La educación es un proceso muy largo que da inicio en el seno familiar. Como ya sabemos, toda actividad desarrollada en la familia tiene gran importancia y peso en el éxito escolar como en la formación de la personalidad del menor, y enseguida la escuela. Ya juntos, estos dos elementos constituyen un marco referencial imprescindible para la incorporación de un nuevo ser humano a la sociedad, siendo así entonces, que se consigue un pleno desarrollo educativo en los niños y niñas.
Las principales figuras de autoridad en la educación de los niños y jóvenes son los padres y todos aquellos docentes que, además de dominar las herramientas para la enseñanza, son capaces de ser inspiración y la formación académica y personal ya que con su ejemplo, dedicación y vocación los mentores contribuyen de manera integral y les permiten saber cómo actuar en el día a día y ante diversas circunstancias.
La educación es uno de los factores que más influye en el avance y progreso de personas y sociedades. Además de proveer conocimientos, la educación enriquece la cultura, el espíritu, los valores y todo aquello que nos caracteriza como seres humanos, haciendo referencia al proceso de aprendizaje y socialización que los seres humanos llevamos a cabo a lo largo de nuestras vidas. Es el mecanismo a través del cual se obtienen conocimientos y valores, se desarrollan hábitos, habilidades, costumbres, creencias y formas de actuar, entre otros.
Con el objetivo mencionado, a inicios del siglo XX, se hizo necesaria la inclusión completa de la mayor parte de la población trabajadora que no tenía acceso a la educación y cultura hegemónica, ante el crecimiento de la población en el país, los espacios educativos y las oportunidades de crecimiento académico y profesional con el propósito de coadyuvar con los gobiernos federal, estatal y municipal en el área educativa.
Es precisamente en esta época, 1968, que da inicio la historia educativa del Instituto Superior de Comercio y Administración ofreciendo la carrera de Secretaria Ejecutiva con una duración de dos años, posteriormente se añadieron las licenciaturas de Contaduría Pública y Secretaria Bilingüe con duración de tres años, cambiando así la vida de miles de personas que directa o indirectamente fueron parte de ella, historia que no hubiese sido posible sin la visión de un gran hombre, cuyo objetivo era contribuir a formar hombres y mujeres de bien con educación de calidad, al alcance de todos, siendo su fundador el Lic. Eleuterio Castillo Agredano, quién comenzó este sueño con solo 6 alumnas y que al día de hoy suman 23,000 estudiantes.
Es así como aquel Instituto se fue transformando adquiriendo el compromiso de impartir calidad académica, se transformó en el Centro Universitario UTEG, con un esfuerzo sustantivo que señala construir una institución educativa y que asume bajo su misión, visión y valores el propósito de formar líderes al alcance de las competencias actuales, demostrando un compromiso en relación a las diversas áreas de acción que conserva su oferta académica creando espacios óptimos para el aprendizaje basadas en directrices que abordan el emprendimiento y talento en el estudiante y el docente.
Por ello, desde el nacimiento de esta Casa de Estudios la meta ha sido clara y es la de ofrecer planes educativos con responsabilidad social y orientación de servicio proveyendo calidad efectiva e innovadora contando con la aprobación de la Norma Internacional 9001; 2015 que otorga Global Standars, esto es producto del seguimiento de sus colaboradores que elaboran procesos marcados en el Sistema de Gestión de Calidad con los que en consecuencia se genera la mejora continua.
Apreciable lector, nuestro país y en el presente caso, Jalisco cuenta con próceres de la educación que se dedican a esa gran profesión vocativa de contribuir a las necesidades de superación de los que habitamos este estado. Gracias por sus comentarios.
* Rector General del Centro Universitario UTEG
E-mail joseroque@uteg.edu.mx
