/ miércoles 4 de marzo de 2020

Encuestas opacan imagen

La ley de la gravedad se comprueba, a cada momento. Isaac Newton mantiene vigencia a través de los siglos. La política y la administración, pública lo comprueban. El inicio del primaveral marzo presenta pinceladas otoñales en la administración federal. Las encuestas (dudosas para muchos) siguen siendo herramientas que alientan y desalientan.

A menos de un año y medio de este sexenio también se comprueba que en campaña político electoral los aspirantes presentan la cara maquillada. Como presuntos administradores aparece su verdadero y diabólico rostro. Es general característica en todos los colores partidistas.

Una gira de tres días por el estado de Tabasco, gobernado por Adán Augusto López, primo hermano del mandatario federal (abucheado), concluyó el pasado fin de semana en el municipio de Macuspana, la tierra natal de Andrés Manuel. Las crónicas periodísticas dicen que se reunió, con unas dos mil personas en dicho lugar, presidido por el también maltratado Roberto Villalpando. Los asistentes, mostraron a los tres oradores, su gran capacidad de incumplimiento en diversas promesas, como disminuir las altas tarifas eléctricas, la mejora de caminos, la deshonestidad, entre otras. También agradecían haber terminado con la corrupción en el sindicato de PEMEX.

“Cada quien ve las cosas de acuerdo al cristal, con el que las mira”, dice el refrán. Los datos del señor López quizá son engañosos porque así se los entregan. ¿O será que una cosa es vivir en CDMX y otra en Tabasco, amén de Macuspana? Lo cierto es que con el avance de la administración federal, entre otras, la práctica gubernamental desgasta. Ya palidece la morena. ¿Será verdad que algunos políticos pegan con la izquierda y cobran con la derecha y cambian su conducta al dejar de ser oposición…o es la avidez del poder? Ahora, nuevamente, en México reina el virus de las atrocidades de los que antes era opositores, que prometían la renovación, el bienestar, el cambio, la trasformación. ¡Son la misma gata! Nada más que con la uñas más afiladas y agrediendo a diestra y siniestra.

La carrera hacia las elecciones intermedias para legisladores, gobernadores y demás adictos a la ubre presupuestal se acelera paulatinamente. Hay empresas y medios informativos que mantienen encuestas públicas periódicas. Cada empresa formula sus cuestionarios. Esta semana se dan a conocer unos datos que, quizá, no tiene el gobierno federal. La empresa Buendía & Laredo, el periódico El Financiero y el grupo Reforma publican sus trabajos. En diversos rubros hay variación de porcentajes pero a fin de cuentas Newton tenía razón. Lo que está arriba, cae. Al público interesado en esos datos le convendría revisarlos.

Los resultados de las encuestas requieren espacio para explicarlas y tiempo para leerlas, revisarlas y reflexionarlas. Pero en términos generales, las cifras de desaprobación, desconfianza e incertidumbre social aumentan cada vez más de acuerdo a los encuestadores de las firmas antes escritas. Obviamente estos no son los datos oficiales porque para algunos, el mexicano es feliz, feliz, feliz. La información publicada confirma la molestia social permanente, pero nuevamente cabe preguntar si la sociedad hace lo que le corresponde y educa, previene, etc. ¿Evita problemas, es decir, México y sus habitantes son el pueblo sabio que demagógicamente se menciona en algunos discursos? ¿Es cierto que el pueblo tiene los gobiernos y los gobernantes que se merecen? Esto empeora cada vez más y todo indica que la repartición de culpas, el atole con el dedo y el pan y circo, siguen como estandarte de la gobernanza.

Y…qué pasa?

La ley de la gravedad se comprueba, a cada momento. Isaac Newton mantiene vigencia a través de los siglos. La política y la administración, pública lo comprueban. El inicio del primaveral marzo presenta pinceladas otoñales en la administración federal. Las encuestas (dudosas para muchos) siguen siendo herramientas que alientan y desalientan.

A menos de un año y medio de este sexenio también se comprueba que en campaña político electoral los aspirantes presentan la cara maquillada. Como presuntos administradores aparece su verdadero y diabólico rostro. Es general característica en todos los colores partidistas.

Una gira de tres días por el estado de Tabasco, gobernado por Adán Augusto López, primo hermano del mandatario federal (abucheado), concluyó el pasado fin de semana en el municipio de Macuspana, la tierra natal de Andrés Manuel. Las crónicas periodísticas dicen que se reunió, con unas dos mil personas en dicho lugar, presidido por el también maltratado Roberto Villalpando. Los asistentes, mostraron a los tres oradores, su gran capacidad de incumplimiento en diversas promesas, como disminuir las altas tarifas eléctricas, la mejora de caminos, la deshonestidad, entre otras. También agradecían haber terminado con la corrupción en el sindicato de PEMEX.

“Cada quien ve las cosas de acuerdo al cristal, con el que las mira”, dice el refrán. Los datos del señor López quizá son engañosos porque así se los entregan. ¿O será que una cosa es vivir en CDMX y otra en Tabasco, amén de Macuspana? Lo cierto es que con el avance de la administración federal, entre otras, la práctica gubernamental desgasta. Ya palidece la morena. ¿Será verdad que algunos políticos pegan con la izquierda y cobran con la derecha y cambian su conducta al dejar de ser oposición…o es la avidez del poder? Ahora, nuevamente, en México reina el virus de las atrocidades de los que antes era opositores, que prometían la renovación, el bienestar, el cambio, la trasformación. ¡Son la misma gata! Nada más que con la uñas más afiladas y agrediendo a diestra y siniestra.

La carrera hacia las elecciones intermedias para legisladores, gobernadores y demás adictos a la ubre presupuestal se acelera paulatinamente. Hay empresas y medios informativos que mantienen encuestas públicas periódicas. Cada empresa formula sus cuestionarios. Esta semana se dan a conocer unos datos que, quizá, no tiene el gobierno federal. La empresa Buendía & Laredo, el periódico El Financiero y el grupo Reforma publican sus trabajos. En diversos rubros hay variación de porcentajes pero a fin de cuentas Newton tenía razón. Lo que está arriba, cae. Al público interesado en esos datos le convendría revisarlos.

Los resultados de las encuestas requieren espacio para explicarlas y tiempo para leerlas, revisarlas y reflexionarlas. Pero en términos generales, las cifras de desaprobación, desconfianza e incertidumbre social aumentan cada vez más de acuerdo a los encuestadores de las firmas antes escritas. Obviamente estos no son los datos oficiales porque para algunos, el mexicano es feliz, feliz, feliz. La información publicada confirma la molestia social permanente, pero nuevamente cabe preguntar si la sociedad hace lo que le corresponde y educa, previene, etc. ¿Evita problemas, es decir, México y sus habitantes son el pueblo sabio que demagógicamente se menciona en algunos discursos? ¿Es cierto que el pueblo tiene los gobiernos y los gobernantes que se merecen? Esto empeora cada vez más y todo indica que la repartición de culpas, el atole con el dedo y el pan y circo, siguen como estandarte de la gobernanza.

Y…qué pasa?