempos electorales obligan a que se reactiven esos institutos políticos, su objetivo es obtener el poder gubernamental.

De ahí se convierte en out sourcing o agencia de empleos que luego se tornan en chupeteadores del presupuesto en directo y a través de negocios. Se ha visto que muchos incipientes políticos pronto se convierten en empresarios o en “lores” inmobiliarios en tanto que los experimentados engordan más la cartera.

La inutilidad de los partidos políticos, el desperdicio presupuestal que generan en aras de la vilipendiada democracia y la demagogia, poco tienen que ver con la realización de obras y servicios que cada día son ingentes para la sociedad. La denostación entre los partidarios es la base para lograr adeptos pero la Justicia no se aplica. Casi todo es mediático. La mayoría de los políticos, en campaña electoral o en la administración pública, justifican su incompetencia en los errores de los anteriores gobiernos y por lo general solamente hacen escándalo.

Siempre que los tiempos electorales reactivan a los aspirantes al poder, estos cargan y recargan sus discursos y acciones hasta con los líquidos lixiviados. A diario lo vemos y oímos en los diversos partidos y en el gobierno. Ahora, en el PRI, llevan adelante el proceso interno para ungir a su presidente y secretario general a nivel nacional. Esto se escribe el lunes pasado y cumpliendo con la convocatoria del tricolor, tres aspirantes a suceder a Claudia Ruíz Massieau y a Arturo Zamora Jiménez, quedaron registrados: Alejandro Moreno y Carolina Viggiano; Ivonne Ortega y Encarnación Alfaro; y Ulises Ruíz y Coral Valencia.

El haber sido gobernadores de Campeche, Yucatán y Oaxaca respectivamente, representa experiencia. Dice la cita bíblica que “por sus obras los conoceréis”. Hasta ahora el PRI sigue socialmente satanizado y con baja aceptación. Está en riesgo de desaparecer en caso de que durante las próximas elecciones los votos no lo favorezcan. Ahora Campeche tiene gobernador de Morena; Oaxaca del PRI y Yucatán del PAN. Sin duda cada uno de los aspirantes ofrecen su potencial en lo que han hecho. Entonces ¿por qué en al menos dos de esas entidades se sacudieron al tricolor. ¿Tienen calidad, en todo el sentido de la palabra para dirigir a ese partido político?

Los tres se han quejado de la antidemocracia priísta. Señalan cacicazcos internos. Apuntan la lejanía de la militancia, al menos la que les queda, etc. y ponen como lazo de cochino a su partido y ofrecen componerlo. ¿Ellos no tienen responsabilidad ante la debacle priista? Y ahora Alejandro Moreno califica de “reptiles agonizantes a sus adversarios”. Esas expresiones no entusiasman a la militancia en general. ¿Y así piden unidad en el tricolor.

José Narro Robles ex rector de la UNAM y ex secretario de salud federal dicen que muy respetable y respetado, renunció a contender por la silla mayor del PRI seguramente tenía “acuerdos”, que no le respetaron (dice), en la cúpula actual y acusa de todo al partido en el que militó 46 años y ¿hasta ahora se enteró de que esa conductas son la constante? Hasta ahora Beltrones y Labastida también “brincaron” por los motivos que de sobra son históricamente conocidos desde que Plutarco fundó el PNR y lo mismo sucedió en tiempos de Lázaro Cárdenas cuando hizo el PRM. El PRI por eso está así. La serpiente se tragó sola. Eso se refiere Alejandro. ¿Cómo hará para revivir a su partido o a ese reptil a pesar de su queja?

El tricolor será satélite de MORENA? Y…qué pasa?