/ miércoles 9 de junio de 2021

Más pobres, menos salarios

A más de un año del inicio de la pandemia, los efectos económicos que causó el Covid-19 se siguen reflejando en nuestro día a día. No solo en las restricciones y nuevas normas como el uso de cubrebocas o mantener sana distancia, sino en los salarios que percibe la mayoría de la población.

Cuando se habla de los estragos de la pandemia en el estado de Jalisco, normalmente se habla sobre las empresas y negocios que se vieron afectados. Por ejemplo, en 2020, en la entidad se perdió el 10% de las empresas a causa de la pandemia. Según el Estudio de Expectativas Económicas del sector privado jalisciense del Instituto del IIEG, la mitad de las empresas encuestadas mencionaron haber cerrado temporalmente, y el 75.8% de las empresas vieron reducidas sus ventas comparadas con las que tenían antes de la pandemia.

Sin embargo, ¿qué pasa con las personas que no son dueñas de empresas o negocios, las personas asalariadas? Según la plataforma de México, ¿Cómo Vamos? y según los estudios del Coneval, en el 2020 y 2021 se recrudeció la pobreza laboral. Es decir, los ingresos laborales de los hogares no son suficientes para alimentar a las personas que los integran, apoyándose de remesas, transferencias o apoyos de programas sociales. La pobreza laboral aumentó 3.8 puntos porcentuales a nivel nacional, al pasar de 35.6% a 39.4% entre el primer trimestre de 2020 y el primer trimestre 2021. (Coneval 2021)

En este mismo periodo, se observó que las personas ocupadas que tienen un ingreso laboral menor al salario mínimo aumentaron, pasando de 29.3% a 32.3%, en los primeros trimestres de 2020 y 2021, respectivamente. Lo que significa que hubo un aumento en las personas que ganan salarios más bajos. Por otra parte, la situación de las mujeres es aún más complicada. Ya que, según la Ficha Informativa de Cifras de empleo formal en Jalisco en enero de 2021 por sector de actividad económica y municipio del IIEG, existe una brecha laboral de al menos el 43.77%.

Por ejemplo, de los seis mil 755 empleos formales generados en enero de 2021 en Jalisco, cuatro mil 856 son hombres y mil 899 son mujeres. Los porcentajes cambian dependiendo del sector económico que se analice. En el mes de enero de 2021 se reportan 704 mil 238 mujeres aseguradas en el IMSS en Jalisco, en contraste con los un millón 82 mil 884 hombres.

A pesar de que se estableció a nivel federal un aumento en el salario mínimo este año, siguen existiendo brechas y problemáticas estructurales. Como se menciona en el artículo “Una aproximación hacia el contexto del mercado laboral de la población joven en contextos de pandemia (Covid-19)”, del Colegio de Jalisco, los problemas salariales para el caso de los jóvenes y las mujeres se acentuaron con la pandemia, pero ya existían. En el texto se menciona que las desigualdades salariales no se deben a las medidas sanitarias actuales, sino que se deben a las segregaciones estructurales que existen desde hace décadas.

Aquí la pregunta sería: ¿El gobierno se está planteando soluciones paliativas para la crisis actual, o soluciones para verdaderos cambios? El tiempo nos dará la respuesta.

* Coordinador del Laboratorio de Innovación Democrática (LID)

A más de un año del inicio de la pandemia, los efectos económicos que causó el Covid-19 se siguen reflejando en nuestro día a día. No solo en las restricciones y nuevas normas como el uso de cubrebocas o mantener sana distancia, sino en los salarios que percibe la mayoría de la población.

Cuando se habla de los estragos de la pandemia en el estado de Jalisco, normalmente se habla sobre las empresas y negocios que se vieron afectados. Por ejemplo, en 2020, en la entidad se perdió el 10% de las empresas a causa de la pandemia. Según el Estudio de Expectativas Económicas del sector privado jalisciense del Instituto del IIEG, la mitad de las empresas encuestadas mencionaron haber cerrado temporalmente, y el 75.8% de las empresas vieron reducidas sus ventas comparadas con las que tenían antes de la pandemia.

Sin embargo, ¿qué pasa con las personas que no son dueñas de empresas o negocios, las personas asalariadas? Según la plataforma de México, ¿Cómo Vamos? y según los estudios del Coneval, en el 2020 y 2021 se recrudeció la pobreza laboral. Es decir, los ingresos laborales de los hogares no son suficientes para alimentar a las personas que los integran, apoyándose de remesas, transferencias o apoyos de programas sociales. La pobreza laboral aumentó 3.8 puntos porcentuales a nivel nacional, al pasar de 35.6% a 39.4% entre el primer trimestre de 2020 y el primer trimestre 2021. (Coneval 2021)

En este mismo periodo, se observó que las personas ocupadas que tienen un ingreso laboral menor al salario mínimo aumentaron, pasando de 29.3% a 32.3%, en los primeros trimestres de 2020 y 2021, respectivamente. Lo que significa que hubo un aumento en las personas que ganan salarios más bajos. Por otra parte, la situación de las mujeres es aún más complicada. Ya que, según la Ficha Informativa de Cifras de empleo formal en Jalisco en enero de 2021 por sector de actividad económica y municipio del IIEG, existe una brecha laboral de al menos el 43.77%.

Por ejemplo, de los seis mil 755 empleos formales generados en enero de 2021 en Jalisco, cuatro mil 856 son hombres y mil 899 son mujeres. Los porcentajes cambian dependiendo del sector económico que se analice. En el mes de enero de 2021 se reportan 704 mil 238 mujeres aseguradas en el IMSS en Jalisco, en contraste con los un millón 82 mil 884 hombres.

A pesar de que se estableció a nivel federal un aumento en el salario mínimo este año, siguen existiendo brechas y problemáticas estructurales. Como se menciona en el artículo “Una aproximación hacia el contexto del mercado laboral de la población joven en contextos de pandemia (Covid-19)”, del Colegio de Jalisco, los problemas salariales para el caso de los jóvenes y las mujeres se acentuaron con la pandemia, pero ya existían. En el texto se menciona que las desigualdades salariales no se deben a las medidas sanitarias actuales, sino que se deben a las segregaciones estructurales que existen desde hace décadas.

Aquí la pregunta sería: ¿El gobierno se está planteando soluciones paliativas para la crisis actual, o soluciones para verdaderos cambios? El tiempo nos dará la respuesta.

* Coordinador del Laboratorio de Innovación Democrática (LID)