/ martes 12 de octubre de 2021

Perversos políticos

Lo que es una buena intención para abastecer de agua a la zona metropolitana de Guadalajara desde hace más de tres lustros mediante la construcción de la presa de El Zapotillo en el municipio jalisciense de Cañadas de Obregón, ha resultado un botín electorero entre el pretendido caudillismo de los políticos, interesados en que sus partidos, MC y Morena, predominen y aplasten el beneficio social. Tiene más de 16 años el proyecto y, con ello, los interminables tumbos para hacer realidad la obra. Sexenios van y los “dimes y diretes” permanecen ahora entre el gobierno de Jalisco y el federal. López Obrador y Alfaro Ramírez “siguen agarrados del chongo”… ¡bueno, es un decir!!

La altura de la cortina de la mencionada Presa consideraba la inundación y obvia desaparición de poblados como Temacapulín, Palmarejo y Acasico en el citado municipio. Protestaron los habitantes de estos lugares y se detuvo la obra. Traspiés van y zancadillas siguen. Ahora dizque el gobierno federal participará en la solución de este problema pero imagínese. Ojalá el Niño Dios y los Santos Reyes, obsequiosos como son de acuerdo a la tradición, traigan la continuación de la obra y sea, para los jaliscienses, un regalo de infraestructura hidráulica y no sea como acostumbran: mal construida.

La saliva que han gastado los políticos y todos los que intervienen en las discusiones, más políticas que técnicas, ya hubiesen llenado el vaso de la Presa. Ya ve usted, amable lector, que hay muchos burócratas con una prolífica glándula salival.

Este fin de semana de nuevo acudió el presidente López Obrador a Cañadas de Obregón, Jalisco. Otra vez a echar rollo técnico, sin soluciones inmediatas. Otras vez a revisar el tema y dentro de un mes, amenazó con regresar. Puro rollo que alienta a la gente de esas comunidades que, a fin de cuentas, no serán inundadas, lo cual podría verse reflejado en votos a favor de su transformación.

Esta obra sin duda es importante para otros rubros como la agricultura, la ganadería además del consumo humano, pero ahora conlleva más enfrentamiento partidista que el deseo de contener el agua del Río Verde para satisfacer necesidades sociales. López dijo: “vamos con esta obra a que haya justicia (pensarán igual los guanajuatenses que esperaban agua de ese embalse?) que no haya inundación de los pueblos” (esto cae en demagogia y búsqueda de voto; lo que se requiere es agua y punto). Dijo que el presupuesto para la obra no será ejercida por el gobierno federal (menos por el gobierno estatal, ¿verdad?) Y el rollote: “será administrado (el dinero) por el pueblo”.

Otra visita enquistada con demagogia de funcionarios federales que no solamente irrita al gobernador Alfaro sino a la ciudadanía porque cada vez que hablan lanzan venenosa, rencorosa y vengativa saliva que, desafortunadamente, aumenta más la indiferencia social. Soluciones son las que se requieren de manera urgente y puntual. Ahh!, solamente son puntuales para recibir su quincena, ¿verdad? Y…qué pasa?

* Periodista

mjimenezibanez58@gmail.com

Lo que es una buena intención para abastecer de agua a la zona metropolitana de Guadalajara desde hace más de tres lustros mediante la construcción de la presa de El Zapotillo en el municipio jalisciense de Cañadas de Obregón, ha resultado un botín electorero entre el pretendido caudillismo de los políticos, interesados en que sus partidos, MC y Morena, predominen y aplasten el beneficio social. Tiene más de 16 años el proyecto y, con ello, los interminables tumbos para hacer realidad la obra. Sexenios van y los “dimes y diretes” permanecen ahora entre el gobierno de Jalisco y el federal. López Obrador y Alfaro Ramírez “siguen agarrados del chongo”… ¡bueno, es un decir!!

La altura de la cortina de la mencionada Presa consideraba la inundación y obvia desaparición de poblados como Temacapulín, Palmarejo y Acasico en el citado municipio. Protestaron los habitantes de estos lugares y se detuvo la obra. Traspiés van y zancadillas siguen. Ahora dizque el gobierno federal participará en la solución de este problema pero imagínese. Ojalá el Niño Dios y los Santos Reyes, obsequiosos como son de acuerdo a la tradición, traigan la continuación de la obra y sea, para los jaliscienses, un regalo de infraestructura hidráulica y no sea como acostumbran: mal construida.

La saliva que han gastado los políticos y todos los que intervienen en las discusiones, más políticas que técnicas, ya hubiesen llenado el vaso de la Presa. Ya ve usted, amable lector, que hay muchos burócratas con una prolífica glándula salival.

Este fin de semana de nuevo acudió el presidente López Obrador a Cañadas de Obregón, Jalisco. Otra vez a echar rollo técnico, sin soluciones inmediatas. Otras vez a revisar el tema y dentro de un mes, amenazó con regresar. Puro rollo que alienta a la gente de esas comunidades que, a fin de cuentas, no serán inundadas, lo cual podría verse reflejado en votos a favor de su transformación.

Esta obra sin duda es importante para otros rubros como la agricultura, la ganadería además del consumo humano, pero ahora conlleva más enfrentamiento partidista que el deseo de contener el agua del Río Verde para satisfacer necesidades sociales. López dijo: “vamos con esta obra a que haya justicia (pensarán igual los guanajuatenses que esperaban agua de ese embalse?) que no haya inundación de los pueblos” (esto cae en demagogia y búsqueda de voto; lo que se requiere es agua y punto). Dijo que el presupuesto para la obra no será ejercida por el gobierno federal (menos por el gobierno estatal, ¿verdad?) Y el rollote: “será administrado (el dinero) por el pueblo”.

Otra visita enquistada con demagogia de funcionarios federales que no solamente irrita al gobernador Alfaro sino a la ciudadanía porque cada vez que hablan lanzan venenosa, rencorosa y vengativa saliva que, desafortunadamente, aumenta más la indiferencia social. Soluciones son las que se requieren de manera urgente y puntual. Ahh!, solamente son puntuales para recibir su quincena, ¿verdad? Y…qué pasa?

* Periodista

mjimenezibanez58@gmail.com